Son más que oficios. Se ubican en la región medular de las culturas. Cada uno de los quehaceres artesanos lucha por sobrevivir en el ingrato tiempo de crisis. Algunos encuentran más facilidad para buscar caminos y adaptarse, principalmente aquellos que tienen que ver con la imagen y la moda, pero todos tienen alguna cabida rentable en el nuevo viejo marco del comercio 2.0.
Se habla de un cambio generacional que une tradición e innovación mediante la herramienta básica de la venta en línea. Así lo señala el informe Artesanía bajo demanda, una nueva opción de negocio para emprendedores de la plataforma de negocio de productos hechos a mano DaWanda.es. Recoge la tendencia europea a adquirir por internet diseños manufacturados en horario 24x7 y la oportunidad de conversión fácil de lo local en internacional a través de la red.
El modelo de venta de artesanía en ferias de calle y eventos, predominante en el sur europeo, continúa a la baja frente al del norte, organizado de manera transversal o incluso militante alrededor de los nuevos hábitos de consumo basados en las tecnologías. Así, tres de cada cinco profesionales de la UE despachan siempre por vía electrónica.
La mayoría carece de web
En España, el 33,6% de los encuestados ha incrementado sus ingresos gracias a este sistema. No obstante, sólo el 6% de las empresas y autónomos artesanos cuentan con una página web propia o están presentes en portales especializados para comercializar sus productos.
Entre las causas figuran el desconocimiento del entorno: únicamente el 15% conoce programas de información y de aplicación de las TIC a nuevos canales de comercialización, y solo el 4% ha participado en alguno de ellos. También adolecen la falta de recursos para afrontar el cambio. En este sentido, uno de cada tres emprendedores artesanos demanda más apoyo por parte del Gobierno para este tipo de negocio en auge.
Asesoramiento en el Handmade Festival de Barcelona
Una oportunidad para emprender: La Plaza del Universo de la Fira de Barcelona se llenará de artistas del trabajo manual los días 25, 26 y 27 de abril. El Handmade Festival reunirá a gran parte de la comunidad handmade europea. Durante la celebración, DaWanda, una de las impulsoras, asesorará a artistas interesados en transformar su afición en ocupación, con la programación de unas jornadas de formación dirigidas al autoempleo.
Para Alberto Lorente, director general de la compañía en España, la apuesta es segura: “el autoempleo derivado del sector artesanal se ha convertido en una alternativa de emprendimiento segura en esta fase de recuperación económica en la que nos encontramoslas. Las plataformas e-commerce ofrecen la posibilidad de promoción y venta de productos a un amplio mercado, sin más inversiones que las de la propia obra”.
Las empresas más longevas de España son de artesanía
Una característica diferencial de la empresa artesana española es su antigüedad. El hecho de que casi la mitad de su tejido productivo supere los 25 años es una prueba también de su mayor resistencia y capacidad para sobrevivir a tiempos adversos, muy superior a la del resto de PYMES, que rondan el 24%. También la antigüedad media, 29,6 años, es superior en casi siete puntos.
Su contribución al PIB estatal supone más de 4.000 millones de euros, el 0,4%, y rondan las 190.000 personas que desempeñan una ocupación. Sin embargo, sus facturaciones son pequeñas. El 99,4% recauda menos de 600.000 euros mientras que en la PYME industrial este porcentaje se encuentra en el 24,8%. Y solo el 0,6% de las empresas artesanas supera esa cifra.
Europa carece de una definición legal común de artesanía. La situación del sector es muy desigual en cada país. Se podría decir que existen tres grupos en función de su grado de desarrollo:
1. Estados con una fuerte tradición artesana: Alemania, Austria, Dinamarca, Francia, Italia y Luxemburgo, donde el sector artesano es económicamente reconocido.
2. Estados con un sector artesano en auge: Bélgica, España y Portugal, donde no existe una definición clara de artesanado.
3. Estados donde el artesanado es sinónimo de folclore o no tienen ninguna definición: Reino Unido, Irlanda, Finlandia y Suecia.
En Alemania, por ejemplo, y debido a la gran tradición artesanal, funcionan de manera autónoma, con una organización jurídica y económica desvinculada del sector industrial y del comercio. La actividad artesanal alemana se delimita por la pertenencia a uno de los 127 oficios integrados en el registro del artesanado. Francia, por su parte, la define con tres criterios de base: tamaño, actividad y cualificación, e Italia solamente con los dos primeros. En España, entre otras cuestiones, una inusitada disparidad de definiciones dificulta el propio inventario en términos económicos y de mercado y la posiciona en desventaja con otros sectores.