Los Gobiernos central y vasco exhiben en público sus “discrepancias” por el final del estado de alarma en Euskadi, la comunidad con la incidencia más alta
Ha sido una comparecencia conjunta de guante blanco en las formas y en el protocolo. En ella se han sucedido los halagos de uno a otro atril tras la histórica firma en Bilbao de la transferencia de Prisiones a Euskadi, pero el ministro de Política Territorial, Miquel Iceta, y el vicelehendakari, Josu Erkoreka, han discrepado en público sobre la gestión de la pandemia tras el final del estado de alarma el pasado sábado. Iceta ha garantizado que las reclamaciones de prórroga repetidas por Iñigo Urkullu no han caído en “saco roto” pero, mostrando su “discrepancia”, ha recalcado que las comunidades autónomas tienen un “arsenal” suficiente para establecer restricciones sin necesidad de que se aplique un régimen excepcional.
“Para prohibir el botellón no hace falta un estado de alarma [...]. No vayamos a hacer de la excepción la norma”, ha sintetizado Iceta, que en todo caso ha desligado las quejas de tono “exquisito” de Urkullu, cuyo partido es socio del Gobierno de España y que en Euskadi gobierna en coalición con los socialistas, de las otros líderes autonómicos del PP, a los que afea que busquen debilitar la posición del Ejecutivo de Pedro Sánchez. Iceta ha recordado, además, que Euskadi podría recurrir en casación “rápida” ante el Tribunal Supremo si siente que las limitaciones de los jueces autonómicos no son homogéneas a las de otros territorios, como ha sido el caso.
Erkoreka, en cambio, ha defendido la postura del Gobierno vasco, que ha pasado de reclamar más estado de alarma a no recurrir el varapalo judicial a las medidas más duras que se querían mantener -el cierre perimetral de la comunidad autónoma y el toque de queda- y a no plantearse la vía de un estado de alarma localizado solamente en Euskadi, que es la zona con una mayor tasa de incidencia en la actualidad. Sobre lo primero, el Ejecutivo de Urkullu insiste en privado en que el Supremo no les ofrece ninguna garantía de que les vaya a autorizar limitar derechos de circulación sin estado de alarma por mucho que haya precedentes en Valencia. Por ello, en palabras de Erkoreka, se ha asumido que “no es el momento” de mantener el laberinto jurídico. “El lehendakari tiene la voluntad clara de no incrementar la sensación de inseguridad de la ciudadanía [...]. que necesita claridad y certeza ahora”, ha enfatizado Erkoreka, que incluso ha asegurado que es tarde para volver atrás en las limitaciones cuando muchos vascos han viajado ya fuera.
¿Y un estado de alarma a la carta? La clave es la palabra “exclusivamente”. El Gobierno vasco entiende que las comunidades pueden pedirlo, efectivamente, pero cuando la calamidad afecte solamente a su territorio o a una de sus partes. E insisten en que la pandemia de la COVID-19 es un problema “global”. Ahora bien, ya se aprobaron medidas únicamente para la Comunidad de Madrid en otoño. “No está en las previsiones solicitar una declaración de estado de alarma en absoluto. Requiere que se produzca una epidemia que afecte exclusivamente a una comunidad autónoma. No es, por lo tanto, ese supuesto”, ha subrayado Erkoreka. Eso sí, ha lanzado un mensaje de que tampoco el fin del estado de alarma ha sido una hecatombe. Quien también es consejero de Seguridad, ha dicho que en otros territorios se han producido mayores incumplimientos y que en el caso de las ciudades vascas no se han visto imágenes que no se hayan dado en las últimas semanas.
En nuestros especiales interactivos, se pueden consultar todos los datos sobre la evolución de la pandemia en Euskadi, sobre los positivos y fallecidos en todas y cada una de las residencias de Álava, Bizkaia y Gipuzkoa y el avance día a día de la campaña de vacunación. También tenemos mapas con los brotes más destacados.
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