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La sanitaria ovacionada en Txagorritxu tras 16 días en la UCI cuenta su recuperación: “Me he despertado en otro mundo”

Salida de la UCI de Loli Ruipérez, sanitaria de Txagorritxu

Iker Rioja Andueza

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“Gracias vida, por darme una segunda oportunidad”, ha escrito Loli Ruipérez como estado de Whastapp en las últimas horas. Ella es celadora de Osakidetza en el hospital de Txagorritxu, contrajo coronavirus, estuvo muy grave en la UCI… pero salió. Y lo hizo en medio de una ovación de sus compañeros sanitarios, un homenaje grabado en un vídeo que se propagó más rápido que el Covid-19 en una Vitoria ávida de noticias positivas en medio de la pandemia. De cuidados intensivos pasó a planta y ahora ha recibido ya el alta hospitalaria. Completa su recuperación en casa, donde atiende por teléfono a este periódico. No puede reprimir la emoción al recordar lo ocurrido y reconoce que, tras 16 días dormida, se ha encontrado “otro mundo” que el que dejó antes de que llegara el estado de alarma y el confinamiento general.

 

¿Cómo se encuentra?

Mejor. Mejor. Ahora ya recuperándome de la debilidad que se me ha quedado. Pero bueno, mejor. En casa, contenta y llena de mimos por todos los lados.

Se habló en un principio de que había habido algunos retrasos en su diagnóstico de Covid-19.

El jueves 5 de marzo entré en Urgencias. Se me hizo una placa y vieron que tenía una neumonía típica y, aunque mi hermana insistió en que me hicieran la prueba, ellos consideraban dentro del protocolo de entonces que no. Me mandaron a casa con antibiótico. El sábado ya tenía la neumonía bilateral, estaba completamente ahogada.  A Salud Laboral llamé dos días seguidos. Consideraron que era gripe y no me vieron entonces. Hombre, digo yo que si entonces me hubieran hecho la prueba no habría llegado a este extremo. Pero ellos, claro, tenían un protocolo y se ciñeron a él.

El primer caso en Vitoria se conoce el 28 de febrero.

Pues yo empecé el día 2 de marzo, que era lunes. Trabajé el domingo de tarde y el lunes empecé con fiebre. Luego el jueves fue cuando el médico de cabecera me hizo un volante. Él vio que tenía neumonía. Y en Urgencias me mandaron a casa.

¿Cómo fue la estancia en el hospital?

El sábado 7 entré en Txagorritxu y sólo tengo pinceladas. Se me han olvidado mucho las cosas. Según me cuentan, estuve un día en planta y esa noche tenía muy mal el oxígeno y la tensión. Y me llevaron a la UCI. Pensé que era para controlarme y luego vino la sorpresa 16 días después, cuando desperté.

¿Considera que se contagió en el hospital, que fue uno de los primeros focos en Euskadi?

Supongo que sí. Supongo que sí. Trabajaba en Urgencias de Txagorritxu. Soy celadora. Se hablaba de menos dos metros y más de 15 minutos de contacto con los casos sospechosos como riesgo. Pero bueno, los celadores de Urgencias somos el primer contacto con el paciente. El que va a recogerle al coche o a la ambulancia. El que le sube a planta o le lleva a Rayos. Me imagino que sería ése mi contacto.

¿Alguien les ha llegado a explicar cómo surge ese primer foco de contagios en el hospital? ¿Les han dado información de qué falló?

No, no, no.

Lo decía porque ha habido muchos compañeros suyos, celadores, médicos, enfermeros, todas las categorías en definitiva, que se han contagiado en estas semanas.

Mucho antes, semanas antes, yo había hecho un ingreso de un supuesto coronavirus. Dio negativo. Usamos bata, guantes, mascarilla, … Pero fue una falsa alarma. [A partir del 28 de febrero] No nos hacíamos bien a la idea de lo que se nos venía encima. Recuerdo ese primer fin de semana. Llegamos a trabajar y estaba todo el mundo con las mascarillas. Todos. Los celadores pedimos a las enfermeras que nos dieran una mascarilla ese día y la tuvimos puesta. Pero ya al día siguiente todo el mundo la tenía quitada. No se sabía muy bien cómo actuar.

En un principio se decía que los contagios eran gente que había podido viajar a alguna zona de Italia o de China, que aquí no había transmisión comunitaria.  

No, no, no, no, no. En mi caso no fue así.

Comentaba que, tras tantos días en la UCI, no se acuerda de lo que ha pasado. Pero en esos días cambió todo. Cambió el mundo de manera radical y se paró. ¿Qué se ha encontrado al salir?

Antes de darme el alta ya me habían avisado de esto... Cuando desperté y me mandaron a planta, pude ver a mis hijas y ya me dijeron: ‘Loli, que está todo paralizado. ¡No te puedes hacer una idea! No podemos salir de casa’. Yo no me lo creía, vaya. Luego pues… resultó que era así. Ya iba oyendo que está todo el mundo confinado… Me he despertado en otro mundo.

No sé si es consciente de que el vídeo de su salida de la UCI fue una noticia muy positiva en medio de ese otro mundo.

Me emocionó muchísimo. Todavía lo veo y bueno… ¿Qué es esto? ¡Con lo vergonzosa que soy yo! Me decían: ‘Es que nos lo has hecho pasar muy mal’. La gente me escribe todos los días. Es lo positivo que saco de todo esto. Las relaciones humanas, qué importantes son, ¿no? Creo que entre todos me han empujado a salir de todo esto. Estoy superagradecida con ellos y de haber recibido todas las muestras de cariño y todo el apoyo que han recibido mis hijas y mi familia. Estoy muy agradecida, de verdad.  

¿Qué mensaje les quiere trasladar a esas personas que están todos los días en la UCI, en Urgencias y en todas las plantas de Txagorrittxu? 

Ya se lo he dicho personalmente a ellos: que están haciendo un trabajo fabuloso. Y darles mil gracias. En esta enfermedad tan solitaria son nuestro apoyo. ¡Chapeau! Tienen palabras de apoyo, son un hombro donde llorar, personas que vienen y te hacen sonreír. Están haciendo un trabajo excepcional. Están arriesgando todos los días allí, al pie del cañón. Espero que no se olvide después el trabajo que están haciendo todos los profesionales de la Sanidad.

Hablaba de enfermedad solitaria.

Aunque a los pacientes nos cueste entenderlo, no podemos estar con los familiares. Lo piensas y esto hay que pararlo de alguna forma. Pues si ésa es la forma, tendremos que aguantar y resistir.

Una última pregunta. ¿Qué es lo primero que quiere hacer cuando se levante el confinamiento?

Abrazar a todos. Abrazar a mi familia, a mis amigos, a todo el mundo. Un abrazo de verdad. Necesito un abrazo y dar abrazos.

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