PNV y PSE-EE cierran con EH Bildu el pacto para aprobar la ley de cambio climático a las puertas de las elecciones
PNV y PSE-EE han cerrado con EH Bildu el acuerdo para aprobar una de las leyes más importantes pendientes de esta legislatura, la Ley de Transición Energética y Cambio Climático, cuyo debate en ponencia se ha iniciado este viernes en el Parlamento Vasco. Tal y como adelantó en su día elDiario.es/Euskadi, los partidos del Gobierno han admitido importantes enmiendas presentadas por la coalición abertzale pese a que sus votos en el Parlamento Vasco eran suficientes para sacar adelante esta ley, pero que ahora tiene un respaldo mucho más reforzado al contar con el apoyo de los tres principales partidos de la Cámara. El acuerdo tiene además la peculiaridad de que se consigue a las puertas de las elecciones vascas y en un momento en el que sobrevuela la precampaña la posibilidad de que cambie el sistema de coaliciones de gobierno que hasta hasta ahora ha sido habitual en Euskadi, entre PNV y PSE-EE y se una a la ecuación EH Bildu.
Los tres partidos que han llegado a un acuerdo para la aprobación de esta ley de Transición Energética y Cambio Climático han querido escenificar la importancia del mismo compareciendo de manera conjunta, algo muy poco habitual en la sala de prensa del Parlamento Vasco. Unai Grajales (PNV), Alberto Alonso (PSE-EE) y Mikel Otero (EH Bildu) han destacado que la relevancia del acuerdo les ha hecho “abstraerse” del contexto electoral.
“Vamos a tener una Ley ambiciosa, con objetivos de mayor envergadura y más cuantificables, en consonancia con la situación climática que atravesamos y la urgencia con la que tenemos que enfrentarnos a la crisis climática”, han destacado los parlamentarios Unai Grajales y Alberto Alonso. “Nuestro objetivo era transformar un mal proyecto de ley en una buena ley, y lo hemos logrado”, ha dicho Mikel Otero. “Este acuerdo solo ha sido posible elevando la mirada, abstrayéndonos del contexto preelectoral y entendiendo que hay políticas estratégicas que requieren dejar de lado los tacticismos y pensar en clave de país, y las climático-energéticas lo son”, ha señalado el parlamentario de EH Bildu. “Hemos reculado todos, pero hemos avanzado todos a la vez”, ha destacado Grajales.
Canon a las renovables: 700 euros por hectárea en fotovoltaica y entre 2.600 y 5.400 euros a eólica
La Ley, que pretende conseguir las cero de emisiones en Euskadi para el año 2050, tiene cuatro ejes fundamentales. Por un lado, una hoja de ruta clara para la desinversión pública en combustibles fósiles, una de las exigencias que planteó de entrada EH Bildu. Para el año 2030 el Gobierno vasco deberá desprenderse de sus activos vinculados a la exploración y explotación de hidrocarburos y a los combustibles fósiles, aunque en un año deberá macarse la ruta a seguir en esa desinversión. El dinero obtenido de esas enajenaciones se destinará al EVE para reinvertirlo básicamente en energías renovables.
En cuanto a la financiación, el Gobierno deberá destinar a acción climática al menos un 2,5% de sus presupuestos y las instalaciones renovables deberán pagar un canon anual. Dicho canon entrará en vigor el 1 enero de 2025, y deberá destinarse a compensaciones socio-ambientales en los municipios o comarcas afectadas, aunque lo cobrará de forma directamente el Gobierno vasco. El canon se aplicará a las eólicas en función de la potencia instalada y a las fotovoltaicas en relación con las hectáreas que ocupen. En este sentido la cuota íntegra resultará de aplicar un tipo de gravamen de 700 euros por hectárea de superficie afectada en fotovoltaica. En eólica variará en función de la potencia y el número de aerogeneradores, aplicándose un gravamen progresivo, siendo el máximo de cuota íntegra a pagar aplicando a la base imponible 5.400 euros para instalaciones de más de 5MW y 11 aerogeneradores o más.
La Ley pondrá objetivos de cuota de energía renovable y de reducción de emisiones y de consumo energético. La participación de las energías renovables en el consumo final energético deberá ser, al menos, de un 32% en el año 2030. Y por último, establece un marco de gobernanza, con la creación de una oficina climática y de un comité científico y la puesta en marcha de un proceso deliberativo para alcanzar un gran Pacto Social por el Clima.
En cualquier caso, los tres partidos han destacado que se trata de un suelo mínimo para afrontar la transición que requerirá de un importante desarrollo normativo una vez que se apruebe en el Parlamento. “Dejamos deberes para los próximos gobiernos”, ha señalado Otero.
Unai Grajales ha destacado que los tres partidos han tenido “”altura de miras“. ”Todos sabíamos que el proyecto del Gobierno iba a ser mejorado sustancialmente“. De hecho, los partidos del Gobierno presentaron 117 autoenmiendas al proyecto inicial. Ha destacado además que la Ley aborda la transición energética salvaguardando la tradición industrial vasca. Alberto Alonso, por su parte ha destacado la importancia del pacto porque se trata de un tema urgente y que es trasversal a todas las políticas.
Esta es, junto con la reforma de la Ley Trans, la Ley de Infancia y Adolescencia, y la de Cooperación, una de las cuatro normas que el lehendakari, Iñigo Urkullu, quiere que se aprueben antes de que finalice la presente legislatura, y que podría ver la luz al igual que el resto en el mes de febrero, por lo que deja abierta la puerta a que se convoquen las elecciones a partir de esa fecha y se celebren finalmente en primavera.
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