La cultura no entiende de idiomas ni de géneros, de fronteras ni de espacios. La cultura es un idioma universal que cada uno habla a su forma y cada cual entiende a su manera. Cultura con c y con k, masculina y femenino. Cultura en el idioma universal. Kulturo!
Gángsters de cine
Ellos son la esencia de un género que siempre ha gustado tanto. Se han movido por la codicia, por la ambición, por sus creencias, por defender a sus familias, a sus negocios sucios, por hacer de las calles su justicia y su ley; ellos son los reyes de sus ciudades y son los gángsters, capos o mafiosos del cine.
Desde ‘El Padrino’ hasta hoy han sido miles los que se han puesto en la piel de los amos de la mafia, pero sólo unos pocos tienen el privilegio de ser recordados, unos lo harán por sus papeles fundamentales en las películas, otros por mitificar escenas del séptimo arte y otros incluso por hacernos reír y pasar buenos momentos. Suscitan odio, admiración y envidia entre el público, y no hay duda de que cuando se presenta uno de gran figura, no deja indiferente a nadie.
Evidentemente si hablamos de mafia y familia, nos viene a la cabeza el Don, el más grande por excelencia, ‘El Padrino’, el admirado Vito Corleone. Y pensar en él es pensar principalmente en el gran Marlon Brando, su actuación son palabras mayores, marcó una época y un punto de inflexión en el cine, suponiendo la modernización del mismo, su figura sin duda es la más influyente del género, su sombra es demasiado larga y el resto de gángsters vivirá eternamente bajo la suya probablemente, y eso que hemos encontrado más que dignas actuaciones y dignos sucesores. Entre estos últimos hallamos a Robert de Niro, quien interpretó de manera formidable la juventud del capo en sus inicios, lo cual le valió el Oscar, pero que sin duda queda relegado a un segundo plano por el Vito veterano. Lo mejor de todo esto es que el patriarca de los Corleone no venía sólo, sus hijos eran su debilidad, sus pilares y su razón de ser: Al Pacino (como Michael Corleone), James Caan (Sonny o Santino), John Cazale (Fredo) o Robert Duvall (Tom Hagen) no sólo formaban parte de su círculo de confianza, sino que consiguieron engrandecer la cinta y ensalzar la figura de Francis Ford Coppola hasta mitificarlo.
Tras Marlon Brando y su Don Vito, nos encontramos a un heredero de su misma sangre, al Michael Corleone de la segunda parte de ‘El Padrino’; si en la primera ya hizo un trabajo fabuloso, sólo queda decir que en esta segunda recoge el testigo de su padre para convertirse en el patriarca de la familia y llevar sus negocios, afianzándose en este papel. Y es que si algo bueno nos dejó esta trilogía, que fueron muchas cosas, es entre otras un actorazo como Al Pacino. Un talentoso de la interpretación que nos ha dejado más de un gangster en su extensa filmografía como por ejemplo su Tony Montana de ‘Scarface’, elevado a la categoría de mito del cine, y no es de extrañar. El film de Brian de Palma se convirtió en película de culto gracias a las grandes frases y escenas del sanguinario cubano de Miami. Su mal hablado personaje ha dejado expresiones como: “Soy Antonio Montana, un preso político de Cuba y exijo mis jodidos derechos humanos… ”, “Soy Tony Montana, querer joderme a mí, es querer joder al mejor” ó “¡Saluden a mi pequeño amiguito!” (Say hello to my little friend! en inglés); y escenas como la de su personaje sentado en una mesa con una montaña de coca delante suyo o con metralleta en mano acabando con todo lo que se mueve. Tras estos dos personajes vinieron otros importantes en su carrera, pero sin la misma relevancia. Volvería a repetir con Brian de Palma de director en ‘Atrapado por su pasado’, interpretando al narcotraficante Carlitos Brigante. Ese no fue su único personaje de mafioso en los 90, ‘Donnie Brasco’ junto a Johnny Depp, ‘Dick Tracy’ junto a Warren Beatty y Madonna y la tercera entrega de ‘El Padrino’ completaron el póker de películas de mafiosos en esa década. Tras esos films, Pacino volvió hace pocos meses con Christopher Walken y Alan Arkin al género con ‘Tipos legales’, una de mafiosos en la tercera edad.
Si hablamos de reyes de la mafia, sin duda alguna hablamos también del coloso Robert de Niro. No sólo ha sido la reencarnación joven de Vito Corleone, ha sido muchos más gángsters de la historia del cine. Entre sus papeles se encuentra ‘La última bala’ del cine de Sergio Leone, ‘Érase una vez en América’ donde nos cuenta la vida de un mafioso judío junto a James Woods y Joe Pesci en una densa obra maestra del cine. Pero antes de todo eso, Robert ya había comenzado su andadura en el mundo del hampa de la mano del maestro del género Scorsese en su ‘Malas calles’, que tras mostrarnos los bajos fondos de la urbe, junto a Harvey Keitel, volvió a repetir con el actor italoamericano en el momento cumbre de su carrera en la aclamadísima ‘Uno de los nuestros’, donde el bueno de De Niro queda eclipsado por un endiablado Joe Pesci, justo ganador del Óscar. Su asociación es sinónimo de éxito, pasó con ‘Toro salvaje’, con ‘Taxi driver’, con la nombrada ‘Uno de los nuestros’ y unos años después con ‘Casino’, donde Marty reunió lo mejor de su anterior obra gangsteril: Pesci, de Niro y Pileggi (guionista). En ese ‘Casino’, Scorsese pasaba de Nueva York a Las Vegas, mostrándonos el mundo de la mafia en la ciudad del juego y las luces. Su James Conway de ‘Uno de los nuestros’ y su Sam Rothstein de ‘Casino’ están a la altura de los mejores mafiosos cinematográficos; y a punto estuvo de interpretar el papel de Jack Nicholson en ‘Infiltrados’, pero los problemas de agenda le privaron de realizarlo. Antes de las dos obras de Scorsese de los 90, de Niro encarnó al gangster más conocido de la historia, Al Capone en el film de Brian de Palma ‘Los intocables de Eliot Ness’; aunque puede que éste no sea su mejor mafioso cinematográfico, nos regaló escenas como la del bate de béisbol en la cena; una pena no haber tenido una mayor y mejor presencia de su personaje, porque ciertamente ese nombre de mafioso merecía algo más. Pero no todo es seriedad y dramatismo en la obra de Robert, también hay momentos para la comedia y qué mejor manera de hacer reír que reírse de uno mismo. Todo lo que hizo con anterioridad en su filmografía de mafioso queda parodiado en ‘Una terapia peligrosa’ donde interpreta a Paul Vitti, el capo menos malo del cine; él y su psicoanalista Billy Crystal harán partirse de risa al público, tras ésta una secuela sin tanto éxito. En unas semanas De Niro volverá a la mafia en una película de Luc Besson con un título más que curioso para el género, ‘The family’.
Otro grande que no podía faltar en esta lista es el anteriormente citado Jack Nicholson, el actor de ‘El resplandor’ también ha interpretado a jefes y secuaces del hampa en más de una ocasión. Tal vez su experiencia en estos mundo no sea tan dilatada como la de Al Pacino y Robert de Niro, pero también nos ha dejado grandes momentos en el género. Primeramente con John Huston en la sobrevalorada ‘El honor de los Prizzi’, donde interpreta a Charley Partana un matón a sueldo de la nombrada familia; en ella vemos el amor y desamor gangsteril, el respeto hacia el clan y la honorabilidad. También nos quedó muy patente que un siciliano es capaz de comerse a sus hijos antes de desprenderse del dinero, o lo que es lo mismo, la pasta es la pasta. Tras hacer de matón para William Hickey, don Conrrado Prizzi, volvió al género 20 años más tarde para ya liderar su propia banda de irlandeses de Boston; Jack se puso a las órdenes de Martin Scorsese en lo que iba a ser un papel para De Niro y su interpretación fue fundamental para el éxito de la película. Su actuación causó división de opiniones, irritante para unos y fabuloso para otros (yo soy de este sector); en ella nos dejó frases y muecas para la eternidad y pudimos ver un doble juego por parte de policía y mafia, donde los malos se infiltraban entre los buenos y viceversa. Uno de los mejores thrillers de la década pasada y de la historia, con un reparto insuperable.
Si al principio del texto hablaba de Marlon Brando y su padrino, tampoco podía faltar otro grandísimo actor de la historia del cine que ya no está entre nosotros, Paul Newman. El actor de los ojos azules nos regaló en sus últimos años un personaje de la mafia, siendo ésta su última nominación al Oscar y gran actuación. Su participación en la preciosa ‘Camino a la perdición’ de Sam Mendes fue clave, él es el líder de una banda de irlandeses del norte de los Estados Unidos y uno de los mafiosos que mejor expresa sus sentimientos y su dolor con su mirada, esa mirada de alivio que nos dejó bajo la lluvia cuando supo que iba ser asesinado por su querido Tom Hanks (muy buena actuación); es una de las más bellas de la historia del cine. Un precioso cuento sobre el amor a la familia, que aunque parezca mentira no es más que una adaptación de un cómic. Paul Newman y su John Rooney ocuparán siempre un hueco en nuestro corazoncito cinéfilo.
Tras haber hablado de cinco de los mejores actores de la historia de Hollywood parece que todo lo que venga ya se quede pequeño, pero el cine también nos ha dejado otros buenos actores como Joe Pesci, un secundario de lujo en esto de la mafia, un actor del que apenas sabemos nada en estos últimos años, pero que en los 90 bordó sus papeles de ‘Uno de los nuestros’ y ‘Casino’ donde interpretó a Tommy DeVito y a Nicky Santoro respectivamente. Él nos dejó momentos míticos del género como en el que dispara a los pies del camarero de la mafia dándole en el pie, o en el que se carga por un calentón a un jefe del clan, con posterior entierro a paladas incluido. Él nos ha enseñado el lado más demencial de estos tipejos de manera genial.
Denzel Washington o Viggo Mortensen también nos han mostrado a esa clase de hombres en el cine, y sus personajes probablemente hayan sido los más diferentes del resto. El primero interpretó a Frank Lucas en el clásico moderno de Ridley Scott ‘American Gangster’, el director inglés muestra aquí su versatilidad añadiendo un género que le faltaba a su extensa filmografía. En ésta cinta, el afroamericano, se convierte en el padrino de Harlem, un capo que asciende sin hacer mucho ruido, empezando de chófer hasta hacerse con la ciudad gracias a su ‘Magia Azul’, esa droga que se encargaba de meter en el país vía Vietnam. Un placer muy satisfactorio de película. Viggo Mortensen mientras tanto, ese mismo año, nos traía una cinta de la mano de David Cronenberg y Naomi Watts, sobre el hampa ruso en Londres, ‘Promesas del este’. Su cuerpo tatuado, su actuación y la escena de la pelea en el balneario son dignas de ser recordadas. Una película a la que le faltan 20 minutos para ser una verdadera joya.
El camaleónico Johnny Depp también ha interpretado a hombres de su propia ley, encarnando así al infiltrado Donnie Brasco o al atracador más buscado John Dillinger. El multioscarizado Daniel Day Lewis nos mostró con una gran interpretación a uno de los mafiosos más antiguos y sanguinarios del cine, su carnicero de ‘Gangs of New York ‘ nos enseñó los primeros pasos y cómo se las gastaba este tipo de gente. Chazz Palminteri no podía faltar en esta lista, secundario de lujo y con papeles relevantes como en ‘Balas sobre Broadway’ de Woody Allen, donde su actuación le valió una nominación al Oscar, o en la ópera prima de Robert de Niro ‘Una historia del Bronx’, película con clara influencia de Scorsese.
Adrián Pena
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