PNV y PSE-EE corrigen sus propios presupuestos y dan 15 millones para los descuentos al transporte en Euskadi
El Gobierno de PNV y PSE-EE ha autoenmendado su proyecto de presupuestos para 2024. En concreto, ha propuesto cambios por valor de unos 22 millones de euros, según la documentación registrada ya en el Parlamento Vasco. Es apenas un 0,14% del gasto total previsto pero incluyen algunas medidas significativas. La más cuantiosa, que supondrá 15 de los 22 millones, es la partida para continuar sufragando en 2024 los descuentos en el transporte público. Eso sí, hay también más fondos para mejorar el servicio de comedores escolares en plena polémica por la calidad de algunas empresas como Serunion o para aplicar la nueva ley de Salud Pública, aprobada esta misma semana.
En materia de Transportes, aunque las bonificaciones cofinanciadas por el Estado y por los operadores locales se diseñaron para combatir la inflación, se incide en que el Ejecutivo “quiere seguir apostando por la movilidad sostenible”, también por razones medioambientales. Las ayudas -recalcan PNV y PSE-EE en el documento registrado en el Parlamento- “han producido un incremento de pasajeros” y “han ayudado a hacer pedagogía a favor del transporte colectivo”. Ahora toca “seguir trabajando con el objetivo de fidelizar” para el futuro a esos que se han acercado por el precio al 50%, vigente desde septiembre de 2022 y que ha ido prorrogándose en varias ocasiones.
La segunda aportación más relevante es la relacionada con los comedores. Se sube de 32 a 35 millones la financiación para este servicio en la red pública. “Apostamos por reforzar el papel pedagógico de los comedores escolares” y “también recoger los valores de alimentación saludable y sostenible”, argumentan PNV y PSE-EE. Esto tiene su origen en un acuerdo introducido en la reforma de la ley educativa, como publicó este periódico.
En el ámbito de Salud, ya se expuso en el debate de aprobación de la nueva ley que habría fondos ya desde 2024 en los presupuestos y eso se ha hecho con autoenmiendas a la propuesta inicial. Eso sí, hay igualmente varias partidas para reforzar las inversiones de “mejora y modernización” de Osakidetza. Igualmente, hay 0,5 millones para afrontar la crisis humanitaria en Palestina.
La oposición también ha registrado ya sus propuestas, aunque antes intentará tumbar el plan del Gobierno con enmiendas de totalidad. No logrará ni uno ni otro objetivos. El Ejecutivo dispone de mayoría absoluta y este año ya ha quedado claro que no hay posibilidad de acuerdos políticos en pleno clima preelectoral. De hecho, los 22 millones de las autoenmiendas salen de la bolsa genérica de 25 millones prevista para poder negociar con los partidos, una partida llamada “sección 99” sin un fin específico y que se dota más o menos en función del margen para ceder a las peticiones de la oposición. Después del puente festivo se votarán -y rechazarán- las enmiendas de totalidad y luego se debatirán las enmiendas parciales, una sesión en la que solamente se aceptarán las preparadas por PNV y PSE-EE y algún compromiso técnico o genérico. El 22 de diciembre el pleno hará la votación final y dará luz verde a las cuentas.
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