Divorcio total entre Endesa y su plantilla de operaciones en las centrales herreñas
La vista celebrada en la mañana de este lunes en el Juzgado de lo Social Nº 3 de Santa Cruz de Tenerife, por una reclamación de cantidad de los 18 empleados de operación de Endesa en El Hierro, no ha servido sino para alejar más las posiciones entre los demandantes y la empresa, cuyo abogado se negó de plano a aceptar las peticiones de los trabajadores.
Resultó inútil que en una vistilla de conciliación previa el Letrado de la Administración de Justicia les advirtiera de que la posible sentencia del juicio podría ser recurrida, y una solución definitiva tardara en llegar más de un año y medio.
La reclamación asciende a 200 euros/mes por trabajador, aproximadamente 200.000 euros en total, desde que entrara en funcionamiento Gorona del Viento (junio de 2015) y ya no sólo tuvieran que hacer funcionar la central de Llanos Blancos sino ocuparse también de la hidroeólica, multiplicando el número de operaciones (de 2.144 en el año 2014 a más de 9.000 en 2016) y asumiendo funciones nuevas.
No se trata sólo de la carga de trabajo, los demandantes explicaron que realizan tareas de superior categoría “como acredita un informe del Comité de Empresa y los correos electrónicos con órdenes que aportamos”, partiendo del hecho de que el contrato que tienen es específico para la central de Llanos Blancos y no para Gorona del Viento.
“Estamos reclamando una diferencia salarial que según el convenio debe ser atendida desde que haya un sólo día en el que el trabajador realiza una función de superior categoría a la que le corresponde”, remarcó el abogado demandante.
Y luego puso el acento en que no hay ningún cargo intermedio entre el responsable de la central (categoría 0) y el resto de los trabajadores (categoría 4). De modo que es evidente que existen momentos en los que realizan funciones superiores y por tanto tienen derecho a percibir la diferencia salarial según estipula el convenio.
Pero el divorcio es total entre la plantilla de operaciones de Endesa en El Hierro, que tiene claro que si se negara a ejecutar acciones correspondientes a operarios de superior categoría se paralizaría Gorona del Viento, y la empresa, cuyo abogado comenzó diciendo que “no hay acuerdo por lo que se pide y cómo se pide”.
Consideró por su parte que en todo caso estaríamos “ante un irregular encuadramiento de sus puestos de trabajo (de nivel 4 a nivel 3) y no ante una reclamación de cantidad. Y la solución a esa petición requiere un procedimiento especial que no se ha seguido”.
Dijo además que la carga de la prueba correpondía a la parte actora (los demandantes) “que deberían acreditar que han realizado todos los días, y todos los trabajadores, las funciones que dicen haber desarrollado. Y difícilmente podrán hacerlo puesto que hay incluso dos de ellos que fueron contratados en mayo de 2017”.
El abogado de Endesa explicó que “las funciones de los operarios de las categorías 3 y 4 son muy parecidas, prácticamente se diferencian sólo en que unos tienen personas a su cargo y los otros no. Y El Hierro es una central de tipo C en la que eso no ocurre”.
Señaló que con la entrada en funcionamiento de Gorona del Viento se amplió la plantilla de Endesa en la Isla, pasando de 12 a 18 trabajadores, y de seis turnos de dos personas a seis turnos de tres operarios. “Pero las funciones que realizan son las mismas que antes en Llanos Blancos”, por lo que pidió que fuera íntegramente desestimada la demanda.
Con él coincidió Juan Luis Padrón Morales, responsable de la central de Llanos Blancos desde hace 19 años y delegado del contrato de operaciones de Gorona del Viento (propiedad en un 23% de Endesa), manifestando que “las funciones de los trabajadores son exactamente las mismas”, aunque dijo igualmente que todos tienen la condición de “preventivos” y que “nos ayudan” a realizar funciones que podrían considerarse de superior categoría.
La situación se vuelve particularmente tensa, a la espera de que en 3 ó 4 semanas se dicte una sentencia que ninguna de las partes tiene pinta de aceptar, con unos trabajadores (acudieron al juicio los 10 que pudieron) que tienen claro estar realizando tareas que no les corresponden y sin las que Gorona no funcionaría; y además particularmente enfadados con algunas de las respuestas que daban sus superiores en la vista.
0