Viento del Norte es el contenedor de opinión de elDiario.es/Euskadi. En este espacio caben las opiniones y noticias de todos los ángulos y prismas de una sociedad compleja e interesante. Opinión, bien diferenciada de la información, para conocer las claves de un presente que está en continuo cambio.
Medidas contundentes en parámetros de salud
A la vista de la evolución de la pandemia se hace preciso tomar todas las medidas necesarias, todas, sin esperar más tiempo. Una vez más, vamos tarde y necesitamos medidas contundentes. Todas y todos nos lo tendríamos que hacer mirar, también el Gobierno vasco, y en el caso de que resultara necesario recurrir a las medidas más extremas. No las tendríamos que aplicar en los parámetros de la primera ola, sino en parámetros de salud, para garantizar la salud global de nuestra gente, de nuestra sociedad.
Así, los centros educativos deben permanecer abiertos; necesitamos educación y cultura más que nunca. Debemos poner en el centro a nuestras niñas y niños, a las y los jóvenes, a las personas mayores garantizando que tengan tiempo para la actividad física, para el deporte y la cultura. Eso nos ayudará a hacer frente al coronavirus.
Necesitamos una comunicación realista y coherente desde las instituciones. Ni paternalista, ni amenazante, sino acorde al momento y desde el consenso
Es importante establecer criterios diferenciados para las zonas urbanas y las rurales; sus características son distintas y la respuesta también debe serlo.
Es clave invertir más en Osakidetza, en Educación, en el transporte público y en las residencias de mayores, igual que también es básico dar ayudas al sector del trabajo autónomo, al comercio pequeño, a la hostelería. Ya sufren las restricciones de horarios y no se puede descartar la hipótesis de nuevos cierres. ¡Ayudémosles!
Necesitamos una comunicación realista y coherente desde las instituciones. Ni paternalista, ni amenazante, sino acorde al momento y desde el consenso.
Es preciso tomar medidas para fortalecer el seguimiento de las personas con enfermedades crónicas, así como favorecer la consulta presencial y facilitar el acceso a los centros de salud. El Departamento de Salud tiene que asumir su responsabilidad. En el Parlamento la consejera puede decir que todo está bien, puede discutir y rebatir lo que quiera, pero la realidad es muy cruda y necesitamos:
- Compartir y sacar de Osakidetza parte de la gestión del Covid, siempre de forma coordinada y desde el liderazgo del Departamento de Salud. Necesitamos una estrategia en ese sentido.
- Transparencia. Datos. Investigar dónde y cómo se dan los contagios. En este momento, con el actual nivel de transmisión comunitaria, no es posible con los recursos disponibles hoy.
- Fortalecer la Atención Primaria, los laboratorios, los equipos de investigación y el Consejo Sanitario. Para ello hay que cambiar el funcionamiento y el modelo organizativo de Osakidetza.
En definitiva, necesitamos a alguien al volante, alguien que ejerza un liderazgo político apoyado en recomendaciones científicas y no tenga miedo al trabajo en común y a compartir la toma de decisiones. El Gobierno PNV-PSE puede seguir menospreciando las propuestas que le trasladamos desde la oposición, pero esto o lo hacemos entre todas y todos o el fracaso va a ser colectivo. Es hora de asumir responsabilidades y dejar de señalar a la ciudadanía. De lo contrario, seguiremos actuando a rebufo, siempre detrás del virus, y lo que hay que hacer es planificar para tomarle la delantera, aplicando y revisando las medidas del Plan Bizi Berri para que no tengamos que llegar una vez más a escenarios extremos.
A la vista de la evolución de la pandemia se hace preciso tomar todas las medidas necesarias, todas, sin esperar más tiempo. Una vez más, vamos tarde y necesitamos medidas contundentes. Todas y todos nos lo tendríamos que hacer mirar, también el Gobierno vasco, y en el caso de que resultara necesario recurrir a las medidas más extremas. No las tendríamos que aplicar en los parámetros de la primera ola, sino en parámetros de salud, para garantizar la salud global de nuestra gente, de nuestra sociedad.
Así, los centros educativos deben permanecer abiertos; necesitamos educación y cultura más que nunca. Debemos poner en el centro a nuestras niñas y niños, a las y los jóvenes, a las personas mayores garantizando que tengan tiempo para la actividad física, para el deporte y la cultura. Eso nos ayudará a hacer frente al coronavirus.