Euskadi refuerza su compromiso con el turismo y el comercio sostenibles a través de una hoja de ruta que pone a los ciudadanos en el centro

El turismo y el comercio son dos motores muy relevantes para la economía vasca, pero no se pueden fomentar a cualquier precio, sin tener en cuenta otros factores y el impacto que puedan tener tanto sobre el territorio como sobre la población. Y eso Euskadi lo tiene muy asumido. En esa línea, el Plan Estratégico de Turismo y Comercio de 2030, presentado recientemente por el Departamento de Turismo, Comercio y Consumo del Gobierno vasco, se marca como objetivos irrenunciables la sostenibilidad y el respeto con el medioambiente y la ciudadanía, así como garantizar que sean equilibrados y competitivos. Los desafíos que presentan el cambio climático, la transformación digital y los cambios en los hábitos de consumo exigen respuestas y se ha de hacerles frente, pues el del turismo y el del comercio son dos sectores que representan en conjunto un 18% del PIB vasco y que emplean al 25% de los trabajadores, con un número de familias directamente empleadas superior a las 240.000.

La estrategia orientada al turismo se sostiene sobre cuatro pilares, que se centran en el destino, la industria, la promoción y la gobernanza. Euskadi es el lugar idóneo para disfrutar de unas vacaciones variadas en poco tiempo con una mezcolanza de paisajes variados, gastronomía reconocida mundialmente, nutrida cultura, el verde de sus recorridos naturales y el azul de sus mares y planes costeros. Estas potencialidades se han de aprovechar para terminar de afianzar una imagen de marca del territorio a través de una estrategia de marketing turístico. Además, en el camino hacia 2030, desde Euskadi se apuesta por consolidar la gobernanza y para ello los fondos europeos —que han dejado 86 millones de euros en el territorio en materia de turismo— van a desempeñar un papel fundamental.

Y todo esto se ha de llevar a cabo sin perder de vista la ética, tal y como viene recogida en el Código Ético del Turismo en Euskadi, que cuenta con el aval de la Organización Mundial del Turismo y al que se han adherido ya cientos de empresas vascas tras superar un exhaustivo proceso de formación y auditoría. Aboga por contribuir al entendimiento y al respeto a los turistas, “en un espíritu de tolerancia y respeto”, para lo que habrá de aprenderse “a conocer y a respetar a los turistas que visitan, y a informarse sobre su forma de vida, sus gustos y sus expectativas”. Entre los derechos del turista, se encuentran el de recibir información completa y veraz, el de formular quejas, reclamaciones y denuncias y también el de recibir un trato correcto. Asimismo, se exige como deber de todos los agentes turísticos la salvaguarda del medioambiente y los recursos naturales del territorio, de tal manera que el turismo pueda dar alas a un crecimiento saneado, constante y sostenible.

Un comercio innovador, digital, competitivo y sostenible

La otra estrategia, la de comercio, apuesta por caminar hacia un comercio innovador, digital, competitivo y sostenible. Y el capital humano se tiene muy en mente, en un momento de cambios constantes en el que se ha de profundizar en la gestión de las competencias, de la edad, del relevo generacional y de la calidad del empleo que se les ofrece. Existe, además, una relación directa entre la sostenibilidad de las ciudades (más sostenibles, sí, pero también más eficientes y con los seres humanos en el centro) y los beneficios tanto del comercio como de la hostelería. Por ese motivo, resulta imprescindible integrar una mirada estratégica urbana dentro del modelo comercial que se quiere alcanzar.

También se prevé la adaptación y mejora continua del papel que desempeña el Observatorio Vasco de Comercio, pues se entiende desde Euskadi que la gestión del conocimiento es clave para dar los impulsos transformadores que se necesitan. En ese sentido, se tratará de ajustar las políticas comerciales a partir del conocimiento que se consiga acerca de la huella social y comercial que dejan las personas consumidoras, siempre con la sostenibilidad en mente.