El PP convierte un homenaje a Miguel Ángel Blanco en Ermua en un acto de campaña de Feijóo

El acto central de la campaña del PP en Euskadi, la primera y en principio única visita del candidato Alberto Núñez Feijóo, que sí estará en Pamplona en los próximos días, ha tenido lugar en Ermua en el vigésimo sexto aniversario del asesinato de Miguel Ángel Blanco a manos de ETA tras un secuestro de 48 horas. Aunque el discurso del presidente 'popular' ha sido deliberadamente más plano y no ha habido referencias políticas directas a Pedro Sánchez, sí las han hecho los otros oradores.

La visita ha comenzado con un 'aurresku' y una ofrenda floral ante el monolito que recuerda a las víctimas del terrorismo. Núñez Feijóo ha depositado un ramo de flores que le ha entregado el alcalde de Labastida, Daniel García, en compañía de Marimar Blanco, hermana de la víctima y actualmente diputada autonómica en la Comunidad de Madrid. Luego se ha guardado un minuto de silencio en memoria el que fuera edil en Ermua por el PP, todo un símbolo de la lucha contra el terrorismo de ETA.

Pero pronto el acto ha tornado en un mitin al uso, aunque el atril de los discursos no tuviera logos y aunque la imagen principal fuese un gran retrato, en blanco y negro, de Blanco. De hecho, se ha repartido propaganda y 'merchandising' electoral. Una furgoneta pedía abiertamente el voto: “Es el momento”. El presidente del PP vasco, Carlos Iturgaiz, lo ha dejado claro casi desde el inicio de su intervención. “Enhorabuena por el triunfo en el debate del lunes pasado. Le ganaste de calle al marrullero de Pedro Sánchez”, la ha dicho a Núñez Feijóo en el saludo.

Y ha pedido para España un presidente del Gobierno que “ni mienta ni manipule” y poner fin al “nefasto Gobierno socialcomunista” y que el país recupere “prestigio nacional e internacional”. Y de ahí ha saltado a criticar a Sánchez por su “colegueo” con EH Bildu, por sus “pactos bochornosos”. “Le da todas las prebendas para que los verdugos etarras estén a gusto”, ha criticado Iturgaiz. “Bildu es la Batasuna tuneada. Es un partido antidemocrático. Hace apología del terrorismo. Sus dirigentes adorarn como si fuera un icono el anagrama del hacha y de la serpiente”, ha seguido Iturgaiz, que ha remarcado que Txapote fue el asesino de Blanco. Ha cerrado su parlamento aseverando que el PP es “moderación” y “centralidad”.

Después de Iturgaiz ha hablado la propia Blanco. Hace cuatro años fue candidata por Álava en las generales, pero no logró el escaño. Ha alertado de que no se puede “revictimizar” a los damnificados por el terrorismo de ETA. Ha clamado contra la “operación de olvido y de impunidad”. Y ha señalado por ello al Gobierno de Sánchez. “Es una anomalía democrática que partidos que legitiman a ETA y que llevan terroristas con delitos de sangre en sus listas hayan sido decisivos en al gobernabilidad de este país y que se les permita reescribir la historia de la transición en el BOE. La línea divisoria que se trazó entre demócratas y no demócratas, lo que se llamó el espíritu de Ermua, se ha difuminado. Se ha cedido a sus pretensiones de reescribir la historia. Se ha trasladado a todos los presos de ETA pero [los restos mortales de] mi hermano tuvieron que ser trasladados de Ermua a Ourense por los ataques en el cementerio mientras su asesino ha vuelto a casa”, ha clamado Blanco, que también ha citado a 'Txapote'. Dirigiéndose a Núñez Feijóo, ha pedido que no pacte con EH Bildu –algo que ha hecho su partido en el Parlamento Vasco y en otras instituciones– porque “hay un límite ético que no se puede traspasar”. “Serán legales, pero son profundamente inmorales”, ha aseverado. Y ha pedido trabajar expresamente con las nuevas generaciones para que no se olvide el historial de ETA.

Núñez Feijóo, por el contrario, ha orillado los ataques directos al PSOE. Ha hecho un alegato en defensa de la “memoria” y del “espíritu de Ermua, que es el mejor ejemplo” de la deslegitimación de ETA. Como gallego, se ha dicho orgulloso de que los restos mortales de Blanco descansen en su tierra de origen, pero ha añadido: “No puedo aceptar que ni siquiera después de muerto le dejasen en paz”. “Estaremos siempre aquí los 13 de julio de todos los años. Estamos cumpliendo con nuestro deber. Vamos a seguir defendiendo a Euskadi. ETA no, País Vasco, sí”, ha zanjado el candidato del PP. Eso sí, ha dedicado unos minutos a desgranar algunos puntos de su programa electoral, como su intención de esclarecer crímenes pendientes de resolución judicial –los ha cuantificado en 369– o el veto a expresos con delitos de sangre de las candidaturas, así como endurecer los mecanismos para impedir “humillaciones” a las víctimas a través de homenajes.

En julio del pasado año, el PP ya llevó la tensión con Sánchez a los actos de aniversario del crimen, que tuvieron especial relevancia por ser el vigésimo quinto aniversario y que estuvieron presididos por el jefe del Estado, el rey Felipe VI, por el lehendakari, Iñigo Urkullu, y por el propio presidente. La hermana de Blanco, por ejemplo, se negó a aplaudir a Sánchez. En la ofrenda floral, Núñez Feijóo, Urkullu y Felipe VI fueron ovacionados, mientras que el dirigente socialista fue abucheado. Ermua es uno de los principales feudos socialistas en Bizkaia y en Euskadi. El PSE-EE, que en 1997 gobernaba la localidad pegada a Gipuzkoa con Carlos Totorika, volvió a ganar las elecciones municipales este año con Txitxo Abascal. Su sede, de hecho, estaba al otro lado de la acera de donde ha convocado el PP su acto, la plaza frente al polideportivo municipal Miguel Ángel Blanco.