Vingegaard ya no es segundo
Jonas Vingegaard es el nuevo líder del Tour de Francia. Después de la etapa de transición de este martes, resuelta en la fuga por Magnus Cort Nielsen -el de 2022 pasará a la historia como el Tour de Dinamarca, con permiso de los inefables Bjarne Riis y Michael Rassmussen-, el corredor del Jumbo-Visma ha destronado a Tadej Pogačar, que hasta ahora había escalado más que nadie, contrarrelojeado más rápido que los rivales y volado sobre los adoquines de Arenberg.
La victoria en una etapa alpina de bella factura se ha basado en una filosofía -ser segundo está genial pero nadie lo recordará en unos años- y en una estrategia de equipo partiendo de la base de que la escuadra neerlandesa -antes Rabobank- es muy superior al UAE siempre y más si el antiguo Lampre está diezmado con casos de COVID-19.
La etapa -corta pero no por ello menos dura- tenía tres colosos. El Telegraph, el Galibier y el Granon. En la primera cima quedaban todavía decenas de kilómetros para la llegada y dos horas de esfuerzo en plena ola de calor y con zonas por encima de los 2.000 metros. En un ciclismo que se ha habituado a contemporizar para amarrar puestos y a ataques en los últimos kilómetros -o metros-, el equipo Jumbo-Visma ha optado por arrancar al coronar el primero de los tres puertos, forzar una bajada rápida y, desde la base del Galibier, asaetear al líder.
Quedarán para la historia los uno, dos, tres, cuatro, cinco y así hasta el infinito demarrajes de Vingegaard y su compañero Primož Roglič, quien se ha sacrificado por el colectivo y que haría bien en preparar la Vuelta a España. Pogačar cazaba a uno y, sin tiempo para recuperar, tenía que saltar a por el otro para no quedarse descolgado. Solamente la llegada por detrás de su compañero Marc Soler ha podido neutralizar este plan, si bien justo antes de que entrara en el grupo de los favoritos han vuelto a acelerar la carrera para dificultar la respuesta del UAE.
Las consecuencias de ese sobresfuerzo las ha pagado ya en la subida final. No era la más exigente de la jornada -el Galibier siempre es el Galibier- pero ha terminado por sacar la debilidad de un líder que llevaba tres años ganando donde y como quisiera. En Vingegaard hay un líder sólido y bien arropado -Van Aert, Kuus y más efectivos están a su disposición, más ahora que Roglič ya ha quedado fuera de la lucha para la general-, aunque su antecesor en el trono todavía querrá resarcirse. En medio de los dos se ha colado un muy serio Romain Bardet, que como Nairo Quintana está creciendo con el paso de los días. Enric Mas se ha hundido y Geraint Thomas parece en tierra de nadie después de haber acompañado a los Jumbo-Visma y a Pogačar.
Este jueves es 14 de julio, fiesta nacional de Francia. La organización ha preparado una jornada corta (165 kilómetros) pero con otros tres colosos. De nuevo el Galibier, la Croix de Fer y fin de fiesta en el mítico Alpe d'Huez.
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