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Opinión | Ya empezamos, por Antón Losada

La salud de la gestión de nuestros hospitales

Iñigo Jaca Arrizabalaga

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Me refiero al hospital Aranzazu (hoy Donostia), al que dediqué seis años de trabajo como gerente. Un hospital en el que murió asesinado por ETA uno de sus jefes de servicio, el doctor Ramiro Carasa, y en el que otro jefe de servicio también fue amenazado con el llamado “impuesto revolucionario” por los 'milikis'. Fueron años extremadamente duros en los que los médicos vivieron atemorizados.

Supimos salir de aquella dura crisis con el trabajo de todos, poniendo a pesar de ello mucha ilusión. Logramos la paz y el respeto necesarios para trabajar en unas condiciones óptimas y con excelentes resultados. La trayectoria de este hospital en los años posteriores ha sido muy meritoria y de importantes logros técnicos y científicos.

Hoy escribo como ciudadano, médico jubilado a quien abruman las noticias que trascienden de mi antiguo hospital. Seis médicos, algunos jefes de servicio, han sido expedientados o cesados en sus funciones en estos últimos meses. Y muchos médicos me confiesan que vuelven a estar atemorizados, refugiados en su silencio.

El ejercicio de la profesión médica es lo suficientemente estresante como para que ésta se desarrolle en unas condiciones de sosiego, respeto y tolerancia, sin presiones ni amenazas de sanciones. Las direcciones carecemos del conocimiento del arte de los profesionales. Por ello, desde mis veintisiete años de experiencia como director, les pido a las actuales direcciones del Hospital Donostia mucha prudencia, mucho diálogo y mucho respeto a los profesionales. 

Me refiero al hospital Aranzazu (hoy Donostia), al que dediqué seis años de trabajo como gerente. Un hospital en el que murió asesinado por ETA uno de sus jefes de servicio, el doctor Ramiro Carasa, y en el que otro jefe de servicio también fue amenazado con el llamado “impuesto revolucionario” por los 'milikis'. Fueron años extremadamente duros en los que los médicos vivieron atemorizados.

Supimos salir de aquella dura crisis con el trabajo de todos, poniendo a pesar de ello mucha ilusión. Logramos la paz y el respeto necesarios para trabajar en unas condiciones óptimas y con excelentes resultados. La trayectoria de este hospital en los años posteriores ha sido muy meritoria y de importantes logros técnicos y científicos.