El lehendakari, Imanol Pradales, se estrena en el cargo con una primera valoración ciudadana de 5,4 puntos sobre 10, un aprobado, según la versión extendida del Sociómetro elaborado por la empresa Ikerfel para el Gabinete de Prospecciones Sociológicas (GPS) de la Presidencia vasca, que hace diez días ya adelantó que PNV y PSE-EE verían reforzada su mayoría de Gobierno si repitieran ahora las autonómicas. Pradales es el líder político vasco más valorado, así como el más conocido y a quien más personas dan al menos un 5. Sin embargo, queda algo por debajo de los parámetros que tenía su predecesor, Iñigo Urkullu, en esta misma encuesta en su entrega de hace doce meses.
El 23% de la población aún no conoce al nuevo lehendakari, pero en febrero, antes de las elecciones, era un 80%. Desde luego, son muchos más los que no ubican ni al líder de la oposición, Pello Otxandiano, de EH Bildu, ni al del PSE-EE, Eneko Andueza. En ambos casos el 49% no les pone cara. El porcentaje sube al 60% en el caso de Javier de Andrés, del PP, a pesar de su larga trayectoria institucional. Solamente el 15% conoce al único representante de Sumar en el Parlamento Vasco, Jon Hernández, que cumple su tercera legislatura en la Cámara como miembro de IU. Y apenas un 25% identifica a la líder de la ultraderecha, Amaia Martínez Grisaleña, en su segunda legislatura al frente de Vox.
En cuanto a las notas, el 5,4 de Pradales -el mismo que recibe su Gobierno en conjunto- sube a 6,8 cuando se pregunta a los simpatizantes del PNV y al 6 entre los votantes de los socialistas, socios de coalición. Pero el lehendakari aprueba también para los correligionarios de EH Bildu (con un 5 raspado) y del PP (con un 5,2). Incluso en Sumar ven con un 4,9 al dirigente del PNV. Los extranjeros, por cierto, dan mucha mejor nota que los autóctonos a Pradales (6,3 frente a 5,3) e incluso saca mejores números en gentes procedentes del resto de España (5,6) que entre los nacidos en Álava, Bizkaia, Gipuzkoa o Navarra. La nota de Otxandiano es de 5,3, casi tan alta como la de Pradales, pero en la campaña era a la inversa. Otxandiano, eso sí, mejora en dos puntos la referencia anterior de Nerea Kortajarena, ahora su mano derecha en el Parlamento. Son los únicos aprobados. Hernández de Sumar tiene 4,5, Andueza 4,4 y De Andrés y Martínez Grisaleña 3.
Significativamente, los encuestados dibujan una Euskadi con “buena” o “muy buena” situación política -lo menciona un 66%- frente a apenas un 17% que piensa lo mismo de España. El porcentaje sube incluso al 78% cuando se pregunta por la economía, frente al 38% español. Sin embargo, ¿cuáles son los problemas principales? El empleo lo es para el 45%, es decir, una cuestión económica. Después asciende rápidamente la preocupación por la vivienda, al 38%. Se ha duplicado este indicador en un año. También crece del 28% al 32% la inquietud por el estado de salud de Osakidetza. Y la “delincuencia” y la “inmigración”, agregados, alcanzan ahora el 35% frente a un 21% de hace solamente doce meses. Un matiz, en el caso de la segunda pregunta se suman las respuestas de quienes ven “problemas” con los extranjeros y de quienes denuncian precisamente el “racismo”. Los encuestados le piden a Pradales, en todo caso, que aborde la mejora de Osakidetza cuando son preguntados por sus prioridades. Así lo cree un 44%. La autodeterminación o la reforma del Estatuto, por ejemplo, solamente son mencionados por un 3%. Y el euskera por un 2%.
Un 42% se siente “tanto vasco como español” y es la etiqueta más común, por encima del 19% únicamente vasco, el 23% más vasco que español o el 8% solamente español o más español que vasco. Un 33%, eso sí, indica que apoyaría la independencia “según las circunstancias”. En el PNV también son mayoritarios los detractores de la ruptura con España (43% frente al 15% de independentistas). Incluso entre los votantes de EH Bildu hay un 12% contrario y un 40% que duda. Como dato, un 2% de los simpatizantes del PP en Euskadi se siente independentistas.