Los niños de Niger son unos de los más vulnerables del mundo. A la malnutrición, el matrimonio infantil y el difícil acceso a la educación se le ha sumado ahora la crisis del coronavirus. Muchas madres han dejado de llevar a sus hijos al médico por miedo al contagio y esto ha hecho que los niños pierdan vacunas esenciales como la polio o el sarampión.“Si no se toman medidas urgentes, pueden morir 6.000 niños al día como consecuencia de la covid”, afirma comunicador y fotoperiodista de UNICEF en el país africano, Juan Haro.
Y no solo la salud, cuanto más tiempo tarden los niños en volver al colegio más difícil será que vuelvan a estudiar. “Va a haber más índices de matrimonio infantil y se van a tomar decisiones en el seno de las familias que van a afectar a los niños”. La clave, según cuenta el periodista, es un difícil equilibrio entre medidas las sanitarias y el impacto social y educativo que tendrán en el bienestar de estos menores. Y concluye: “Si dejamos lo dejamos de lado, esto puede tener un impacto más grande de lo que lo va a tener el covid”.