Eléctrico disruptivo diseñado desde una hoja en blanco: este es el Lexus RZ 450e

El Lexus RZ 450e estrena plataforma creada ex-profeso para explotar un corazón eléctrico, sin contemplaciones. Gran batería, tracción a las cuatro ruedas, dirección completamente electrónica sin conexión entre el volante y las ruedas, y una serie de tecnologías orientadas al confort nunca vistas definen a la nueva referencia de los SUV grandes con espíritu sostenible.

La inercia del mercado de los vehículos completamente eléctricos es imparable, pero plantea ya los primeros problemas de juventud: errática atención postventa, merma de autonomía y prestaciones que afloran en función de la intensidad de la carga, o elevado coste de los recambios, lastran en mayor o menor medida a las primeras decenas de miles de vehículos “EV” matriculados en España desde el año 2018, primero en la serie histórica con una cuota superior al 0,1% del mercado. 

Así que ayudado por los menores tiempos de desarrollo que requiere la industria automovilística hoy en día, y aupado por el conocimiento que otorgan más de 15 años dedicados a la electrificación —mayormente híbrida—, las marcas del grupo Toyota han comenzado a lanzar modelos concebidos como coches eléctricos puros, abordando los problemas desde el origen. Y aunque el grupo no descarta ninguna tecnología de propulsión, para Lexus en Europa queda reservado el papel de embajador 100% eléctrico para 2030, siendo su primer hito en la agenda el recién lanzado RZ 450e. 

Plataforma flexible: cinco elementos para encontrar la fórmula ideal

De la combinación de una serie de módulos delantero, trasero, central, motor y batería, nacen los modelos que adoptan la plataforma e-TGNA. Cada uno permite diferentes grados de libertad para diseñadores e ingenieros, y así es como se ha compuesto el nuevo RZ 450e. Un automóvil cuyos 4,80 metros de largo, 1,89 de ancho, 1,65 de alto y 2,85 metros de distancia entre ejes, otorgan gran espacio interior y de maletero, y muchas menos limitaciones que antaño.

Para empezar porque no hay motor delante y ello ha permitido reducir la altura del capó significativamente, así como adelantar las aletas delanteras hasta integrarlas visualmente con la calandra. Es el “Spindle Body”, o doble punta de flecha, que en el RZ 450e se expresa con mayor evidencia que en sus hermanos híbridos llegando a la máxima personalización con la pintura bitono opcional, que fluye desde el techo acristalado, baja por la luna delantera y se una a la parte superior de la calandra tridimensional.

La silueta lateral hace valer la enorme distancia entre ejes en relación a la longitud, con ruedas de 18 o 20 pulgadas muy pegadas al paso de rueda para favorecer la aerodinámica, y colocadas en los extremos de la carrocería. En la misma línea, el gran alerón trasero contribuye al fino trabajo de diseño y sirve para incrementar la estabilidad del RX 450e. Aunque, para fino, el listón LED que une los dos grupos ópticos traseros: una nueva muestra de simplicidad y buen diseño. 

Si por fuera llama la atención, por dentro el concepto hospitalario japonés “omotenashi” y su ejecución mediante materiales nobles tratados con el respeto que aportan auténticos artesanos “takumi”, se siente en cada detalle y en la técnica que lo sustenta. El techo de cristal, se convierte en mate con solo pulsar el botón que aplica una corriente a una lámina de cristal líquido colocada entre dos capas de vidrio. Los guarnecidos interiores marcan sus líneas con iluminación puntual “In-ei”. El puesto de conducción, alcanza un nivel superior de significación con el concepto “Tazuna” que conecta al jinete con su caballo con pequeñas insinuaciones del cuerpo sobre la silla y las riendas… ¡tal y como se comporta el futurista mando de la dirección “Steering Yoke”!

Novedad mundial indiscutible, el One Motion Grip de Lexus combina la dirección eléctrica sin conexión física con la cremallera, con una suerte de volante aligerado de todo el aro que le sobra por encima y por debajo de los brazos horizontales. Un elemento chocante pero que pasa desapercibido porque no hay que manosearlo en ninguna circunstancia, y permite ver la instrumentación totalmente. Con solo mover el volante 150 grados, las ruedas devuelven el máximo ángulo de giro en parado o a baja velocidad. Por contra desarrolla el mínimo giro en autopista o incrementa su rapidez en conducción lúdica en una carretera de curvas. 

Porque el Lexus RZ 450e es eléctrico, pero también atractivo cuando se conduce. Es una máxima en su concepción. Apoyado en un paquete de baterías de 71,4 kW y 96 celdas, colocadas bajo el suelo del habitáculo, favorecen un reparto de pesos óptimo y un centro de gravedad bajísimo. Pero es que además, con motores eléctricos en cada eje (e-Axle) y la funcionalidad de poder enviar más o menos par a cada rueda de forma independiente, maximiza el agarre y la tracción en cualquier condición: recta, curva o mal firme. Se trata del sistema Direct4: todas las ventajas de la tracción, la propulsión o el 4x4, ejecutadas de forma transparente para el conductor y más rápido que cualquier sistema mecánico, cambiando constantemente en función del ritmo el trazado o la condición del asfalto. 

Nuevo Compromiso con la batería: 10 años sin merma de autonomía

Bien construido, con lo último en gestión dinámica y una notable preocupación por el confort y el agrado de conducción, el Lexus RZ 450e estaba obligado desde su concepción con otros familiares del grupo, a no ser un esclavo de la autonomía. O al menos, de la autonomía que uno espera encontrar siempre. Dotado de un gestión de energía (BMS) único en la industria, Lexus se permite ofrecer un millón de kilómetros o diez años desde su matriculación, con una merma de la batería inferior al 10%. Quiere esto decir que a falta de datos oficiales, un Lexus RZ 450e tendrá más de 400 kilómetros de autonomía hoy… y en buena parte de su vida útil, a condición de realizar el mantenimiento oficial en los centros Lexus. Una oferta única que hasta el momento nadie se atreve a igualar, pero que encaja a la perfección con el tipo de oferta redonda que se espera desde lo más alto de la industria japonesa: concepción responsable, producción inteligente y servicio excepcional.