Euskadi mantiene otro curso todas las medidas contra la COVID-19 en los colegios pero reforzará la vigilancia de la salud mental

El Departamento de Educación ha presentado este lunes, coincidiendo con la aprobación de las últimas medidas para controlar la pandemia en el Labi, el protocolo para el nuevo curso académico 2021/2022 en Euskadi, que arranca la semana próxima y que será ya el tercero bajo la amenaza del coronavirus. Según ha confesado el propio consejero, Jokin Bildarratz, aunque se permite más aforo en los bares y que más comensales se reúnan en torno a la misma mesa, el documento para los colegios e institutos no incluye grandes cambios ni en relación a las medidas vigentes el pasado curso ni al borrador del protocolo adelantado ya antes del verano, aunque sí se ha destacado que se aspira a que el 70% de los estudiantes de 12 años en adelante tengan ya al menos una dosis cuando vuelvan a las aulas (no hay vacuna autorizada para los más pequeños). Tampoco varía en exceso la dotación presupuestaria adicional, que se mantiene en el entorno de los 200 millones. Sin embargo, Bildarratz sí ha enfatizado la intención de vigilar la “emocionalidad” y la salud mental de la comunidad educativa tras más de 18 meses de pandemia.

Son, “en esencia”, las medidas del año pasado, según Bildarratz, que ha destacado que las aulas fueron el espacio seguro para la población más joven que no han sido otros ámbitos de interacción social este verano a pesar de los “nervios” y la “tensión” de hace ahora un año. Con la “presencialidad” como condición irrenunciable, el titular de Educación ha aludido a distancias de seguridad de 1,5 metros, a limpieza de manos, ventilación y otras medidas de higiene, a limitación de contactos y a mascarillas para los alumnos, salvo en Infantil. Operarán en esta etapa hasta los seis años grupos burbuja y se pretende que los haya también en Primaria, aunque con mascarillas. Hasta segundo curso de Secundaria se impulsará que haya subgrupos para actividades de tres, cuatro o cinco estudiantes y que sean estables, de manera que se limiten los posibles contactos. Bildarratz ha destacado que este curso arrancará con las extraescolares en marcha y también con entrenamientos y competiciones “sin ninguna limitación” en el deporte escolar. También se recuperarán por vez primera desde marzo de 2020 los conocidos como 'barnetegis', espacios de aprendizaje intensivo e inmersión en euskera.

En materia presupuestaria, el dispositivo excepcional para hacer frente a la COVID-19 volverá a rondar los 200 millones, unos 150 para la pública y unos 50 para la concertada, que en Euskadi supone casi el 50% del alumnado total. El mayor coste va destinado en su mayor parte a la contratación de alrededor de 1.000 docentes de refuerzo y de más de 1.000 profesionales de apoyo de otro tipo, como limpiadores o monitores de comedor. Se estima que la red educativa vasca gasta un millón de euros cada mes en medidas de higiene como geles o mascarillas.

El responsable de Educación ha reconocido también que una de las prioridades del nuevo curso escolar será la vigilancia de la salud mental de los más jóvenes. “Nos lo han trasladado tanto las direcciones como los docentes. Este año para nosotros también es un aspecto que vamos a cuidar de manera importante, con formación para docentes, familias, orientadores. Hay que cuidar de manera de importante o mejor y más si cabe este aspecto que es muy importante”, ha explicado Bildarratz a preguntas de los periodistas. “No cabe duda de que este año y medio largo que llevamos de pandemia, de restricciones, de tener que vivir de forma diferente, tiene su reflejo, aunque en ningún caso es algo que haya estado desatendido”, ha apostillado la consejera de Salud, Gotzone Sagardui, que ha animado a los más jóvenes a que se vacunen antes de volver a las aulas.