España es un país ruidoso. Aunque la repetida versión de que es el segundo más ruidoso del mundo -solo superado por Japón- probablemente no sea más que un bulo, los altos niveles de ruido son reales. Unos niveles que, en general, son proporcionales al tamaño de cada ciudad: cuando más grande es el conglomerado urbano, mayores resultan los índices de ruido.
De hecho, la contaminación acústica afecta de forma significativa al 76% de la población española, según el Estudio del Ruido, de 2018, desarrollado por la organización ECODES, con el apoyo del Instituto DKV y la empresa GAES. Para el 30% de la población, en tanto, tal contaminación resulta “muy frecuente y molesta”.
El ruido y sus consecuencias en el sueño
El ruido constituye el segundo factor de estrés ambiental más dañino en Europa, solo superado por la contaminación del aire por partículas finas. Así lo explica la Agencia Medioambiental Europea. Según sus datos, el ruido ambiental produce en España al menos 1.100 muertes prematuras y 4.100 hospitalizaciones cada año, y es la causa, además, de que alrededor de 2,3 millones de personas tengan problemas para dormir. Es decir, una de cada veinte personas.
En general, el tráfico urbano es el máximo responsable de la contaminación acústica, seguido por los ferrocarriles, el tráfico aéreo y la industria. Pero los problemas para dormir también se deben a muchas otras fuentes de ruido: desde los bares y discotecas hasta la música y otros sonidos provenientes de las casas vecinas... y hasta los ronquidos de la pareja.
Dormir mal y menos tiempo de lo adecuado genera una larga lista de efectos perjudiciales, que incluyen cansancio, estrés, irritabilidad, sobrepeso e incluso una más baja esperanza de vida. Por ello, no es extraño que muchas personas decidan dormir -en ocasiones aisladas o de forma sistemática- con tapones en los oídos.
Tipos de tapones para dormir
Existen distintos tipos de tapones para dormir, que difieren en el material con el que están elaborados, en su forma y en su eficacia. Los de mayor calidad son los de silicona blanda, que se adaptan al canal auditivo y reducen en un buen porcentaje el ruido que llega a la persona que los usa.
Se recomienda que sean hipoalergénicos, suaves y dúctiles, sobre todo cuando se han de usar de manera cotidiana, debido a la existencia de una fuente de ruido cercana (carretera, aeropuerto, discotecas, etc.) o a que han de emplearse para dormir durante el día.
Los tapones de espuma blanda se comprimen al apretarlos con los dedos y, una vez dentro del oído, se expanden hasta bloquear el conducto. El problema es que no se adaptan con tanta facilidad y puede ser complicado colocarlos bien. Y luego están los tapones de cera, que se adaptan con facilidad a la forma de cada oído pero no son tan efectivos para bloquear los ruidos.
Cuidados en el uso de tapones para dormir
Entonces surge la duda: ¿conlleva algún riesgo dormir con tapones en los oídos? ¿Puede generar problemas? La respuesta es que no, siempre y cuando se cumplan una serie de medidas de prevención y se respeten las indicaciones de los fabricantes. Los principales cuidados que se deben tener son los siguientes.
1. Cuidar la higiene de los tapones
Parece obvio, pero no siempre hacemos todo lo necesario por mantener la higiene de los objetos de uso personal. Los tapones reutilizables hay que lavarlos con frecuencia, utilizando agua y jabón, y guardarlos luego en un sitio fresco y seco. Si es nociva la presencia de hongos y bacterias en cualquier producto que esté en contacto con el cuerpo, mucho más en el caso de estos adminículos, que se colocan en el interior del conducto auditivo.
2. Evitar las acumulaciones de cerumen
Además de la higiene de los tapones, es fundamental evitar los excesos de cerumen. Esta es una sustancia natural que desempeña un importante papel dentro del canal auditivo, pues lo lubrica y protege. Pero al ser empujado hacia el fondo del conducto por los tapones para dormir, el cerumen puede presionar el tímpano, con el riesgo de dañarlo (además de perjudicar la audición).
3. Elegir los tapones apropiados
Además del tipo de tapones, se debe prestar especial atención a su tamaño. Si son demasiado grandes pueden ocasionar dolor, ya que al dormir de lado (la postura más recomendada para un sueño de calidad) todo el peso de la cabeza se apoya sobre uno de los oídos. Y si son muy pequeños, puede que no sean tan efectivos, y además existe el riesgo de que se cuele muy dentro del oído y se requiera de ayuda para retirarlo.
4. Quitárselos con suavidad
Sacar el tapón del oído muy rápido o con brusquedad puede generar un efecto de vacío en el interior del canal auditivo, y esto puede ocasionar daños en el tímpano. Por eso, la recomendación es extraerlo con suavidad. Incluso se puede presionar ligeramente el tapón antes de quitarlo, para ayudar en la prevención de ese efecto.
5. Acudir al médico ante cualquier eventualidad
Lo aconsejable es consultar con el otorrinolaringólogo antes de tomar la decisión de usar de manera sistemática tapones para dormir, para asegurarse de que no existan excesos de cerumen u otros posibles factores de riesgo. Y también luego, si se advierte cualquier tipo de dolor, molestia o dificultad.
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