El ligero descenso de todos los indicadores no aleja a Euskadi del momento crítico de la pandemia y Donostia se queda también al borde de la alerta roja

En un escenario de datos epidemiológicos muy malos, Euskadi ha notificado este jueves unas cifras ligerísimamente mejores que las de la jornada anterior, la primera en meses con más de 1.000 casos de una tacada en 24 horas. Los nuevos positivos son 940 en vez 1.003, la positividad es del 8,7% en vez del 8,9%, el R0 (casos que origina cada positivo) baja de 1,18 a 1,16, en la UCI hay cinco camas menos ocupadas (pero no se precisa si por altas o por defunciones) y la velocidad de expansión de los positivos cae del 25% al 24%. La conclusión, sin embargo, es la misma que en la jornada anterior: Euskadi sigue en alerta roja y la bola continúa creciendo hasta el punto de que la única capital con una tasa de incidencia inferior a 400 casos por cada 100.000 habitantes en 14 días, Donostia, está ya al borde de cruzar esa línea que le acarrearía restricciones en hostelería y un confinamiento perimetral desde el martes.

Los 940 casos se reparten en 426 en Bizkaia, 397 en Gipuzkoa, 110 en Álava y siete entre personas de fuera o sin residencia conocida. La tasa general en Euskadi alcanza ya los 450,56 casos por cada 100.000 habitantes, sin que haya visos de que pueda iniciar a corto plazo una tendencia descendente aunque son ya cinco las semanas seguidas de incrementos. Es más del doble que la media española. El mayor problema se da entre jóvenes de 13 a 18 años, con edades en las que se llega a duplicar la incidencia media y que -alertan las autoridades sanitarias- luego contaminan a su entorno familiar. El Departamento de Educación, hasta el momento, no ha ofrecido aún los datos de afección de estos casos en los centros escolares a la vuelta de las vacaciones. Por el contrario, las vacunas están logrando contener la tasa entre mayores de 65 años y, singularmente, entre mayores de 80 años, ya que es alrededor de 100 puntos inferior y, consecuentemente, ello está redundando en una caída de las hospitalizaciones y de la mortalidad.

A nivel más local, además de la subida de Donostia, Mutriku y Eibar pasan a nivel rojo mientras que Muskiz es la única localidad de más de 5.000 habitantes que mejora, aunque se queda en alerta naranja. Las tasas de los cinco municipios más poblados son las siguientes: Bilbao está en 500, Vitoria en 463, Donostia en 398, Barakaldo en 289 e Irún en 324. El lehendakari, Iñigo Urkullu, ha atribuido este panorama a las vacaciones de Semana Santa y antes del puente de San José.

La presión hospitalaria, en todo caso, sigue siendo muy elevada. Son 570 las personas internas en la red de Osakidetza, 128 de las cuales están en estado crítico en la UCI. 73 personas tuvieron que ser hospitalizadas en las últimas 24 horas. La media diaria de la última semana ya es muy similar al máximo de la anterior ola, la que siguió a la Navidad (81,76 por 79) sin que se haya alcanzado el pico. Esta escalada provocada ahora por la variante detectada en origen en el Reino Unido, que ha sustituido totalmente en Euskadi al Sars-Cov-2 original o “salvaje” genera con una tasa de 450 ocho ingresados más en total y 31 más en la UCI (32% de diferencia). De todos los positivos de la última semana, el 39% estaban con síntomas en el momento de la toma de muestras, a los que hay que añadir los que desarrollan más tarde la enfermedad.

En nuestros especiales interactivos, se pueden consultar todos los datos sobre la evolución de la pandemia en Euskadi, sobre los positivos y fallecidos en todas y cada una de las residencias de Álava, Bizkaia y Gipuzkoa y el avance día a día de la campaña de vacunación. También tenemos mapas con los brotes más destacados.