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Opinión - Lección de dignidad. Por Esther Palomera

Bilbao, de la vivienda tensionada al derecho a la vivienda

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No tenía ningún sentido, ni político ni ético, pretender aplicar el mecanismo de delimitación de las zonas de mercado residencial tensionado con el objetivo de regular los precios desorbitados de los alquileres y que el resultado de su puesta en marcha fuera aumentar la segregación residencial. No tenía ningún sentido que en la zona centro de Bilbao, en Abando e Indautxu, donde la vivienda es la más cara y donde existen además menos oportunidades para intervenir desde lo público no se pudiesen limitar los precios de los alquileres.

Por ello, el pasado mes de enero, cuando defendimos nuestra propuesta para evitar la segregación habitacional no entendíamos por qué el Gobierno Municipal se enrocaba y ponía excusas para solicitar al Gobierno vasco la declaración de todo Bilbao como una zona de vivienda tensionada. Una vez más, a los gobiernos de Bilbao y Euskadi les tocada rectificar, y lo han hecho apenas un mes después del debate político que tuvimos en el Pleno Municipal. De este modo, y para aprender la lección, conviene tener todo el relato de lo acontecido, porque a nuestro modo de ver y más si cabe hablando de vivienda, rectificar no sólo es de sabios, sino también de personas coherentes y mínimamente comprometidas con el derecho a la vivienda.

La Ley estatal por el Derecho a la Vivienda, en su artículo 18, posibilita a las administraciones competentes en materia de vivienda la “declaración de zonas de mercado residencial tensionado”. Esto es, la ley facilita a las comunidades autónomas a habilitar, de acuerdo con las diferentes necesidades territoriales, diferentes zonas en las que poder ofrecer viviendas de alquiler en condiciones asequibles para su acceso en el mercado libre.

En Bilbao, actualmente, hay 18.743 personas en las listas de Etxebide esperando una vivienda de alquiler protegido. De las cuales, según el último informe del Observatorio Vasco de la Vivienda, 11.814 viven ya en una vivienda de alquiler del mercado libre, siendo 9.285 personas - el 78,6% -, las que destinan más del 30% de su sueldo al pago del alquiler. Estos datos evidencian no sólo que vivimos una emergencia habitacional, sino que es urgente adoptar, desde lo público, todo tipo de medidas posibles para proporcionar viviendas dignas a precios asequibles. Ahora bien, ¿qué zonas pueden declararse tensionadas? Ahora mismo, y en base al protocolo elaborado por el Gobierno vasco, serán esencialmente las que los propios Ayuntamientos soliciten mediante una memoria justificativa que lo acredite.

Así, el pasado 14 de diciembre la viceconsejería de Vivienda del Gobierno vasco determinó los criterios y el procedimiento a seguir para proceder a declarar zonas tensionadas en distintos municipios de Euskadi. Dejando básicamente la pelota para su activación en el tejado de los Ayuntamientos. Una cuestión cuanto menos curiosa, ya que el Gobierno vasco podía haber considerado garantizar el derecho a la vivienda como un Proyecto de Interés Público Superior,obligando a los Ayuntamientos a tener que asegurarlo y garantizarlo. Pero, una vez más, parece que el negocio es el negocio, y en cuestiones de poner en marcha políticas de vivienda que beneficien a la ciudadanía, parece que es mejor dilatarlas en el tiempo, para no molestar en exceso a las mentes conservadoras.

Pero este protocolo del Gobierno vasco no vino sólo. Al mismo tiempo se presentó un estudio preliminar en el que se señalaban aquellos municipios que, potencialmente, podían resultar susceptibles de recibir la declaración de zonas tensionadas, entre ellos, Bilbao. Pero, incomprensiblemente, nuestra ciudad apareció como “parcialmente”; ya que según este estudio el Distrito 6 de la ciudad quedaba excluido. Dejando fuera, curiosamente, a los barrios de Abando e Indautxu, justamente los dos barrios de la ciudad con mayor ausencia de oferta de vivienda a precios asequibles.

Y ¿por qué este resultado tan extraño en dicho estudio? Básicamente por la metodología empleada para su elaboración. Para hacer este estudio preliminar aplicaron únicamente dos criterios que marca la ley estatal para declarar zonas residenciales tensionadas - el asociado al incremento de la renta media de alquiler en los últimos años y el relativo al esfuerzo económico para el pago de la vivienda - prescindiendo de la consideración de otros criterios, que también están en la ley, como la posibilidad real de conformación de nuevos hogares.

En este sentido, y desde nuestro punto de vista, se deberían tomar como referencia de cálculo, no sólo los ingresos de la población actualmente residente en cada uno de los distritos, sino la capacidad real de acceso de todos los bilbaínos y bilbaínas a vivir en cualquier distrito y en cualquier barrio de Bilbao. Es por ello que dicho estudio del Gobierno vasco no reflejaba la realidad del tensionamiento de la vivienda en el centro de Bilbao. Por lo que para nosotras no tenía sentido poner en marcha la aplicación de una medida con el objetivo de impulsar alquileres asequibles para todas las personas y que, en la práctica, el resultado fuera posibilitar que en el centro de Bilbao sólo pueda vivir quien puede permitirse pagar unos precios desorbitados de alquiler.

En definitiva, el Gobierno Municipal de Bilbao tenía dos opciones. Aceptar el resultado del estudio preliminar del Departamento de Vivienda y seguir agrandando la brecha de la segregación residencial en Bilbao o solicitar al Gobierno vasco declarar todo Bilbao como zona tensionada y poder así prevenir desequilibrios. La buena noticia es que en apenas un mes han rectificado y esto es positivo para los bilbaínos y bilbaínas. Sin duda, lograr la delimitación de todo Bilbao como ámbito de actuación no sólo es importante de cara a evitar procesos de segregación residencial, sino de cara a aplicar en el futuro, también en el centro de la ciudad, determinadas facultades que la ley también nos otorga a nivel municipal, como el hecho de asegurar suelo para vivienda de alquiler, o poder controlar la actividad de los grandes tenedores y fondos buitres que en ocasiones generan importantes distorsiones en el mercado de la vivienda. Queda mucho por hacer y por ello nosotras no dejaremos de trabajar e insistir en defender la vivienda como un derecho y no como un privilegio.

No tenía ningún sentido, ni político ni ético, pretender aplicar el mecanismo de delimitación de las zonas de mercado residencial tensionado con el objetivo de regular los precios desorbitados de los alquileres y que el resultado de su puesta en marcha fuera aumentar la segregación residencial. No tenía ningún sentido que en la zona centro de Bilbao, en Abando e Indautxu, donde la vivienda es la más cara y donde existen además menos oportunidades para intervenir desde lo público no se pudiesen limitar los precios de los alquileres.

Por ello, el pasado mes de enero, cuando defendimos nuestra propuesta para evitar la segregación habitacional no entendíamos por qué el Gobierno Municipal se enrocaba y ponía excusas para solicitar al Gobierno vasco la declaración de todo Bilbao como una zona de vivienda tensionada. Una vez más, a los gobiernos de Bilbao y Euskadi les tocada rectificar, y lo han hecho apenas un mes después del debate político que tuvimos en el Pleno Municipal. De este modo, y para aprender la lección, conviene tener todo el relato de lo acontecido, porque a nuestro modo de ver y más si cabe hablando de vivienda, rectificar no sólo es de sabios, sino también de personas coherentes y mínimamente comprometidas con el derecho a la vivienda.