Paralizados los trámites para los fondos europeos de 750.000 millones de euros para salir de la crisis social, económica y sanitaria de la pandemia. Y en riesgo los 140.000 millones adjudicados a España, entre préstamos y subvenciones. O, al menos, los plazos para empezar a recibirlos: España ha presupuestado para este año 27.000 millones de los programas de recuperación europeos, y esperaba empezar a recibir anticipos a partir del verano. Es la consecuencia de la decisión del Tribunal Constitucional alemán de este viernes, que ha dictaminado que no se puede aprobar la legislación que ratifica el fondo de recuperación de la Unión Europea mientras esté investigando los recursos legales contra el plan de inversión financiado con deuda emitida por la Comisión Europea y cuyo repago se hará a través de unos nuevos recursos propios (impuestos y tasas europeas) que se están aprobando estas semanas en los 27 parlamentos nacionales.
La declaración del alto tribunal alemán se ha producido después de que ambas Cámaras del Parlamento alemán hayan ratificado la legislación esta semana. Y lo que hace es paralizar su entrada en vigor hasta que resuelva los recursos, entre ellos uno del expresidente del partido de extrema de derecha AfD.
La nota del tribunal afirma: “Con una decisión publicada hoy, el Tribunal Constitucional Federal ha ordenado que la ley sobre la decisión del Consejo Europeo de 14 de diciembre de 2020 sobre el sistema de recursos propios de la Unión Europea no pueda ser emitida por el Presidente Federal (decisión pendiente), Frank-Walter Steinmeier”.
Así, el Constitucional alemán bloquea, aunque sea temporalmente, que el presidente federal firme una ley aprobada este mismo jueves en el Bundestag para aprobar la decisión de recursos propios de la UE, necesaria para poner en marcha el fondo de recuperación en toda la Unión Europea.
En 2012, el tribunal le pidió al presidente que no firmara la ley de ratificación del MEDE de inmediato porque quería ver un recurso de emergencia similar. Al final, despejó el camino unas semanas más tarde. “La diferencia es que entonces lo pidió y ahora lo ha ordenado”, afirma Lucas Guttenberg, del Instituto Delors.
Hasta el momento, 13 países de 27 han ratificado la decisión de recursos propios, imprescindible para poner en marcha los fondos de recuperación y para lo que se necesita unanimidad: sin el sí de los 27 parlamentos nacionales no se puede poner en marcha tal y como está diseñado. La decisión de recursos propios es la ley que permite a la Comisión Europea pedir prestado para disponer de fondos para la recuperación.
Cuando los jueces alemanes cuestionan la integración europea
Hace un año, en mayo de 2020, el Tribunal Constitucional alemán golpeó contra dos instituciones federales europeas fundamentales para avanzar en la integración económica, social y de derechos: el Banco Central Europeo, actor comunitario fundamental en la respuesta a la crisis del coronavirus; y el Tribunal de Justicia de la UE, garante de la igualdad ante la ley y vigilante de los atropellos al Estado de derecho en países como Hungría y Polonia. Y lo hizo al cuestionar la legalidad de los programas de compra de deuda del BCE lanzados desde 2015 (PSPP), lo cual podría poner en cuestión el plan actual ante la crisis del coronavirus del BCE (1,8 billones de euros).
El Banco Central Europeo, por su parte, defendía que sus actuaciones están amparadas “por la sentencia del TJUE de diciembre de 2018” y reiteraba: “El Consejo de Gobierno sigue completamente comprometido en hacer todo lo que sea necesario dentro de su mandato para asegurar que la inflación sube a niveles consistentes con su objetivo a medio plazo y que la acción de política monetaria adoptada para lograr el objetivo de mantener la estabilidad de precios se transmite a todas las partes de la economía y a todas las jurisdicciones de la zona del euro”.
El dirigente de AfD Tino Chrupalla, la extrema derecha alemana, se apresuraba a celebrar el fallo: “Con la sentencia de hoy, el Tribunal Constitucional Federal ha puesto a las instituciones de la UE en su lugar. Cuando el BCE excedió sus poderes, el Tribunal de Justicia Europeo lo aprobó. Es bueno que el estado constitucional alemán esté enviando una primera señal”.
Hace años, explicaba en eldiario.es Manuel de la Rocha, ahora director de la Oficina Económica de Pedro Sánchez en Moncloa, lo que se juega en el Tribunal Constitucional alemán: “Con esta tragicomedia nos recuerdan quien manda en Europa, su tribunal constitucional juzga nuestras instituciones europeas. Un intento a la vuelta de la Europa Alemana que tanto teme Ulrich Beck. Lo que subyace a esta contienda son dos formas de entender Europa; los ortodoxos ordoliberales alemanes para quienes solo el sometimiento a las reglas y disciplina de los mercados nos sacará de esta crisis, frente a los que pensamos que la UE es algo más que una gran plaza financiera, y que la solidaridad entre pueblos y ciudadanos forma parte del ADN europeo. Hasta ahora los primeros han llevado la voz cantante, pero el viento de los tiempos está cambiando”.