Euskadi registra ya 300 días consecutivos con al menos un fallecido con COVID-19

La mortandad de la COVID-19 se ha reducido de manera muy importante en Euskadi en lo que va de septiembre, con 4,4 decesos diarios registrados entre personas que habían contraído el Sars-Cov-2 por 8,3 de agosto, 12,9 de julio y 9 de junio. Sin embargo, son ya 302 jornadas consecutivas con al menos una defunción, un período coincidente con la llegada de la variante ómicron. Desde entonces han sido 3.080 las muertes recogidas en la estadística oficial, más de diez diarias.

Según el último parte del Servicio Vasco de Salud (Osakidetza), del 9 al 15 de septiembre ha habido 26 nuevas muertes de personas con COVID-19 y hay otras ocho de semanas anteriores notificadas ahora. En 26 de esos 34 casos Osakidetza estima que el coronavirus no ha sido la causa principal. Las muertes totales son ya 7.937, sean con coronavirus o por coronavirus. Son 4.062 varones y 3.875 mujeres. Todas ellas -sin excepciones- serán homenajeadas esta semana en Vitoria en la que será la tercera visita de las autoridades al parque 'sempervirens', un pequeño recinto nuevo detrás del colegio Urkide en el que se yergue una secuoya centenaria junto a una recién plantada.

La presión asistencial también sigue siendo relativamente baja. Hay siete camas de UCI ocupadas, un nivel solamente conocido en la pandemia después del confinamiento y antes de las sucesivas olas de la segunda fase de la pandemia. Esta semana, de hecho, se llegó a tener únicamente tres puestos de críticos dedicados a la COVID-19. En la vecina Navarra, por ejemplo, se ha llegado ya a no tener ningún caso. Son 112 los ingresados totales, lejos también del pico de 700 de principios del verano. La cifra es ligeramente más alta que mediada la pasada semana, cuando se llegó a reducir esa cifra por debajo de 90. En el caso de las personas mayores, la probabilidad de tener que ser hospitalizado ha caído a una quinta parte en relación a lo que ocurría hace un par de meses. Apenas 27 personas de menos de 60 años han precisado asistencia en los últimos siete días, según los datos oficiales.

En cuanto a la incidencia, presenta dientes de sierra aunque dentro de niveles bajos. Eso sí, desde hace meses no es un dato fiable ya que apenas se hacen pruebas PCR o de antígenos dentro del sistema público. En los últimos días se han conocido entre 1.096 y 2.367 y el volumen diario de positivos ha oscilado entre 61 y 147. La tasa general es de 67 casos por cada 100.000 habitantes en 14 días -60 es una barrera que se considera admisible epidemiológicamente- pero crece a 147 en el caso de los mayores de 60 años y sube por encima de 200 en el caso de mayores de 80 años, con subidas semanales de hasta el 12%. En estas edades la COVID-19 tiene una letalidad que roza el 18% en algunos supuestos. Algunos indicadores como el R0 apuntan a una posible tendencia ascendente a corto plazo, particularmente en Gipuzkoa.