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Si los Asturianos tienen su Patria, ¿por qué los Vascos, todos, no podemos celebrar la nuestra?

El Aberri Eguna es el día de la Patria Vasca. Ya el nombre es toda una declaración, aunque el PSE lo celebró desde 1936 a 1979. Un PSE que asumió el nombre de Euzkadi, el Himno y la ikurriña, pero iniciada la transición eso de Patria Vasca, les disuadió de seguir celebrándolo. No ocurre lo mismo en Asturias cuando cantan con entusiasmo a su comunidad como su Patria querida. Aquí el socialismo ha estado más al diktat de Madrid que al patio propio.

El Aberri Eguna como fiesta a celebrarse el día de Pascua de Resurrección, con el lema Euzkadi-Europa, nació en 1932 bajo la ejecutiva de Luis Arana Goiri, hermano de Sabino. Se querían celebrar las bodas de oro del enunciado de Arana como Euzkadi, Patria de los Vascos, y se eligió ese día con las claras connotaciones religiosas de la época, donde se hablaba de la Resurrección de un pueblo que perdía sus instituciones, su idioma, su genio civil. Fue un grandioso éxito con pesqueros en la Ría, desfile culminando en Sabin Etxea, discursos, comidas populares y mucho entusiasmo.

Los partidos republicanos lo asumieron como tal en plena guerra y esa fiesta reivindicativa se celebró en las cárceles, en la clandestinidad, bajo la dictadura. Todos aquellos años se esperaba la declaración del Gobierno Vasco sobre el lugar en el que se celebraría. En Gernika, en Iruña, en Gastez, en Bilbao, en Donosti, en los montes, encerrados en las casas, encerrados en casa por Franco como protesta… Era la fecha señalada donde además de estrenar ropa, ir a misa mayor, tener una buena comida, acudir a un estreno, tratar de poner la ikurriña en algún lugar, lo importante era el manifiesto político que el PNV, el PSE, ANV y los Republicanos emitían como termómetro y denuncia.

El Lehendakari en el exilio viajó clandestinamente a Gernika en 1974 y en la Casa de Juntas y bajo el Árbol dijo que la dictadura iba a acabar en breve y que había que prepararse para entregar la antorcha y organizar el país democráticamente, además de condenar una violencia que la incipiente ETA comenzaba a aumentar en sus acciones. Aquellas fuerzas institucionales querían contrarrestar el señuelo de la violencia terrorista.

Muerto Franco en 1975 el Aberri Eguna, que iba a ser la gran fiesta de todas las fuerzas políticas unidas en Iruña como gran estampida hacia la democracia, como no podía ser menos la malogró, como siempre ETA, secuestrando y asesinando a Ángel Berazadi, un industrial que pagó con su vida aquella violencia y terror sin sentido de gente mala y profundamente estúpida. En el 77, se tuvo que desviar de Gasteiz a Loyola y en el 78, sin el PSE, cada uno lo celebró como partido abdicando de eso que se pide siempre de la celebración conjunta, llegando al extremo de que no pudo consagrarse como fiesta nacional como tal en el texto del Estatuto de Gernika que se estaba negociando. Hoy es el día en que esa fecha no se celebra conjuntamente.

El PNV normalmente lo suele hacer en la Plaza Nueva de Bilbao en estos tiempos en los que ese día de Pascua ha perdido su carga religiosa y ha adquirido su perfil de larga fiesta vacacional. Generalmente al día siguiente los medios recogen, según la escudería, la frase más sonora junto a la crítica sempiterna de que las fuerzas han estado celebrándolas de forma desunida, aunque este año, a pesar del confinamiento no dejará de ser distinto. Ojalá fuera unido, como propone el PNV incluyendo al PSE.

La Izquierda Abertzale o Independentista como gusta llamarse hoy, propone un Aberri Eguna conjunto con sus reivindicaciones tradicionales y este año a las propias del monotema del derecho a decidir, que ya fue enunciado por Sabino Arana en 1895, tratará de sacar cabeza opositora contra el Gobierno Vasco, el PNV, la patronal y si se fijan ustedes utilizarán la misma retórica que en 1977. Hay que tener al personal en guardia. Incluso Otegi ha anunciado que si les llaman no acudirán a un posible Pacto de la Moncloa, como hizo HB en aquellos años. No han aprendido nada, no han olvidado nada.

Seguramente, además de zurrarnos de lo lindo desde un profundo odio ideológico, se presentarán como siempre como los únicos defensores de lo vasco, la representación absoluta de lo que quiere la sociedad vasca, como hacía ETA en sus comunicados. Oiremos un millón de veces la palabra Euskal Herria, término permitido por el franquismo, y seguirán cambiando Euzkadi por Euskal herria, como en su día hizo Mikel Antza en la redacción de los comunicados de ETA, dejando atrás toda una historia administrativa, de resistencia y de comprensión que será secundado con fervor por algunos profesionales de junto a imágenes edulcoradas, para tapar la vaciedad de su oferta y poco más.

El EAJ-PNV lo celebrará en casa como ya lo hizo en clandestinidad tratando de que se exhiba la ikurriña, con un mensaje de análisis de situación y con muchos correos de felicitación entre afiliados y simpatizantes. ¡Ah!, y con una buena reunión alrededor de la mesa con los confinados en casa

Lo que sí lamento es que aquel PSE que celebraba el Aberri Eguna acuse a los nacionalistas de celebrarlo olvidando el dato de que lo celebraron 42 años. Es un socialismo amnésico que por lo menos debería respetar lo que hacen los demás. Sobre el PP, mejor no hablar. Su fiesta es el 12 de octubre, gran fiesta de la Hispanidad con cabra y desfile militar.

Entiendo que a muchos la connotación religiosa y sabiniana de su nacimiento como fiesta reivindicativa no guste. Pero alguna vez tenía que ser la primera. Lo entiendo, aunque lo lamento y que nombre tan sonoro y tan acreditado por décadas de trabajo y emoción conjunta solo quede en un comentario al margen.

El Aberri Eguna es la fiesta de la Patria Vasca. Ni más, ni menos. Una gran fiesta.

*Iñaki Anasagasti ha sido diputado, senador y parlamentario vasco por EAJ-PNV

El Aberri Eguna es el día de la Patria Vasca. Ya el nombre es toda una declaración, aunque el PSE lo celebró desde 1936 a 1979. Un PSE que asumió el nombre de Euzkadi, el Himno y la ikurriña, pero iniciada la transición eso de Patria Vasca, les disuadió de seguir celebrándolo. No ocurre lo mismo en Asturias cuando cantan con entusiasmo a su comunidad como su Patria querida. Aquí el socialismo ha estado más al diktat de Madrid que al patio propio.

El Aberri Eguna como fiesta a celebrarse el día de Pascua de Resurrección, con el lema Euzkadi-Europa, nació en 1932 bajo la ejecutiva de Luis Arana Goiri, hermano de Sabino. Se querían celebrar las bodas de oro del enunciado de Arana como Euzkadi, Patria de los Vascos, y se eligió ese día con las claras connotaciones religiosas de la época, donde se hablaba de la Resurrección de un pueblo que perdía sus instituciones, su idioma, su genio civil. Fue un grandioso éxito con pesqueros en la Ría, desfile culminando en Sabin Etxea, discursos, comidas populares y mucho entusiasmo.