En las cinco semanas transcurridas desde la resolución del Banco Popular y su venta al Banco Santander por un euro ha habido opiniones para todos los gustos, pero bastante poca información fehaciente por parte de los protagonistas. De hecho, desde la decisión del FROB (el fondo español de rescate bancario) publicada el mismo día 7 de junio, las intervenciones públicas de las autoridades han dado lugar a más preguntas que respuestas.
Este miércoles, la Junta Única de Resolución (JUR), el mecanismo europeo de rescate bancario, publicó su propia decisión del 7 de junio, previa a la del FROB y que sirvió de instrucción para el mismo. Aunque el documento de la JUR está editado para eliminar cualquier información confidencial, contiene muchos datos relevantes que arrojan luz sobre algunas –no todas– de las sombras en torno al colapso del Popular.
El plan de resolución
Ahora sabemos, por ejemplo, que Banco Popular tenía un plan de resolución aprobado por la JUR desde diciembre del año pasado. Esto no es excepcional. En 2016 la Junta elaboró y aprobó planes de este tipo para 92 de los 140 bancos más significativos de la zona euro, los que están bajo vigilancia del Mecanismo Único de Supervisión (MUS).
La liquidez
Pero, debido al agotamiento de la liquidez del Popular, en el momento de colapsar éste la Junta decidió que su venta era más efectiva que la aplicación del plan de resolución existente. En su comparecencia este miércoles ante el comité de asuntos económicos y monetarios del Parlamento europeo, la presidenta de la JUR, Elke König, dijo que el caso del Popular ilustra la necesidad de revisar la provisión de liquidez a entidades en resolución por parte de los bancos centrales, el BCE y los bancos nacionales respectivos. La aplicación de los planes de resolución requiere de un mínimo de liquidez.
Esto nos lleva a las insinuaciones por parte del subgobernador del Banco de España, Javier Alonso, de que Banco Popular pudo no usar toda la liquidez de la que disponía. La Junta confirma que el Banco de España dio liquidez de emergencia (ELA) al Popular el día antes de quebrar, y también dice que el Banco de España “no estaba en condiciones de pagar más ELA al Popular”.
La venta
Pero es al detallar el proceso de resolución del Popular donde la Junta depara algunas sorpresas. Sabíamos por el FROB que el sábado 3 de junio la Junta instruyó al fondo español de rescate para que tomase medidas para preparar la venta del Banco Popular. Sin embargo, el FROB no detalló el proceso de venta, en particular las fechas, de modo que se podía interpretar que aunque los preparativos estaban en marcha, la venta se ejecutó después de quebrar Popular el martes 6 de junio. Pero el organismo europeo da más detalles y deja claro que la venta estaba efectivamente en marcha desde el viernes día 2.
Las instituciones tomaron algunas medidas –censuradas en el documento– a lo más tardar el día 2. Pero ya ese día la Junta pidió al Popular información sobre el proceso de venta que el banco tenía en marcha, y le ordenó que preparase acceso virtual a sus libros (“virtual data room”) para potenciales compradores. Lo que esto nos indica es que desde el viernes antes de la intervención, la venta del Popular ya no estaba en manos del propio banco.
El día 3, a la vez que el organismo instruía al FROB para que preparase la venta, la JUR pidió a los potenciales compradores, que ya habían sido identificados anteriormente, que firmasen acuerdos de confidencialidad. Al anunciar la venta del Popular, se dio a entender que ésta se había ejecutado en una noche. Estrictamente es cierto, pero los compradores ya estaban sobre aviso desde tres días antes.
El día 4, dos de los potenciales compradores aceptaron firmar los acuerdos de confidencialidad. Claramente, uno de los dos fue Santander, y dejamos a la imaginación de cada uno quién pudo ser el segundo banco en liza.
El lunes día 5, los bancos potenciales compradores accedieron a la Virtual Data Room y la documentación para la venta. Y, ya el día 7, tras colapsar Popular, las autoridades europeas recibieron una única oferta vinculante de compra.
La llamada de Saracho
Uno de los elementos más extraordinarios del colapso del Banco Popular es que, según se dijo desde el Ministerio de Economía, la dirección del Popular fue la que alertó el día 6 de junio de que el banco estaba sin liquidez e iba a quebrar. La JUR confirma que Popular se declaró fallido a sí mismo, pero deja claro que no fue una sorpresa.
Según la secuencia de acontecimientos sugerida por la JUR, el propio día 6 el SSM preparó un borrador de declaración de la quiebra inminente del Popular. El SSM actuó tras recibir el consentimiento de la JUR al borrador, y la advertencia del propio banco Popular. Aunque se ha dado a entender que Luis de Guindos participó activamente en esas comunicaciones, la JUR no menciona al Ministerio de Economía para nada.
Consecuencias de la falta de acción temprana
El hecho de que la venta ejecutiva del Popular estaba en marcha desde el viernes anterior a su resolución levanta el interrogante importante de si habría sido posible, conveniente o deseable iniciar la resolución del banco ya el propio viernes.
De haberse hecho así, la resolución del Popular podría haberse llevado a cabo antes del lunes. De esta manera posiblemente la fuga de depósitos de los días 5 y 6 no se habría producido, o se habría reducido. El Banco Popular podría haber dispuesto de al menos parte de sus últimos 4.000 millones de euros de liquidez de emergencia para ejecutar el plan de resolución preexistente. Y, sin la salida completa de estos 4.000 millones, posiblemente se habría podido salvar algo del valor del banco para accionistas y acreedores subordinados.
La cuestión es, por tanto, por qué no se ejecutó el banco durante el fin de semana. La presidenta del mecanismo supervisor, Danièle Nouy, dio una respuesta parcial durante su comparecencia ante el comité del parlamento europeo: la interpretación que hace el MUS de la exigencia de proporcionalidad en su acción le impide actuar hasta que es demasiado tarde.
Una de las propuestas más interesantes de Elke König al comité del Parlamento Europeo es la adición a la directiva de resolución bancaria BRRD de una herramienta de moratoria, algo así como el preconcurso de acreedores, que permita congelar los pasivos de un banco hasta el fin de semana, si se vuelve a dar el caso de que un banco se declare fallido entre semana. Sin embargo, este tipo de moratoria podría haber hecho cundir la alarma entre los depositantes si se hubiese aplicado al Popular. Parece del todo preferible en este caso haber resuelto el banco el viernes anterior, cuando por otra parte sabemos que la JUR ya estaba en marcha.
Pero hay algo más grave. ¿Se pudo filtrar el inicio de los preparativos de venta ejecutiva del Popular? Sabemos que la prensa española estaba llena de especulaciones detalladas sobre la resolución del Popular durante los días 5 y 6 de junio. ¿Circuló información privilegiada? De hecho, sabemos que ya el 31 de mayo había habido una filtración en la agencia Reuters de las intenciones de la JUR, que nombraba explícitamente a Elke König. La JUR tenía razones para sospechar que sus acciones durante el fin de semana se filtrarían.