Llega la amenaza de la gripe entre el temor a la coinfección con la COVID-19 y el reto de que se vacunen más sanitarios

Con la amenaza del coronavirus Sars-Cov-2 todavía muy presente, los servicios sanitarios del hemisferio norte se preparan ahora para afrontar la ola estacional de gripe o, mejor dicho, de los diferentes virus de gripe. La cepa A (H1N1) que provocó una pandemia en 2009 todavía genera algunos casos más de una década después. La coinfección de ambas enfermedades -perfectamente posible y potencialmente muy peligrosa en grupos de riesgo- y la probable confusión de sintomatología obligan a redoblar esfuerzos en este otoño-invierno para minimizar el impacto sanitario.

De cara a la temporada 2020-2021, Euskadi ha adquirido 558.000 dosis de vacunas entre Chiroflu y Chiromas, bastantes más que las 416.000 del pasado año. Ha invertido dos millones de euros. Es una cantidad equivalente a un cuarto de la población total. Además de la red de centros de salud, se han habilitado polideportivos, centros culturales y otros espacios para suministrar las inmunizaciones. “'Este año más que nunca, ¡aléjate de la gripe!” es el lema elegido por Osakidetza para su campaña de concienciación anual, en el que se separa del tono jocoso de otros años. Ya no hay bromas con frases de Julio Iglesias, abuelas forzudas o ancianos posando como personajes de Star Wars. La consejera de Salud, Gotzone Sagardui, ha explicado que incluso se abrirá la puerta a que cualquier persona fuera de los grupos de riesgo pueda vacunarse. Será a partir del 31 de octubre y Euskadi está dispuesta a adquirir más vacunas en caso de necesidad.

Uno de los retos es que crezca el porcentaje de personal sanitario que se vacune. La 'paciente cero' del coronavirus en Vitoria fue una doctora de Txagorritxu y en cada campaña anual de la gripe estacional crece la presión asistencial respecto a otras épocas del año pero también las infecciones nosocomiales, las adquiridas dentro del propio centro sanitario. En el año anterior solamente se vacunaron un 37% de los profesionales en Euskadi. Christian Bengoa, que trabajó varios años en Inglaterra tratando de impulsar la vacunación antigripal entre sus colegas y que ahora lo hace en España, remarca que cada punto de inmunización que se gana entre el personal sanitario se reduce un punto la afección en la plantilla, con la consiguiente reducción también de los posibles contagios a los usuarios. La consejera Sagardui ha hecho ya varios llamamientos en esta dirección, aunque desde la prevención de que es un paso “voluntario”.

La campaña de vacunación es más seria en 2020: ya no hay bromas con frases de Julio Iglesias, abuelas forzudas o ancianos posando como personajes de Star Wars

Por el momento, la campaña de vacunación se ha iniciado ya en Euskadi en las residencias de ancianos. Aunque ahora están en el foco informativo por el coronavirus -en Euskadi son ya más de 700 las muertes registradas desde marzo por la COVID-19- año tras año también suelen ser golpeadas por brotes de gripe. Desde el 13 de octubre se inmunizará a los grupos de riesgo (mayores de 65 años, crónicos o embarazadas), si bien esta vez se ha establecido un sistema de cita previa para ordenar los flujos de personas y evitar que un el sistema colapse. Tiene que ser un proceso “seguro”, ha recalcado Sagardui.

El dispositivo está listo pero los expertos son conscientes también de que los datos de al afección de las gripes en el hemisferio sur, que ya ha finalizado la temporada invernal, son muy favorables. En Australia solamente se han registrado 33 infecciones, en Chile 12 y en Sudáfrica 6. La tasa de positividad ha sido del 0,06%. En comparación, entre 2017 y 2019 hubo 24.512 casos y un porcentaje de positivos del 13,7%. Además, se considera que la transmisibilidad de la gripe es menor que la del Sars-Cov-2 (una R0 máxima de 1,28, cuando el coronavirus ha generado en sus peores fases hasta cuatro casos derivados de cada infectado). El exconsejero de Salud, exdirectivo de la OMS y exasesor de Barack Obama Rafael Bengoa lo atribuye con claridad a las medidas de prevención contra el coronavirus, “mascarilla, lavado de manos y distancias”. “Podemos intuir que han funcionado también contra la gripe [en el hemisferio sur] y es probable que aquí pase lo mismo”, señala.

La gripe dejó 45 fallecidos en la pasada temporada, el tercer registro más alto desde 2013. El pico fueron los 97 fallecimientos en la campaña 2017-2018. En comparación, esta semana Euskadi ha alcanzado los 2.000 fallecidos con COVID-19 desde que se registrara el primer caso el 28 de febrero. 333 fueron hospitalizadas por síntomas graves, 80 de ellas en la UCI. La afección mayor se da entre los mayores de 65 años. Osakidetza recibió 39.162 consultas por esta enfermedad el año pasado. Un dato tozudo año tras año es que como mínimo un 48% de los ingresados en UCI y un 59% de los hospitalizados totales tenían que haberse vacunado y no lo hicieron.