El Gobierno de Urkullu desliza que la “trastienda” de EH Bildu alienta incidentes en la precampaña electoral
El vicelehendakari y consejero de Seguridad, Josu Erkoreka, del PNV, ha señalado sin nombrarla directamente a la coalición EH Bildu como instigadora -o al menos beneficiaria- de la cadena de incidentes que se han producido en las últimas semanas en localidades como Tolosa, Donostia, Bilbao o Vitoria, tanto en eventos deportivos como fiestas o manifestaciones, y que han motivado actuaciones de la Ertzaintza. Erkoreka ha recordado que Euskadi vive un contexto preelectoral con unos comicios inminentes, el 21 de abril, y ha opinado que todas las candidaturas aparentemente apuestan por vías pacíficas y acuerdos; pero ha agregado que quizás haya alguna con otra línea en la “trastienda” como ha ocurrido durante “décadas”. Ha añadido, además, que cada vez que interviene la Ertzaintza brotan mensajes desde ese ámbito político contra el “modelo policial”, dejando claro que sus referencias iban dirigidas a la izquierda abertzale.
“Esto no es casualidad. Esto no ocurre sin más, sino porque alguien lo organiza”, ha explicado Erkoreka en rueda de prensa. Y ha apuntado igualmente que hay quien ahora tiene “interés” en “hacer un doble juego”, con una “imagen civilizada en el escaparate” y otra “en el trasfondo”. En varias ocasiones se ha negado a aclarar a preguntas de los periodistas si era EH Bildu o no el destinatario de sus críticas, pero ha invitado a leer artículos publicados de opinadores que van en esa línea y ha sostenido que es algo que se pregunta la sociedad vasca.
Sobre los hechos en concreto, el Gobierno de Iñigo Urkullu ha defendido la actuación de la Ertzaintza. Ha afirmado que han recibido críticas o por ser muy suaves o por ser muy contundentes en la respuesta, lo cual es incoherente. Erkoreka entiende que el gran punto en común es que existen grupos organizados que salen deliberadamente a infiltrarse en grandes eventos para generar altercados ya que están preparados para taparse la cara y portan objetos como palos o bengalas. Se da la circunstancia de que este mismo martes se han decomisado objetos contundentes a medio centenar de ultras de la Real Sociedad, que juega la vuelta de la Champions contra el PSG francés. Radicales parisinos también han sido identificados en Euskadi y, de hecho, se está coordinando un operativo especial en la frontera para parar y registrar autobuses. La comisaría transfronteriza de Hendaya se está usando para el intercambio de información.
El vicelehendakari se ha referido igualmente a dos hechos muy concretos. En Tolosa, tras unos incidentes en una noche de Carnaval, la Ertzaintza intervino y dejó a un menor herido por el impacto tras un rebote de un proyectil de 'foam' en la cuenca de un ojo. Erkoreka ha querido dejar claro que el joven no pasaba por allí o huía de los incidentes. Ha afirmado que estaba con un grupo de personas que arrojaban objetos a las dotaciones movilizadas. “No pasaba por allí. No es una persona que huía de la zona. Era una persona que está participando en los altercados con los que tienen la cara tapada, filmando lo que ocurre, grabando lo que ocurre”, ha indicado sobre el adolescente.
En Vitoria, se detectó en una grabación que un agente uniformado de la Brigada Móvil llegó a golpear durante las cargas a un 'askatu' o agente encubierto de paisano, que además llevaba fuera una porra de la dotación oficial. El consejero ha tirado de ironía. “Estaba bien infiltrado, ¿no?”, ha bromeado dando a entender que ni sus propios compañeros conocían la identidad de este funcionario, que recibió varios porrazos de sus colegas. No ha detallado ni el motivo de los golpes ni su papel concreto pero sí ha defendido claramente el uso de estas figuras para prevenir posibles altercados. “[¿Infiltrados?] Efectivamente, como en todas las policías democráticas del mundo, no creo que sorprenda a nadie . Visto lo visto, es previsible que puedan producirse altercados, por lo que hay policías para completar la perspectiva de los policías uniformados, que tienen que guardar una línea. Se hace con frecuencia y con eficacia. Aportan una perspectiva distinta a efectos de posibles atestados”, ha explicado.
La rueda de prensa de Erkoreka venía motivada por la aprobación ya definitiva del decreto que regula la extensión del armamento a todos los cuerpos de Policía Local de Euskadi. El contenido lo adelantó en verano este periódico y la versión final se ajusta a aquel borrador. Habrá un año de plazo para que los municipios compren las pistolas y la munición y adapten sus comisarías para hacer uso de las armas con seguridad. Serán cinco para pueblos de menos de 5.000 habitantes. Se permitirá que los alcaldes hagan excepciones para determinados servicios pero tendrán que “motivar” que no implican riesgos con un informe interno de la jefatura de sus cuerpos. No podrá haber excepciones generales.
Los cuerpos locales tienen unos 3.000 agentes en Euskadi y “cuatro de cada cinco portan pistolas ya”, unos 2.600. Es un requerimiento incorporado a la ley vasca de 2019 que ahora se desarrolla pero que sigue directrices estatales y la “jurisprudencia reiterada” de los tribunales. De 82 municipios con su propia Policía, 42 la tienen armada y 40 no. Los que no son más pequeños y la mayoría están en Gipuzkoa. Muchos son gobernados por EH Bildu. Algunas localidades como Tolosa o Zarautz ya han iniciado el proceso. Preguntado por posibles sanciones en casos de incumplimiento, el consejero ha recalcado que ya es una obligación prevista desde 2019 y que, en todo caso, quien sea consejero dentro de cinco años tendrá que revisar si se han respetado los plazos.
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