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Escuelas más verdes para un mundo más sostenible

Cristina Castañer

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¿Es posible aprender buenos hábitos para cuidar el entorno en una clase de gramática? ¿Cómo enseñar los números decimales y a la vez entender el uso responsable de los recursos naturales? La respuesta es sí. Así funciona Naturaliza, el proyecto de educación ambiental de Ecoembes con el que alumnos de Primaria, de 1º a 6º curso, refuerzan sus asignaturas de Lengua, Matemáticas, Ciencias Sociales y Ciencias Naturales con contenidos a favor de un mundo más sostenible.

Mil docentes de todo el país ya participan en esta iniciativa, que arrancó con el inicio del curso escolar con casi 500 centros inscritos, y que ha seguido de manera virtual con el cierre de los colegios gracias al compromiso de los profesores y el apoyo de las familias. Aída Presa imparte contenidos de Naturaliza en el Colegio Raimundo de Miguel, en Belorado (Burgos) y entiende la importancia de “impulsar valores de respeto a la naturaleza y, sobre todo, el sentimiento de ser parte de ella”. Para Inmaculada Vergel, profesora en el Colegio Maestro Padilla de Madrid, en las aulas “hay más compromiso con la reutilización y el reciclaje de materiales, y mayor sensibilidad hacia el medioambiente”. 

Artículos y adjetivos explicados a partir de las funciones de animales y plantas en los ecosistemas o estudiar la Historia de España en la Edad Contemporánea relacionando nuestros modos de vida actuales con el riesgo de colapso ambiental. Todo ello mediante dos pedagogías activas como son el aprendizaje cooperativo y el aprendizaje basado en proyectos. 

Además de los conocimientos que se imparten en las clases, el proyecto propone salidas al entorno –cuando la nueva normalidad lo permita- con actividades como ‘En busca de un municipio sano’ o ‘Nuestro barrio sostenible’ para que los alumnos apliquen la teoría también con la práctica en su ámbito más cercano. De esta manera se fomenta un vínculo con la naturaleza, fundamental para el desarrollo de una conciencia ambiental. “Vivimos en y de la naturaleza, y eso requiere que sepamos hacer un uso adecuado de la misma”, señala Yasmine Kayali, docente Naturaliza del Centro Luyferivas, en Rivas-Vaciamadrid. 

Profesores que despiertan conciencias

Los profesores interesados en llevar una mirada verde a sus aulas ya pueden sumarse a este aprendizaje ambiental activo de cara al curso 2020/21. El plazo de inscripciones para la Escuela de Docentes de Naturaliza está abierto y ofrece formación gratuita online durante los 365 días del año. Además, cuenta con las herramientas necesarias y el asesoramiento experto de educadores ambientales que les acompañan durante todo el proceso de transformación y que están siempre disponibles tanto por email como por teléfono para ayudarles a resolver las dudas que les puedan ir surgiendo en el día a día. Los profesores reciben una formación de 30 o 40 horas de duración, que tendrán que realizar en un periodo de cinco meses y que podrán adaptar a sus necesidades particulares. 

La web de Naturaliza cuenta además con un apartado donde compartir experiencias a través de charlas inspiradoras. Como la del maestro y psicopedagogo italiano Francesco Tonucci, que invita a crear una nueva escuela que inspire a los más pequeños a encontrar su propia voz para convertirse en ciudadanos críticos, o la ponencia de la pedagoga y presidenta de la Red Española de Aprendizaje-Servicio, Roser Batlle Suñer, que anima a niños y niñas a implicarse en su comunidad, al tiempo que mejoran sus conocimientos y habilidades.

Enseñanzas ambientales de la pandemia

9 de cada 10 jóvenes españoles aseguran que hay que tener en cuenta los problemas ambientales para afrontar la crisis generada por el coronavirus. Esa es una de las conclusiones que se desprenden del estudio “Jóvenes, educación y medioambiente” realizado por More Than Research para Naturaliza. Y es que, al igual que la del coronavirus, la crisis climática exige respuestas solidarias y coordinadas:

  • Un respiro para el planeta: Si las medidas para prevenir el contagio han impactado positivamente sobre el medioambiente (reducción de las emisiones de CO2, renaturalización de algunos espacios…), queda demostrado que es posible revertir el calentamiento global cambiando nuestros hábitos diarios basándonos en un consumo responsable.
  • Inversión e investigación: La carrera por encontrar una vacuna para derrotar a la enfermedad, es la prueba de que se puede actuar en tiempo récord ante la amenaza de un enemigo común como lo es también el cambio climático. 
  • Valores en confinamiento: Pasar más tiempo de calidad con la familia, el respeto a los mayores y el aprecio a la naturaleza son aprendizajes para ganar en respeto y empatía. Un cambio de prioridades que también puede aplicarse para entender la importancia de la biodiversidad de la Tierra, más aún en el Día Mundial el Medioambiente que, este año, destaca su valor para los ecosistemas
  • Reconectar con la naturaleza: En necesario volver a interaccionar con nuestro entorno y entender que dependemos de él para hacer frente a agentes externos que pueden ponernos en peligro.  

Nos encontramos ante un momento único para construir un mundo más sostenible, en el que es vital la implicación de toda la comunidad educativa para, como asegura Francesco Tonucci en su reciente encuentro con Naturaliza, “crear una nueva escuela en la que se inspire a los más pequeños a encontrar su propia voz, desarrollar sus vocaciones y convertirse en ciudadanos críticos”.