Un número creciente de ertzainas que acaban de graduarse en la academia policial de Arkaute están mostrando su malestar por la gestión económica de la asociación sin ánimo de lucro MugiArkaute, que se ha encargado este curso del transporte desde las capitales después de que se acabara con la posibilidad de pernoctar en las instalaciones o con la alternativa de aparcar diariamente vehículos privados en el recinto. MugiArkaute se constituyó ‘ad hoc’ para prestar ese servicio a los alumnos y ha obtenido 260.000 euros en total de dos subvenciones públicas. Ahora, sin embargo, está poniendo trabas a la devolución de fianzas de entre 50 y 100 euros de ertzainas que se dieron de baja tras el cambio de la situación motivado por la pandemia, lo que podría suponer entre 17.500 y 25.000 euros. El servicio está en el aire de cara a septiembre, cuando inician su formación futuros policías locales de Euskadi.
Explica una alumna de la última promoción de la Ertzaintza -la vigésima octava- que ella y sus compañeros se vieron “prácticamente obligados” a contratar el transporte con MugiArkaute al iniciar la fase de formación. Esta asociación -que ofrece una información muy limitada en su página de Internet- surgió el 13 de junio de 2019, inmediatamente después de que se introdujeran los cambios en pernoctaciones y aparcamiento en la academia -el 30 de mayo de 2019 se informó de ello públicamente-. “Nos dimos de alta en un servicio sin casi información y a lo largo del tiempo ha habido muchos cambios en paradas u horarios. Hay compañeros que no han llegado a tiempo a algunas clases”, denuncia esta agente.
Se da la circunstancia de que la academia ya había informado a los futuros alumnos con un correo electrónico remitido el 10 de junio de la existencia de esta asociación que ni siquiera existía en aquel momento, ya que se creó tres días después. “Nuestro consejo es que te pongas en contacto de inmediato con esta página web dispuesta a conocer tus necesidades, atenderte y responder a tus preocupaciones: https://mugiarkaute.eus”, se podía leer en la comunicación que recibieron los ahora ertzainas.
Nos dimos de alta en un servicio sin casi información y a lo largo del tiempo ha habido muchos cambios en paradas u horarios
MugiArkaute es una asociación dirigida ‘de iure’ por los propios ertzainas de la academia pero de cuya gestión se encarga ‘de facto’ una empresa que subcontrata los autobuses a conocidas compañías vascas. Ofrece los recorridos Vitoria-Arkaute, Bilbao-Arkaute, Donostia-Arkaute y una lanzadera para quienes aparcan en el pabellón del Baskonia, el Fernando Buesa Arena, o en pueblos cercanos. Dan Lertxundi, con experiencia en el sector del transporte en Gipuzkoa, es el portavoz de esa compañía. No quiere revelar el nombre de la sociedad detrás de MugiArkaute, pero en el registro mercantil consta que el 25 de junio de 2019 se constituyó la firma KBE Mugi Solutions con Lertxundi como administrador único.
En los últimos meses, MugiArkaute ha obtenido dos líneas de dinero público en su estreno como prestataria del servicio. La más importante es del propio Departamento de Seguridad y asciende a un máximo de 200.000 euros para cubrir el posible déficit del servicio de transporte. La otra es de 60.000 euros y la concede el Ente Vasco de la Energía (EVE) para impulsar una movilidad sostenible. Lertxundi recalca que es una asociación “sin ánimo de lucro” y que “no hay beneficios” para sus gestores en ningún supuesto. Asegura que el modelo es similar al de la conocida entidad Altube, que desde 1984 ha gestionado un servicio de transporte universitario entre Vitoria y Bilbao.
Preguntado por la no devolución de fianzas, Lertxundi insiste en que “hay personas que dejaron de usar el servicio de forma voluntaria” y que perdieron el derecho a recuperar el dinero según el reglamento interno. Subraya, eso sí, que a estas personas no se les han cobrado los desplazamientos no utilizados. La mayoría de bajas viene motivada por los cambios que ha supuesto la ‘nueva normalidad’ tras la llegada de la pandemia, ya que no se ha recuperado la actividad en Arkaute al 100%. Además, ahora sí se permite la entrada de algunos coches al aparcamiento del centro policial, lo que ha reducido la demanda de autobuses.
“Retomamos en junio el servicio. Se valoró suspenderlo porque no era viable con los cambios, pero lo mantuvimos en su totalidad porque habíamos adquirido un compromiso”, defiende el gestor de la entidad. Lertxundi, eso sí, reconoce que sí se han producido “ejecuciones” de las fianzas, es decir, su no devolución. La cuantía rondaría entre los “17.500 y los 25.000 euros”, según se desprende de una comunicación enviada a los afiliados tras las primeras quejas. Suponiendo que es la cantidad más baja (17.500) y que todos tienen la cuantía mínima (50 euros), los afectados podrían ser hasta el 50% de los 700 que ha llegado a tener MugiArkaute. “Si hay que devolver, devolveremos, pero eso tendría consecuencias”, abunda Lertxundi. ¿Qué consecuencias? Según explica, las restricciones de la pandemia han puesto en riesgo la viabilidad económica de la entidad y, sin todos los recursos disponibles, podrían llegar a necesitar una “derrama” de los socios, es decir, subidas de precios.
Las personas detrás de MugiArkaute conocen la existencia de las quejas y llevan todo el mes de agosto lidiando con ellas. Se asume que alguna podría llegar a Kontsumobide (Instituto Vasco del Consumo), pero fuentes de ese organismo aseguran no tener constancia de esta polémica. Por su parte, portavoces de la academia de Arkaute señalan que “esto es un asunto entre la asociación y sus socios”. Preguntados por la subvención de 200.000 euros, indican que “se tramitará si se cumplen los compromisos”.