En serio

Que las mujeres, y especialmente las chicas jóvenes, sufren una gran presión sobre sus cuerpos y su aspecto físico es una realidad incontestable. La obligatoria “perfección” de sus cuerpos, el exigente canon de belleza establecido, la hipersexualización…

Las mujeres recibimos, cada vez desde edades más tempranas, todos estos mensajes a través de medios de comunicación, redes sociales, películas, series, videojuegos, vídeos musicales, publicidad, etc. Es cierto que esta presión social no es nueva, pero su efecto se ha intensificado en los últimos tiempos a través de las redes sociales y a través de la cada vez mayor explotación mediática de los cuerpos de las mujeres.

Este 8 de marzo, Día Internacional de las Mujeres, hemos decidido centrar su campaña anual en mostrarnos la crudeza de esta dictadura del aspecto físico que sufren las mujeres interpelando a la sociedad: debemos reaccionar.

La campaña no se queda en la denuncia, sino que nos envía un mensaje de esperanza: estamos a tiempo de cambiar esta situación. Precisamente por eso ha elegido a cuatro niñas como protagonistas de la campaña, para mostrar que si reaccionamos hoy podremos evitar que estas niñas reciban un bombardeo de mensajes que afectarán directamente a su autoestima, a su salud, a su posición en el mundo. Porque no olvidemos que esta presión sobre sus cuerpos incluso las hace enfermar. Anorexia y otros trastornos alimenticios afectan a muchas, demasiadas chicas.

Las niñas que protagonizan la campaña nos preguntan: '¿En serio? ¿Es esto lo que queréis para nosotras?'. Tenemos que darles una respuesta. Porque estoy convencida de que esta sociedad no quiere nada parecido para ellas.

Podemos y debemos ofrecerles un futuro mejor, libre de mandatos que centren todo su valor en su atractivo físico y sexual. Debemos evitar a toda costa la deshumanización de las mujeres y su reducción a meros cuerpos. Porque, además de no valorarlas como seres humanos únicos, es un caldo de cultivo para la violencia contra ellas.

En este punto me gustaría advertir del fenómeno de la cada vez mayor sexualización de las niñas y del peligro que supone para ellas. Es el propio Parlamento Europeo el que advierte que las manifestaciones de sexualización de las niñas pueden llevar a la auto-objetualización e incrementar la posibilidad de conductas agresivas hacia ellas.

Queremos evitarlo. Queremos que la próxima generación sea la de la igualdad. Debemos trabajar sin descanso para conseguirlo, para poder dar una respuesta válida a estas niñas. En este sentido, desde el Departamento de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales, a través de Emakunde, estamos impulsando la iniciativa internacional Generation Equality, que tiene ese objetivo.

¿En serio?, nos preguntan las niñas. Por supuesto. Nos tomamos este asunto muy en serio. Vamos a hacer todo lo posible para que en un futuro sientan que la sociedad las valora por mucho más que por su aspecto; que las valora por lo que son, seres humanos únicos e irrepetibles.