Después de argumentar que el PP era el partido más transparente de la historia, que sus cuentas son “conocidas por toda España”, que “han hecho un striptease” integral, el PP ha presentado una denuncia contra “Anonymous” por difundir su contabilidad por Internet. Les acusan de un delito de revelación de secretos y lo peor es que con la ley en la mano es posible que un juez dé la razón al PP. Es lo que tiene vivir en uno de los países con la legislación de protección de la privacidad más estricta de Europa, pero sin ley de transparencia. A pesar de que el 90% de los ingresos del partido provienen del dinero público, los contribuyentes no tenemos derecho a acceder a esa información. Se supone que tal cosa cambiará con la futura ley de transparencia, esa que llegará tarde y mal, pero por ahora el PP demuestra su buena voluntad denunciando a quien corresponde para proteger sus miserias por medio de la amenaza y la opacidad.
Todo muy transparente. Tan transparente como la letrina de una gasolinera.
Mientras el PP no tarda ni 24 horas en presentar una querella contra quienes publican su contabilidad oficial, sus abogados aún no saben qué hacer con El Mundo, ese diario al que ni siquiera se atreven a nombrar. Ya hay dos tabús en Génova 13: no se pueden pronunciar en voz alta ni las palabras “Luis Bárcenas” –el nuevo Voldemor del PP– ni tampoco “El Mundo”, rebautizado en sus comunicados como “un medio de comunicación” porque señalar es de muy mala educación y Pedro J. se puede enfadar.
La situación del Partido Popular sería insostenible en un país normal y con un presidente del Gobierno normal, uno que no crea que siempre basta con aguantar para ganar. En Suecia, una vicepresidenta del Gobierno dimitió por comprar un Toblerone con el dinero de los contribuyentes. En España la lista de abusos es tan grande que hasta ese falso “pony” pagado con el dinero de los contribuyentes puede pasar por real.
Después de argumentar que el PP era el partido más transparente de la historia, que sus cuentas son “conocidas por toda España”, que “han hecho un striptease” integral, el PP ha presentado una denuncia contra “Anonymous” por difundir su contabilidad por Internet. Les acusan de un delito de revelación de secretos y lo peor es que con la ley en la mano es posible que un juez dé la razón al PP. Es lo que tiene vivir en uno de los países con la legislación de protección de la privacidad más estricta de Europa, pero sin ley de transparencia. A pesar de que el 90% de los ingresos del partido provienen del dinero público, los contribuyentes no tenemos derecho a acceder a esa información. Se supone que tal cosa cambiará con la futura ley de transparencia, esa que llegará tarde y mal, pero por ahora el PP demuestra su buena voluntad denunciando a quien corresponde para proteger sus miserias por medio de la amenaza y la opacidad.
Todo muy transparente. Tan transparente como la letrina de una gasolinera.