Gipuzkoa ya no es la excepción y una convocatoria por WhastApp saca los tractores a la calle sin los sindicatos

Dos columnas de tractores desde las localidades guipuzcoanas de Andoain y Zarautz han confluido esta mañana en Donostia llevando el malestar de los agricultores a las calles, como se hizo la semana pasada en Vitoria y en Bilbao y en diferentes puntos de España y Europa. Gipuzkoa se quedó la semana pasada como una especie de isla, al margen de las movilizaciones. Los sindicatos ENBA y EHNE, que sí convocaron protestas en Bizkaia, decidieron en Gipuzkoa no sumarse a las movilizaciones por considerar que no era el momento, y que las reivindicaciones que se planteaban eran “demasiado genéricas”. Pero el malestar de muchos agricultores ha superado a los sindicatos y una convocatoria realizada a través del WhatsApp ha sacado a las calles alrededor de cien tractores que, tras recorrer la distancia entre Andoain y Zarautz con Donostia desde las 8 de la mañana, han llegado a la capital guipuzcoana alrededor del mediodía para concentrarse ante la Diputación de Gipuzkoa.

Los sindicatos ENBA y EHNE eran conscientes del malestar creciente entre una buena parte de los agricultores guipuzcoanos por haberse quedado al margen de las movilizaciones realizadas por sus compañeros en Álava y Bizkaia, pese a compartir problemas y reivindicaciones. Por ello, ambos sindicatos emitieron el sábado un comunicado en el que anunciaban movilizaciones del agro guipuzcoano para el 1 de marzo, después de no haberse querido sumar a las llevadas a cabo en Bizkaia y Álava, en un intento, en cierto modo, de desactivar la tractorada que se estaba montando a través de las redes sociales y al margen de las organizaciones sindicales. No ha sido suficiente.

Los agricultores guipuzcoanos se han organizado por libre porque “había que decir basta” y necesitan “precios justos”. En principio volverán a salir el 1 de marzo, con la convocatoria realizada por los sindicatos ENBA y ENHE en la que que quieren realizar “proclamas adaptadas a la realidad de los baserritarras de Gipuzkoa, con propuestas más concretas que los lemas generales”.

“Queríamos separarnos un poco de las realizadas en todo el Estado y centrar además las reivindicaciones en cosas concretas”, señala el coordinador general de ENBA Gipuzkoa, que desde el primer momento ha considerado que las reivindicaciones planteadas eran demasiado genéricas, metiendo demasiadas cosas en el mismo saco. “Tenemos un carácter y un ser diferenciados, porque los nuestros son caseríos de modelo familiar, que trabajamos en territorio montañoso, y de pequeño tamaño”, indica, sin reconocer que la convocatoria por libre realizada hoy suponga una desautorización a los sindicatos. “Los que han salido hoy volverán a movilizarse el 1 de marzo”, señala.

Aunque su idea ahora es intentar consensuar las movilizaciones también con Álava y Bizkaia, desde EHNE en Bizkaia, por ejemplo, ya han dejado claro que, de momento, no tienen intención de seguir con las movilizaciones y que quieren esperar a ver cuál es la “reacción” a las movilizaciones realizadas, ha señalado el coordinador de EHNE-UGAV en Bizkaia, Unzalu Salterain, según informa Europa Press.

Por otra parte, desde el Gobierno vasco, la consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente, Arantxa Tapia, ha señalado que hay que “seguir dialogando” con agricultores y ganaderos y conocer cuál es “su principal preocupación”. En una entrevista en ETB1, ha señalado que desde el Gobierno “estamos dispuestos a escuchar y saber cual es nuestro papel o lo que podemos hacer”, ha insistido. En este sentido, ha señalado que desde la administración “hemos puesto muchas ayudas” en el primer sector para encauzar la situación surgida tras la pandemia, la invasión rusa de Ucrania o la sequía. En todo caso, ha reconocido que el motivo que hay tras las protestas del sector “no es solo cuestión de ayudas, y ellos mismos también así lo dicen”, sino de cómo lograr “rentabilidad a largo plazo” y crear “un proyecto de vida que sea estable y que tenga futuro”. Además, ha considerado que la Unión Europea debería tener “una especial sensibilidad” hacia el primer sector europeo para que “los de fuera y los de aquí trabajen en las mismas condiciones”.