Hallan 46 cuerpos en la fosa común más grande de Euskadi hasta la fecha: “Es la actuación más importante en 75 años”
Tenían indicios de que por una zona concreta del cementerio de Begoña, en Bilbao, podrían hallarse cerca de cuatro cuerpos de víctimas desaparecidas en la Guerra Civil, pero lo que realmente encontraron durante las excavaciones del pasado 22 de marzo fue algo del todo inesperado: los restos de 46 personas en la mayor fosa común de la Guerra Civil hallada en Euskadi hasta la fecha.
La mayoría de las personas cuyos restos han sido encontrados, un total de 42, eran víctimas desaparecidas, la mayoría de ellos, gudaris y milicianos. Entre los restos han hallado chapas identificativas de los soldados, munición y objetos personales como lápices, mecheros y cucharas. Llaman la atención, un cepillo de dientes y una cuchara de plata que según parece, fue atravesada por una bala. “Entre los objetos más comunes de los soldados hay cucharas o herramientas multiusos para comer. En este caso, una bala ha atravesado la cuchara que el soldado podría haber estado utilizando o que la podía haber tenido en el bolsillo en el momento que fue disparado”, explica a este periódico Leire Arana, arqueóloga de la Sociedad de Ciencias Aranzadi, el equipo que ha hallado la fosa común dentro del proyecto promovido por el Ayuntamiento de Bilbao, Begoñako Argia, que comenzó en octubre del año pasado y que hasta el momento ha logrado exhumar los restos de más de 2.200 en el cementerio de Begoña.
La mayoría de las exhumaciones realizadas en el cementerio se correspondían con enterramientos individualizados y todos ellos aparecían documentados en el registro cementerial. Sin embargo, no había ningún registro sobre la fosa encontrada la semana pasada. Según han detallado los expertos de Aranzadi, la fosa está dividida en cuatro partes contiguas. En las partes 1 y 2 de la fosa, se han hallado los restos de cuatro personas que se encontraban boca arriba y, al menos una de ellas, contaba con signos de haber sido ejecutada, puesto que traía una bala en el cráneo y las manos atadas a la espalda. Las partes 3 y 4 de la fosa contenían 17 y 25 cuerpos, respectivamente. En la parte 3, los 17 cuerpos se encontraban boca abajo y en la 4, había algunos boca arriba y otros boca abajo. Según los objetos hallados, los investigadores apuntan que al menos los cuerpos encontrados en las últimas partes de la fosa pertenecen a soldados republicanos.
“Por los documentos que teníamos sabíamos que íbamos a encontrar algo, pero pensábamos que sería más adelante, porque es un cementerio muy grande y hay varias zonas. Sabíamos que por ciertas zonas teníamos que andar con más cuidado. Cuando nos encontramos algunos cuerpos colocados de cierta forma, ya sabíamos que íbamos a encontrarlos ahí. No se puede sacar una conclusión muy concreta con el tema de cómo estaban colocados los cuerpos, pero normalmente cuando son personas enterradas por otras del mismo bando, se entierran boca arriba, como símbolo de respeto. Creemos que fue un enterramiento muy rápido realizado por gente del mismo bando o vecinos del pueblo, debido a las condiciones que presentaban las víctimas”, indica Arana.
Los trabajos de exhumación en el cementerio vizcaíno aún no han terminado, ya que, quedan todavía siete gudaris y milicianos republicanos por extraer. “Esta es la actuación más importante que hemos hecho en 75 años en un yacimiento de estas características y que está dando esta serie de resultados. Nos encontramos en la comunidad autónoma con la fosa en la que mayor número de personas se han documentado”, ha explicado el arqueólogo y secretario general de Aranzadi, Juantxo Agirre durante la presentación de la información sobre las exhumaciones realizadas, que ha tenido lugar este miércoles en el Ayuntamiento de Bilbao.
La consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales del Gobierno vasco, Beatriz Artolazabal, quien ha participado en el acto junto al alcalde de la ciudad, Juan Mari Aburto, ha destacado que “este ha sido el mayor hallazgo de restos humanos de la Guerra Civil” desde que el Gobierno vasco inició el programa de búsqueda de víctimas desaparecidas en el año 2003. “Todo indica que las personas halladas murieron en defensa de Bilbao entre los días 15 y 18 de junio de 1937, probablemente en la dura batalla de Artxanda. Estos gudaris fueron enterrados en Begoña, sin ningún tipo de registro ante la inminente caída de la Villa”, ha indicado.
Colaboración ciudadana para identificar los cuerpos
Entre los cuerpos se han encontrado cinco chapas de soldados con números identificativos. Tras la primera limpieza se han identificado números de posibles gudaris del Batallón San Andrés, unidad de Eusko Gudarostea vinculado al sindicato nacionalista Solidaridad de Trabajadores Vascos. Además, después de haber realizado un pequeño estudio, los investigadores han deducido que también puede haber entre los restos encontrados, milicianos del Batallón Jean Jaurés, vinculado a Unión General de Trabajadores y milicianos anarquistas.
Durante los próximos meses realizarán investigaciones para identificar a estas personas. Para ello, tanto Artolazabal como la directora del Instituto Vasco de la Memoria (Gogora), Aintzane Ezenarro, han pedido que todo aquel que tenga “sospecha o indicios” de que su antepasado pudo morir en la defensa de Bilbao durante la Guerra Civil acuda a Gogora a aportar su muestra de ADN para poder cotejarla con la de las personas halladas. “Toda colaboración va a ser bienvenida para tratar de identificar a estas personas que han permanecido bajo tierra durante demasiados años, sin que sus familiares supieran su localización. Se lo debemos a aquella generación que se sacrificó por la democracia y el autogobierno”, ha concluido.
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