Jai alai, de ser el deporte más rentable de Estados Unidos a desaparecer
Esta modalidad de pelota vasca tuvo gran éxito en Florida, pero tras una larga huelga su popularidad empezó a decaer y el famoso frontón Dania Jai Alai cerró sus puertas el pasado domingo tras 68 años de actividad
El pasado domingo, cientos de personas se congregaron en el frontón Dania Jai Alai de Dania Beach (Florida) para disfrutar de una jornada de cesta punta en Estados Unidos. En un ambiente “intenso” a la vez que “emotivo”, tuvo lugar la última función del famoso frontón. El pelotari de Biarritz Manu Ladutxe será recordado como el último ganador de Dania Jai Alai tras vencer a siete contrincantes en la última quiniela en un festival que se prolongó cerca de cuatro horas. Tras el último partido, los hijos de los jugadores se acercaron y entregaron a cada uno de ellos una pelota firmada por todos los pelotaris como símbolo de despedida. 68 años después de su apertura, Dania Jai Alai cerró sus puertas para siempre el domingo.
La cesta punta, o jai alai, como lo llaman en Estados Unidos, fue uno de los negocios de apuestas más rentable del siglo XX. El deporte llegó al país americano a través de las oleadas de inmigrantes vascos que se afincaron allí. La presencia del vasco en Estados Unidos se remonta a la llegada de los europeos a América, principalmente en el sureste del país norteamericano, pues “los vascos, como cualquier otro grupo, participaron también en la empresa de colonizar gran parte de lo que hoy se conoce como Estados Unidos”, como cuenta Pedro Oiarzabal, historiador y especialista en la diáspora vasca. La época en la que “seguramente” hubo mayor cantidad de personas de origen vasco en el país se prolongó desde la mitad del siglo XIX hasta la mitad del siglo XX. “Hasta su independencia, hubo gran número de vascos en Cuba, al ser parte del imperio español. Muchos emigraron e hicieron negocios en la costa este de Estados Unidos, particularmente en Florida”, explica el historiador. Con el descubrimiento del oro en California, la inmigración vasca llegó hasta la costa oeste, y de ahí, se extendió hacia los estados limítrofes, como Nevada, Arizona, Idaho, Oregon o Utah.
Ahí donde se concentraba un grupo de personas de origen vasco, se establecían pensiones vascas, que después pasaron a ser hoteles. Según un artículo de la Enciclopedia Auñamendi escrito por Mariano Estornés y Gloria Pilar Totoricagüena, el primer hotel vasco del que se tiene constancia data de 1850. El hotel vasco se convirtió en “institución” para la población vascoamericana, que acudía a él para recoger información o ser asesorada sobre las cuentas de los bancos o “los asuntos relativos a la inmigración”. Pronto, los hoteles fueron, además de instituciones, centros socioculturales, sobre todo en la parte oeste de Estados Unidos. “Algunos de ellos tenían incluso frontón para jugar a la pelota. Este facilitaba a los jóvenes vascos que vivían en el hotel, o en las localidades cercanas, una forma de recreo que utilizaban para liberar energías”, explica el artículo. Además de jugar para divertirse, los hoteles comenzaron a organizar torneos en los que participaban “los mejores jugadores de las comunidades vascas”. En la actualidad, asegura Oiarzabal, cerca del 80% de descendientes de inmigrantes vascos reside en el oeste del país.
Sin embargo, donde el negocio del jai alai tuvo mayor éxito fue en el estado de Florida, probablemente por la legislación del juego, ya que “al estar ligado a la apuesta, donde no estaba permitido el juego no se expandió”. El primer frontón de la costa este fue el de Hialeah, que construyeron en 1924 dos inmigrantes cubanos que apostaron por la cesta punta. Pero aquel jai alai, el más grande de todos los frontones de Estados Unidos con una capacidad de alrededor de 10.000 espectadores, no duró mucho: en 1926 lo destruyó un huracán. Fue reemplazado por el Miami Jai Alai, el único frontón de Florida hasta la década de los 1950. El deporte no gozó de popularidad hasta 1935, cuando se legalizaron las apuestas. A partir de entonces, empezaron a inaugurarse nuevos frontones. En 1953 abrió sus puertas Dania Jai Alai, el mismo que puso punto final a su recorrido este domingo. El nuevo frontón tenía a comienzos del siglo XXI un aforo máximo de 12.500 espectadores. Uno de los momentos de mayor popularidad para el deporte fue la década de 1970 con la llegada de inmigrantes cubanos aficionados a la modalidad de pelota vasca. En el año 1978, según la Enciclopedia Auñamendi, había diez frontones en Florida: Miami Jai Alai, Dania Jai Alai, Tampa Jai Alai, Palm Beach Jai Alai, Fort Pierce Jai Alai, Melbourne Jai Alai, Ocala Jai Alai, Orlando Seminole Jai Alai, Daytona Beach Jai Alai y Big Bend Jai Alai.
La cesta punta se hallaba tan identificada con el estado que era publicitada como si fuera prácticamente originaria de Florida
En la mayoría de frontones de Florida, las temporadas de cesta punta se prolongaban habitualmente durante los meses de invierno. No obstante, el Daytona Jai Alai mantenía sus puertas abiertas en verano, por lo que muchos de los pelotaris intentaban seguir jugando allí. Acogían partidos y quinielas casi todos los días de la semana. En concreto, los pelotaris jugaban en Miami Jai Alai de lunes a viernes por la noche y los lunes, miércoles y sábados a la tarde, y el de Dania abría seis días a la semana por la noche y los martes, viernes y sábados por la tarde. Durante la temporada de 1975, el jai alai consiguió vender cerca de cinco millones de entradas y el frontón de Miami congregó a más de 15.500 espectadores el 27 de diciembre. En la actualidad, el FTX Arena, la cancha de baloncesto de los Miami Heats, tiene una capacidad de 19.600 espectadores. “La cesta punta se hallaba tan identificada con el estado que era publicitada como si fuera prácticamente originaria de Florida. De la escuela de cesta punta del norte de Miami salían tanto pelotaris profesionales como aficionados capaces”, señalan Estornés y Totoricagüena.
Fue una noche de despedida. El cierre de un ciclo. No el final del jai-alai. Una modalidad como esta no puede acabar aunque sea de la manera en que se desarrolló el festival. A lo grande. Apoteósico
Pero el éxito de la cesta punta en Florida decayó en la década de los 1980. En 1988, los pelotaris, agrupados en la IJAPA —International Jai Alai Players Association o Asociación Internacional de Jugadores de Jai Alai—, decidieron hacer una huelga para pedir mejores condiciones laborales. Un enviado del Gobierno vasco y el cónsul de España en Miami visitaron a los pelotaris de cesta punta, que entonces eran en torno a 600 profesionales en todo el mundo. Al finalizarla, tres años y medio después, solo quedaban alrededor de 200. “A partir de entonces la Asociación de Pelotaris (IJAPA) desaparece prácticamente y las relaciones entre los jugadores y mánager entran en una fase de confrontación que afecta negativamente a la imagen del deporte”, relata Alberto Prieto, catedrático en Rollins College, Florida, en un artículo publicado en el diario 'Deia'. “Pasaron de miles de espectadores a unos cientos”, explica otro artículo de 'Jai Alai News'. A eso se le sumó que en esa misma época se introdujo la lotería en el estado de Florida, de manera que la “competencia por el dinero de las apuestas era mucho mayor”. “La huelga fue brutal, al cerrar durante tanto tiempo los frontones, la gente busca otro tipo de espectáculos, la gente se desilusiona. Si se pierde el interés, la gente va a buscar otro espectáculo”, apunta Oiarzabal.
La decaída del deporte de origen vasco no ha parado desde entonces. “El dinero que va a invertir el empresario en montar un espectáculo de estas características, en el que se una el 'show', el negocio y el deporte, tiene que competir con otros problemas: con otro tipo de juegos, el cambio de generación, las apuestas en el mundo digital... ¿De dónde vas a sacar más dinero? ¿Apostando por un jai alai o en las carreras de caballos o en otro juego?”, subraya el especialista en la diáspora vasca. Poco a poco los frontones de Florida fueron echando el cierre hasta quedar solamente dos en pie: Dania Jai Alai y Magic City Jai Alai. Los 28 pelotaris que formaban el cuadro profesional de Dania Jai Alai para la temporada 2021-2022 tenían contrato hasta verano. Pero antes de que comenzara la temporada, el estado de Florida reformó una ley que hasta ahora protegía los frontones, si bien hacía años que no eran rentables por la caída que han sufrido las apuestas. Los casinos del estado debían mantener los espectáculos que eran considerados “tradicionales”, entre los que se encontraba el jai alai o las carreras de caballos, para poder hacer negocio con tragaperras. Tras el cambio en la ley, Dania Beach Casino comunicó en septiembre a los pelotaris que el jai alai cerraría el 28 de noviembre. La despedida se alargó durante todo el fin de semana, en el que repartieron premios, se exhibieron en varios partidos y dejaron aflorar los sentimientos. “Fue una noche de despedida. El cierre de un ciclo. No el final del jai alai. Una modalidad como esta no puede acabar aunque sea de la manera en que se desarrolló el festival. A lo grande. Apoteósico”, narra 'Jai Alai News'.
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