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Euskadi suma 38 fallecidos con COVID-19 en la última semana y apela a la “solidaridad” para acelerar la vacunación

Personal sanitario protegido con EPI en la planta de COVID-19 de Txagorritxu

Rubén Pereda

18 de agosto de 2021 15:19 h

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El descenso de la incidencia acumulada de la COVID-19 en Euskadi contrasta en las últimas fechas con una creciente mortalidad. En la última semana de la que el Servicio Vasco de Salud (Osakidetza) dispone de datos, la del 9 al 15 de agosto, han fallecido un total de 38 personas con el virus, si bien se matiza que tres de ella no lo tienen como causa directa. Ha habido días con hasta ocho fallecidos, un número que no se registraba desde finales de mayo, y el total de la pandemia se eleva hasta los 4.529. “Cada muerte nos preocupa”, ha reiterado este miércoles la consejera de Salud, Gotzone Sagardui.

La situación en los hospitales sigue también empeorando, con medio centenar de ingresos en las últimas horas. Según Osakidetza, si bien el número total de hospitalizados desciende, son 75 las personas que requieren de cuidados intensivos, un nuevo máximo en esta ola. 49 de ellas, ha explicado Sagardui, no habían recibido la vacuna contra la COVID-19, lo que considera que son datos “significativos”. “Al no vacunarnos nos privamos de protección y ponemos nuestra vida y la de otros en peligro”, ha recordado. “La edad no significa necesariamente que el desarrollo de la enfermedad vaya a ser mejor”, ha dicho también en referencia a la naturaleza más “joven” de esta ola frente a las anteriores, con una edad media de los ingresados en la UCI que se sitúa en los 54 años.

Los últimos datos, los de este miércoles, reflejan que se han detectado 748 nuevos contagios, con una positividad que regresa a valores superiores al 10%, el doble del límite a partir del que la OMS estima que hay transmisión comunitaria. La incidencia acumulada prosigue con su lento descenso y se sitúa en los 507 casos por cada 100.000 habitantes a catorce días. En Álava, de hecho, está estancada en el entorno de los 520. “Hemos constatado que, desde primeros de agosto, la evolución en cuanto a la incidencia acumulada está siendo positiva, si bien los valores son todavía muy altos”, ha apuntado Sagardui, que lo ha sintetizado en unas palabras que viene repitiendo a lo largo de la pandemia: “Vamos bien, pero no estamos bien, podríamos estar mejor”.

En el plano local, Durango, Etxebarri y Lasarte-Oria bajan de los 400 casos por cada 100.000 habitantes en las últimas dos semanas y abandonan el nivel más elevado de alerta, mientras que Tolosa regresa a él. Vitoria, tras unos días de respiro, vuelve a superar el centenar de positivos. A falta de otros factores externos que expliquen la tendencia negativa en la que se encuentra inmersa la capital alavesa, la consejera lo ve un “claro” ejemplo de las consecuencias que han tenido las no fiestas. “Seguimos en situación de pandemia. No es tiempo para fiestas; ni en Bilbao ni en Donostia ni en ningún sitio. Este virus, y sobre todo la variante delta, nos ha demostrado que sabe entrar por cualquier resquicio y propagarse con facilidad”, ha reiterado, en un llamamiento a la responsabilidad “colectiva e individual”.

La vacuna, “cuestión de solidaridad”

Mientras tanto, la campaña de vacunación sigue con su marcha en Euskadi, aunque mermada por la singularidad estival. “Los hábitos y costumbres que tenemos para el verano han hecho que la respuesta a las llamadas que vamos haciendo pueda tener un ritmo distinto”, ha admitido Sagardui, que ha cifrado en 80.000 las citas que quedan libres hasta la primera semana de septiembre. Para tratar de contrarrestar el efecto del verano, se ha hecho un envío “masivo” de mensajes al colectivo de 16 a 39 años para que se vacunen, pues, entiende la consejera, es una “cuestión de solidaridad”. También han recibido un mensaje ya 40.000 personas de cuyo positivo han transcurrido dos meses, después de que se cambiara la estrategia y se redujera el tiempo de espera de seis a dos meses.

Pese a estas circunstancias, se han administrado ya un total de 2.920.151 dosis —un 93% de las recibidas— y está vacunada con la pauta completa el 73,7% de la población diana, la que es mayor de 12 años y no tiene contraindicaciones. Esta semana, ha llegado un nuevo paquete con 78.390 vacunas de Pfizer, y se espera recibir 105.400 más de Moderna el viernes. “Hago un llamamiento a que se vacunen porque Osakidetza está preparada para poner todas las vacunas”, ha recalcado.

Sagardui considera que “se ha entendido” la importancia de que la población en edad escolar arranque el curso en septiembre con la mayor tasa de inmunización posible. Entre los jóvenes de 12 a 15 años, el 32,4% ha recibido ya al menos una dosis, un porcentaje que se eleva hasta el 55,8% entre los de 16 a 19. En esta última franja, el 14,5% ya cuenta con la pauta completa de la vacuna frente a la COVID-19.

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