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Cómo entender tu factura energética

Marina Gabalda

El dato es sorprendente, pero no deja de ser cierto: casi la mitad de las familias españolas no saben leer correctamente la factura de la luz. Así lo confirma un estudio elaborado el pasado mes de mayo por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), en el que el 46,6% de los encuestados aseguraron no entender su recibo eléctrico. El porcentaje se reduce en el caso de aquellos que no entendían (ni entienden) sus facturas de gas natural, aunque el dato continúa siendo bastante alarmante: el 34,8%.

Pero, ¿realmente es tan difícil de leer una factura energética? A priori puede parecer que sí, dado que el coste total se fragmenta en diferentes conceptos, pero una vez que se conoce a qué corresponde cada importe, todo resulta mucho más sencillo.

Desglose de una factura eléctrica

En relación a una factura de la luz, lo primero que debemos aclarar es que existen dos tipos de mercados de electricidad: el mercado regulado y el mercado libre. En el mercado regulado, la tarifa está regulada por el Ministerio de Industria, Energía y Turismo, mientras que en el mercado libre el precio de la energía se negocia directamente entre el consumidor y la compañía energética.

En el mercado regulado, la tarifa de electricidad se llama Precio Voluntario al Pequeño Consumidor (PVPC) y solo pueden acogerse  los usuarios que tengan una potencia contratada inferior a 10 kilovatios (kW) y que tengan un contrato con una comercializadora de último recurso, dos características que reúnen una gran parte de los hogares españoles. Por ese motivo, explicaremos hoy en detalle este tipo de factura, cuya estructura está definida por el Ministerio de Industria, Energía y Turismo y detallada en el Boletín Oficial del Estado.

En la primera parte de la factura, encontramos el logotipo de la compañía energética, los datos de la factura (importe factura, periodo de consumo y fecha de cargo de la factura), el resumen de la factura (importe a pagar por la potencia contratada, la energía consumida, el impuesto sobre la electricidad y el alquiler del contador).

  1. Potencia contratada: corresponde a la potencia que tenemos contratada en el hogar. Es una cantidad que se debe pagar mensualmente aunque no se haya consumido, ya que es la garantía de poder conectar la potencia especificada en el contrato siempre que se necesite. podemos disminuir o aumentar la potencia contratada una vez cada 12 meses.
  2. Energía consumida: corresponde al consumo que hemos realizado en un periodo de tiempo.
  3. Impuesto electricidad: el Impuesto Especial Eléctrico (IEE) es un impuesto aprobado por el Ministerio de Industria, Energía y Turismo que se aplica a todos los clientes, en base al importe del término de potencia y al término de energía.
  4. Alquiler del contador: este concepto se incluye en la factura siempre y cuando el contador no sea de propiedad (incluye el alquiler y mantenimiento del contador).
  5. Impuesto aplicado: IVA (21%) en península, IGIC (7%) en Canarias.

En la segunda parte se detalla la información del consumo eléctrico:

  1. Tabla de lecturas: se indica la lectura anterior y la actual, el tipo de lectura (real o estimada) y la diferencia es el consumo en el periodo.
  2. Gráfico de consumo: aparece un gráfico con el historial de consumo en los últimos 14 meses. Se detalla el importe del consumo medio diario del periodo de la factura, el importe del consumo medio diario de los últimos 14 meses y el consumo acumulado del último año.

A continuación, encontramos los datos del contrato: nombre del titular, dirección de suministro, tipo de contrato (en este caso es PVPC), tipo de contador (en este caso, contador inteligente), los datos de contacto con la compañía para reclamaciones, averías e incidencias, etc.

  1. Peaje de acceso: es el tipo de peaje que el cliente paga por el uso que hace de la red de transporte y distribución. Una parte de este peaje es fija para el cliente, independientemente que consuma o no, y otra parte es proporcional al consumo.
  2. CUPS (Código Único del Punto de Suministro): es el número de referencia que se da a cada vivienda.

Más tarde, se detalla en un gráfico el destino del importe de la factura:

  1. La parte correspondiente al coste de producción de electricidad y al margen de comercialización. Incluye el importe por el consumo que ha hecho el cliente.
  2. Los impuestos aplicados.
  3. Los costes regulados: incluyen los incentivos a las energías renovables, cogeneración y residuos, el coste de las redes de distribución y transporte de la energía y otros costes regulados por el Gobierno, donde se incluye el pago de la anualidad del déficit de tarifa. Estos importes se derivan en parte a las empresas distribuidoras de la energía y en parte al Gobierno.

A continuación, se desglosa el detalle de la factura:

  1. La facturación por la potencia contratada: cantidad que se debe pagar mensualmente aunque no se haya consumido, ya que es la garantía de poder conectar la potencia especificada en el contrato siempre que se necesite. Incluye, por una parte, el peaje de acceso y por otra, un importe por el margen de comercialización.
  2. La facturación por la energía consumida: incluye una parte por el peaje de acceso y otra por el importe del coste de la energía. En este caso, con contador inteligente integrado, la factura muestra el precio medio del Kwh durante este período. Para realizar el cálculo, se recoge el consumo de cada hora y se multiplica por el precio horario, publicado en la web de Red Eléctrica de España (REE); Por otro lado, quien lo desee puede solicitar a la compañía su consumo por horas y los precios de cada hora para ver el importe desglosado. También se puede calcular en la web de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia.
  3. Peaje de acceso: Esta parte cubre los servicios de distribución, transporte y los costes extra peninsulares (una compensación que pagamos todos por el mayor coste de generación en las islas). El peaje de acceso se deriva a las empresas distribuidoras y lo establece el Ministerio de Industria, Energía y Turismo.
  4. “Datos de interés”: en esta sección se informa del importe que la empresa comercializadora paga a la empresa distribuidora de energía por el acceso a la red, de acuerdo con la normativa (los precios se publican en el Boletín Oficial del Estado).

Finalmente, la factura incluye unos últimos apartados con información útil sobre la posibilidad de cambiar de tarifa, la web donde consultar y comparar las ofertas de las diferentes comercializadoras de energía eléctrica, información sobre el bono social para consumidores vulnerables, y un gráfico con el origen e impacto ambiental de la electricidad consumida, según de qué fuente de generación proceda.

El dato es sorprendente, pero no deja de ser cierto: casi la mitad de las familias españolas no saben leer correctamente la factura de la luz. Así lo confirma un estudio elaborado el pasado mes de mayo por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), en el que el 46,6% de los encuestados aseguraron no entender su recibo eléctrico. El porcentaje se reduce en el caso de aquellos que no entendían (ni entienden) sus facturas de gas natural, aunque el dato continúa siendo bastante alarmante: el 34,8%.

Pero, ¿realmente es tan difícil de leer una factura energética? A priori puede parecer que sí, dado que el coste total se fragmenta en diferentes conceptos, pero una vez que se conoce a qué corresponde cada importe, todo resulta mucho más sencillo.