Euskadi sale del fin de semana con un descenso claro en la pandemia, aunque Donostia y Gipuzkoa continúan en alerta roja
Euskadi sale del fin de semana con un descenso preceptible en la pandemia. La tasa de incidencia general es de 464, por debajo ya desde este domingo del umbral crítico de 500, que activa la alerta roja por alta transmisión. Solamente Gipuzkoa se mantiene por encima de ese nivel (606), aunque presenta un descenso del 30% en una semana y en pocas jornadas podría salir también de esa zona crítica. La caída se aprecia claramente al comprar los casos notificados entre el lunes y el domingo de la pasada semana (4.221) con el pico de la segunda ola (9.215 hace tres semanas). La positividad semanal (casos en relación al total de pruebas) ha quedado en un 5,84%, aunque este lunes ese valor crece hasta el 6,7%.
Ese semáforo rojo por alta transmisión comunitaria no está activado ya en ninguna localidad de Álava. En Bizkaia, únicamente dos localidades tienen esa tasa de incidencia por encima de 500 (Ermua y Balmaseda). En el caso de Gipuzkoa, son 15 los municipios de más de 5.000 habitantes todavía en alerta, Donostia, Andoain, Aretxabaleta, Arrasate-Mondragón, Azkoitia, Azpeitia, Bergara, Deba, Eibar, Elgoibar, Errenteria, Irún, Ordizia, Orio y Tolosa. Este fin de semana han visto cómo se apagaba su metafórico semáforo rojo Bilbao y Barakaldo, las dos localidades más populosas en Bizkaia, así como Etxebarri y Sopela, así como Astigarraga, Hernani, Mutriku, Oñati, Pasaia, Villabona y Zumarraga en Gipuzkoa. En las últimas 24 horas se han detectado 435 casos, 206 en Bizkaia, 177 en Gipuzkoa, 45 en Álava y siete de personas de fuera o sin residencia conocida, un dato muy lejano del máximo de 1.547 de principios de noviembre y que es el récord en 24 horas de toda la pandemia.
Eso sí, no hay aún ninguna zona en Euskadi en verde, esto es, con el nivel deseable de menos de 60 casos en 14 días por cada 100.000 habitantes. Faltan semanas para que se alcance ese objetivo que se ha considerado como deseable para reducir las restricciones. Entretanto, este lunes la mesa de crisis de la emergencia sanitaria (conocida por sus siglas en euskara, Labi) evaluará los datos y las medidas en vigor sin que se prevean ajustes en el toque de queda, los confinamientos municipales o el cierre de la hostelería al menos hasta el 10 de diciembre, una vez superado el puente. Las llamadas a la prudencia y a contener el optimismo son constantes. De hecho, un indicador clave como es el R0 -que mide los casos que genera un positivo- ha dejado de descender y, aunque sigue por debajo de 1, lo que indica que la pandemia no está en expansión, ha repuntado hasta 0,83, 0,94 en el caso de Álava.
Por edades, todavía hay dos tramos de edad con una tasa de incidencia crítica. Uno son los menores de 18 años, singularmente los adolescentes de 13 a 18 años. Según Educación, hay 63 centros con casos, lo que mantiene cerradas 100 aulas, el 0,57% del total en Euskadi. El segundo más golpeado es el de los mayores de 80 años, la franja con la mayor probabilidad de letalidad. Ahora mismo, el 33% de los positivos son sintomáticos.
En cuanto a la situación hospitalaria, con el matiz de que los lunes, tras el fin de semana, hay menos altas y los datos suelen desajustarse, se ha producido una subida tanto de hospitalizados, 554, como de personas en UCI, 136, pero son cifras más bajas que los 590 y 141, respectivamente, que se registraron hace siete días. Los puesto de UCI ocupados con casos de COVID-19 rondan el 42%. Son 24 los ingresos que se han producido en las últimas 24 horas, lejos de los picos de la segunda ola. No obstante, las autoridades sanitarias ya han aclarado que la presión asistencial bajará de manera más lenta que los contagios. No hay datos de letalidad, ya que desde hace meses el Servicio Vasco de Salud (Osakidetza) se limita a dar una información semanal los miércoles.
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