Viento del Norte es el contenedor de opinión de elDiario.es/Euskadi. En este espacio caben las opiniones y noticias de todos los ángulos y prismas de una sociedad compleja e interesante. Opinión, bien diferenciada de la información, para conocer las claves de un presente que está en continuo cambio.
El 'cambiazo' de Zarzuela explicado en cinco puntos
Puedo llegar a comprender que han podido ser múltiples los motivos del heredero de Franco para anunciar el reciente 'cambiazo' al frente de la Jefatura del Estado español (también denominada abdicación) en las fechas en las que lo ha hecho y cómo lo ha hecho. Ello me lleva a analizarlo en base a cinco motivos:
En primer lugar, obvia decir que, sin duda, ha influido la “escapada” de Rubalcaba al frente de la Secretaría General de un Partido que aún se dice “socialista, obrero y español” y al que, a estas alturas, nadie le puede negar la “P” de partido y la “E” de español. Lo de socialista y lo de obrero ya no es que sea discutible sino que se antoja imaginario. Sin ir más lejos, en su Segunda Conferencia (celebrada en Madrid antes del previsible descalabro electoral del 25-M) dejó atado y bien atado, y en una clara connivencia con el Partido Popular y con Zarzuela, que el PSOE se pasaba a denominar favorable al regímen constitucionalmente establecido, a saber: monárquico.
Al margen de traicionar a sus Estatutos fundacionales (dónde el PSOE se autodefinía republicano sin ambages), se destapó sin querer. Ya que ya no le valía aquéllo de seguir considerándose 'juancarlista', pasaron a ser 'felipistas' (de Borbón) sin ni tan siquiera parpadear. Luego, si lo del apoyo a Juan Carlos podía tener un pase basado en el bla, bla, bla que le ha llevado a los resultados por todos conocidos, el hecho de apoyar sin fisuras a Felipe VI ya no puede ser leido en clave 'juancarlista' sino abiertamente monárquica. El de la coleta (como le llaman en Ferraz) les pondrá en su definitivo sitio ya que, para Podemos, el PSOE está a su derecha. Espero que en su Congreso+primarias (o en la mezcla de ambos) la militancia socialista se decante por un proyecto socialista sin titubeos. A mí, por gustarme, me gusta el candidato de Izquierda Socialista... el que aboga en esa línea ya que me parece el candidato más preparado y el menos 'aparatista'. Ojalá así sea ya que sin un PSOE republicano sin complejos no hay la más remota posiblidad de una consulta en la que el pueblo pueda optar por la fórmula de Jefatura del Estado que decida: bien por infinita descendencia sanguínea o por otra que surja de la voluntad del Cuerpo Electoral expresada en la urnas. De todas maneras, todo esto, como he dicho, ya estaba hablado entre el PSOE, el PP y Zarzuela. Digamos que a Felipe González se le escapó antes de tiempo lo de la Gran Coalición, un sinónimo de eso que muchos venimos llamando PPSOE.
No hay que hacer muchas mas conjeturas. Sin ir más lejos, haciendo caso omiso a lo expresado recientemente en la urnas, Junckers será el próximo presidente de la C.Europea con el apoyo de los socialistas. No sé qué pensará Elena Valenciano, su segundón Ramón Jáuregui, o los aspirantes a la apolillada silla principal de Ferraz, pero, visto lo visto, tampoco tienen que enfadarse cuando algunos hablamos de ese referenciado PPSOE. Ya tienen todo lo pactado: A Junckers de presidente europeo, a Cañete de Comisario y a Iturgaiz -de rebote- como nuevo aspirante al título de uno de los eurodiputados más abstentistas en el Parlamento de Estrasburgo. ¡¡¡Ah!!! también tienen ya a Felipe 'uve palito' y, como no, ya tienen casi cerrado el blindaje jurídico del heredero de Franco. Se ponga como se ponga el candidato 'susanista', Pedro Sánchez.
En segundo lugar, tampoco me resulta sorprendente la coincidencia de todo esto con el Mundial de Fútbol de Brasil. Ya decía el mentado dictador genocida (el que nombró al rey abdicante) que el fútbol era el opio del pueblo. Evidentemente, no se contaba con que la flamante campeona del mundo iba a caer de forma vergonzante contra Holanda ni que pudiera perder contra una potente selección chilena. Una cosa que yo deseaba y que se cumplió.
Política a un lado (por un momento), podría decir que jamás desearía un triunfo a la selección de un país que impide la oficialidad de la mía: Selección vasca, Euskal Selekzioa, Euzkadi, Euskadi, Euskal Herria (o como quiera llamarse mientras se llame de alguna forma), pero no lo voy a hacer ya que me centro en cuestiones de mayor calado... De entrada, me parece amoral -esa es la palabra adecuada- que, en un Estado con casi 6 millones de parados se hubiese primado a unos millonarios jugadores por ganar un Mundial con algo más de 720.000 euros. Y, encima, es que ni se cortan, ya que se llegó a filtrar que esos eurazos los fiscalizarían en Brasil en vez de en España para ahorrarse un 28% en tributación fiscal. Tampoco es nada nuevo ya que así lo hicieron en Sudáfrica pero nadie protestaba ya que lo importante era la bubufela, el 'Waka-Waka' y 'la Roja'. Luego vino el nombramiento de Del Bosque como marqués. Algo absurdo.
En tercer lugar, la situación en Catalunya y en Euskadi, dónde cada vez se alzan más las voces favorables a el Derecho a Decidir, con una consulta catalana en ciernes, con una, entonces, anunciada Cadena Humana en tierras vascas, que a día de hoy podemos calificar de exitosa; influyen, sin duda, en la regia decisión.
En cuarto lugar, las cifras que arrojan las, de por sí, 'cocinadas' encuestas referentes al grado de apoyo a la institución monárquica (que de ser la más valorada con casi 8 puntos pasa, en cuestión de un par de años, a un estrepitoso 2,7), los casos de corrupción y escándalos que salpican al monarca y a su entorno familiar y, en definitiva, el manifiesto descrédito de esa familia ante la sociedad, son determinantes. Tampoco se me escapa el dato de que el mero hecho del anuncio de la abdicación favorecería a la Corona, que lo 'vendería' como un necesario relevo generacional, disfrazado de modernidad, transparencia y cuatro ó cinco topicazos al uso.
Por último, y en quinto lugar, sin citar de nuevo ni entrar a evaluar los resultados en las Elecciones europeas y el lógico apunte objetivo referente al posible fin del bipartidismo PPSOE que sustenta a la impuesta monarquía española (aspecto ya suficientemente manoseado por diferentes compañeros analista), si es cierto que se me antoja incierto por el siguiente motivo: De ser así, la decisión de la abdicación no estaría tomada -como se nos ha dicho- en el mes de enero, sino tras el escrutinio en las Elecciones Europeas.
Es evidente que ahora entran las prisas para dotar de un Estatuto propio y mayor al del simple aforamiento del monarca saliente. Precisa de otra Ley Orgánica pero, tampoco pasa nada: cuando aún pueda hacer piña mayoritaria el PSOE y el PP todo es lograble. Como si tiene que cambiarse la Constitución, de nuevo, en otra noche de agosto.
Cierto es que hacer inviolables a dos reyes “cantaría” demasiado. Pero mientras el PP siga defendiendo a la Institución designada por Franco y, mientras en el PSOE le siga “haciendo la ola”, todo es posible en el Reino de la pandereta y la siesta. Al fin y al cabo, creo que en la 'Gran Coalición' ya se van mentalizado que va a ser difícil sumar en muchos años más del 50%.
Esto último dedicado a aquéllas personas que se preguntan por el principal motivo de la repentina abdicación del amante de Corinna.
Puedo llegar a comprender que han podido ser múltiples los motivos del heredero de Franco para anunciar el reciente 'cambiazo' al frente de la Jefatura del Estado español (también denominada abdicación) en las fechas en las que lo ha hecho y cómo lo ha hecho. Ello me lleva a analizarlo en base a cinco motivos:
En primer lugar, obvia decir que, sin duda, ha influido la “escapada” de Rubalcaba al frente de la Secretaría General de un Partido que aún se dice “socialista, obrero y español” y al que, a estas alturas, nadie le puede negar la “P” de partido y la “E” de español. Lo de socialista y lo de obrero ya no es que sea discutible sino que se antoja imaginario. Sin ir más lejos, en su Segunda Conferencia (celebrada en Madrid antes del previsible descalabro electoral del 25-M) dejó atado y bien atado, y en una clara connivencia con el Partido Popular y con Zarzuela, que el PSOE se pasaba a denominar favorable al regímen constitucionalmente establecido, a saber: monárquico.