Innovación y emprendimiento, el tándem definitivo para impulsar la economía circular

Elena Horrillo

No hay duda de que el concepto -y la aplicación- de la economía circular está en alza en España. Este modelo, que prima el aprovechamiento de recursos y la reducción del empleo de materias primas, se fundamenta en una base colaborativa que afecta al conjunto de la sociedad, empezando por los propios ciudadanos, que abandonan su papel de solo consumidores y se involucran en un modelo de participación y responsabilidad común. 

Y, en este camino, la comunidad de startups y emprendedores no ha querido quedarse atrás, siendo cada vez son más los que orientan sus conocimientos, así como su capacidad de innovación y tecnología, para hacer del reciclaje, uno de los ejemplos más tangibles de economía circular, un proceso más eficiente de principio a fin. 

Pero ¿cuál es el principio en el ciclo del reciclaje?

Cuando el ciudadano deposita sus envases de plástico, sus briks o latas en el contenedor amarillo, empieza todo un proceso que, aunque no siempre se vea, cuenta con los últimos avances tecnológicos para conseguir, precisamente, el objetivo del ciudadano: que esos envases sean reciclados. 

Para ello, miles de camiones se dedican a la recogida de los contenedores de la calle para trasladar los residuos a las correspondientes plantas de selección. En este paso, los datos cobran cada vez más importancia para tomar decisiones que hagan las rutas de recogida más eficientes. En este terreno trabaja Piperlab, una startup especializada en big data que ha creado un programa para el proyecto Smartwaste, desarrollado por Ecoembes en colaboración con Minsait, con el finde hacer previsiones de llenado de los contenedores: al maximizar los kilos recogidos, se, optimizan  las rutas de recogida y, por consiguiente, se reducen costes y emisiones, y que se ha llevado el premio CEL 2020 en cuanto a logística sostenible. “Los resultados arrojan reducciones de tiempos de ruta entre un 15%-30%, (equivalente a 37-75 jornadas de trabajo) que, además, suponen una disminución de las emisiones ambientales de entre 11-21 toneladas de CO2 o 4-7Kg de NOx anuales por camión”, asegura Esther Morales, socia y directora de Desarrollo de Negocio de Piperlab.

Tras esa fase de recogidas, los envases de los cerca de 384.000 contenedores amarillos que hay en España se llevan a las plantas de selección, donde se separan por tipo de material, hasta alcanzar siete fracciones distintas que, posteriormente, se trasladarán a una empresa recicladora para que puedan ser convertidos en nueva materia prima.

Justo en esa fase de clasificación que tiene lugar en las plantas interviene Pixelabs, otra startup que utiliza un sistema de visión artificial, con varios puntos de control, que emplea cámaras de alta precisión y tecnología deep learning para reconocer los envases que pasan por cada fase llevada a cabo en la planta. Se trata, en definitiva, de cámaras que, aunque pueda parecer ciencia ficción, van aprendiendo de forma automática para detectar características concretas de los objetos como, por ejemplo, el tipo de material, haciendo que el proceso de clasificación sea mucho más eficaz y preciso. “Los nuevos avances en gestión de residuos actualmente están creciendo y la digitalización de los procesos empieza a ser muy importante, ya no solo por el impacto positivo directo en el medioambiente, sino por la optimización del propio proceso”, sentencia Alma Pérez, responsable de Comunicación de Pixelabs. 

Pero la tecnología no solo permite que haya una mayor eficiencia en la separación que realizan las plantas, también una mayor eficiencia en el plano energético. Aquí entra en juego el trabajo de otra startup como Eficen que, a través de modelos matemáticos y dispositivos de IoT interconectados con sensores instalados en la planta, obtienen los llamados ‘algoritmos de optimización y modelización’ que, por ejemplo, les ayuda a analizar sus consumos energéticos y a buscar posibles actuaciones para mejorarlos. Tal y como dice su director, Rafael Soriano, “el margen de mejora que existe en las plantas de tratamiento de envases pasa por incorporar nuevas tecnologías que mejoren la productividad y la eficiencia de sus sistemas convencionales de producción y de gestión”. Todo ello con la idea de aprovechar al máximo todos esos envases que, en el siguiente paso, se convertirán en recursos.

Todas estas empresas han obtenido el sello goCircular Pass que premia la labor de las startups que trabajan cada día por conseguir un futuro circular. Este reconocimiento, creado por TheCircularLab, el centro de innovación abierta en materia de economía circular de Ecoembes, quiere reconocer el trabajo de los emprendedores que buscan conseguir y acelerar la transición hacia la economía circular.