El Gobierno superó la pasada semana el primero de los trámites parlamentarios para los Presupuestos Generales del Estado. El apoyo de los socios permitió tumbar las enmiendas a la totalidad presentadas, fundamentalmente, por PP, Ciudadanos y Vox. Ahora arranca una nueva fase. La Comisión de Presupuestos del Congreso tendrá que debatir las casi 5.500 enmiendas al articulado del proyecto de ley presentadas por todos los partidos –excepto Vox–. De entre los cientos de propuestas sobre materia fiscal, el IVA tiene un protagonismo clave, con numerosas iniciativas de rebajas.
El Impuesto sobre el Valor Añadido es el segundo tributo de mayor recaudación en España. Para el próximo año, el Gobierno tiene previstos 86.000 millones de euros de ingresos para el Estado con esta figura fiscal. El plan tributario ya incluye algunas modificaciones en este apartado, como es la rebaja al 4% de la fiscalidad que soportan los productos de higiene femenina y los preservativos. A ello podrían sumarse otras rebajas que el Gobierno no contempla en el Presupuesto, pero que presumiblemente podrán añadirse en la ampliación de medidas contra la inflación, como las reducciones en la factura de la luz o el gas.
Los mensajes políticos de los últimos meses se han centrado en rebajas en este tributo. Sin embargo, distintos organismos han puesto en evidencia que algunos de estos descuentos en el impuesto erosionan la recaudación pero no se traducen en precios más bajos. Además, España es el país europeo que tiene un tipo efectivo de este impuesto más bajo y su peso sobre el PIB se encuentra por debajo de la media comunitaria. Pese a ese contexto, protagoniza buena parte de las propuestas fiscales que los partidos que han registrado en la batería de enmiendas presentadas hasta el pasado viernes, último día del plazo.
Algunas de estas propuestas de rebajas del IVA son comunes para varios partidos. Es el caso del que se aplica a los servicios de peluquerías y barberos. Este sector se movilizó la pasada semana en Madrid para reclamar que la fiscalidad de esta actividad se ajuste a un tipo reducido, del 10%, frente al 21% actual. Durante la pandemia fue considerado como uno de los servicios esenciales y ahora reclaman que eso se plasme en el impuesto. No es la primera vez que esto está sobre la mesa. El año pasado una propuesta similar protagonizó una de las situaciones más peculiares vividas en el Senado. El PP incluyó esta enmienda en la tramitación de la ley contra el fraude fiscal y fue apoyada por todos los partidos, salvo el PSOE. La presidenta del Senado, por aquel entonces Pilar Llop, anuló su tramitación, aludiendo a que solo el poder ejecutivo tiene la prerrogativa en materia presupuestaria. Ahora, grupos tan dispares como el PP, Ciudadanos, ERC, Compromís o el BNG han vuelto a presentar esta enmienda.
Otro de los productos en los que los grupos plantean una rebaja del IVA es en los pañales. Incluyen esta enmienda en la misma línea en la que se aprobará la rebaja de los productos de higiene femenina y los preservativos. Estas propuestas incluyen tanto los pañales de los bebés como de los adultos, quedando con una fiscalidad del 4%. Es una idea compartida por la izquierda parlamentaria (ERC y Más País) y por la derecha (PP, Ciudadanos y Junts). El grupo que dirige Inés Arrimadas cifra el coste de esta medida en 108 millones de euros. ERC y Más País añaden, además, en materia de higiene menstrual a productos como la copa o las bragas menstruales, al considerarlas alternativas sostenibles.
Los servicios veterinarios también protagonizan las rebajas del IVA planteadas por varios partidos, como Más País, el BNG o PDeCat. Las tres formaciones proponen que pase del 21% al 10% y lo justifican en que su fiscalidad en el tipo general perjudica los cuidados que reciben las mascotas. Otra de las medidas que se repiten en distintas formaciones es la rebaja del impuesto para los alimentos que procedan de pesca artesanal o de ganadería extensiva, como plantean Compromís y el BNG. Por último, también se repite, en Ciudadanos y Junts, que tengan un 0% de IVA los productos de primera necesidad que se compren para donarlos a entidades sin ánimo de lucro como los bancos de alimentos.
El resto de propuestas respecto al IVA son menos generalizadas y únicamente las plantea un partido. Es el caso de Más País, que considera que tanto la venta como los servicios de reparaciones de bicicletas deberían tener un IVA reducido del 10%. La propuesta presentada por Íñigo Errejón defiende que cuenta con “amplio respaldo social” y que otros países europeos ya están reduciendo la fiscalidad de este modo de transporte. Igualmente única en la batería de Más País es la propuesta de que el turismo rural y de interior cuente con una tributación reducida, aunque no fija el porcentaje.
El PP plantea que tributen al 4% los productos básicos que se gravan al 10% o que se mantenga durante todo el año la reducción al 5% de la factura del gas. ERC propone que los productos sin gluten para celíacos cuenten con un IVA reducido. Al mismo tipo pretende el PDeCat que tributen los servicios funerarios o los entrenadores personales, así como que las empresas se apliquen deducciones en la compra de vehículos eléctricos y de bajas emisiones.
Patrimonio o IRPF
Más allá de las rebajas en el IVA, que centran la mayor parte de las enmiendas fiscales de los partidos, los grupos han presentado igualmente cambios en los Presupuestos en otras figuras. Por ejemplo, el PP quiere que vuelva a subir el límite que se aplica a las aportaciones a los planes individuales privados de pensiones, que luego se bonifican en el IRPF. Actualmente está en 1.500 euros y la formación que lidera Alberto Núñez Feijóo pretende que suba a 5.000 euros. En Ciudadanos se propone que sean 4.000 euros y en el PDeCAT, 3.000 euros. Dentro del impuesto a la renta, la derecha reclama igualmente que se elimine la subida para los tipos más altos de ingresos del ahorro, que se reduzca en la cuota del impuesto parte de la subida del alquiler, ambas ideas de Ciudadanos; o que se deflacte, como proponen la propia formación que preside Inés Arrimadas, Junts o el PP.
En la izquierda, las propuestas más allá del IVA van encaminadas a aumentar la tributación de las rentas altas. ERC plantea una subida a las rentas del ahorro aún mayor que la acordada por el Gobierno, además de un fuerte encarecimiento fiscal al heredar un título nobiliario, una rebaja en las aportaciones de la casilla de la Iglesia o una subida en los impuestos al juego. Además, propone modificaciones en otros tributos como una cesión a Catalunya del 50% de los ingresos por la 'tasa Google' o un fondo para los ayuntamientos que compense la merma de ingresos del impuesto de plusvalía, tras la modificación forzada por el Tribunal Constitucional.
Más País propone subir el impuesto de Patrimonio para quienes tengan más de 1,3 millones de euros y establecer un mínimo estatal que obligue a que todas las comunidades lo apliquen. También plantea que se amplíe la prestación por maternidad que el Gobierno ha incluido en la ley de familias, que se está ultimando y que se incluye ya en este Presupuesto. El BNG se suma a las subidas en Patrimonio. PNV y EH Bildu, que representan a comunidades con régimen foral, centran el grueso de sus enmiendas en programas de inversión o partidas de gasto y no tanto en impuestos.
Durante los próximos días, la Comisión de Presupuestos tendrá que debatir las enmiendas. Con ello, se dejará un texto de la ley de Presupuestos modificado que se enviará de nuevo al pleno. Allí se celebrará la votación definitiva, presumiblemente a finales de este mes, y, de seguir adelante, como se presupone, pasará al Senado. Si no hay modificaciones en la Cámara Alta, quedará aprobado y el 1 de enero echará a andar el último Presupuesto General de la legislatura.