Más o menos cada nueve minutos y medio un usuario de Osakidetza pone una queja o formaliza una reclamación en un hospital o ambulatorio. Antes de la pandemia, en 2019, la media superaba el cuarto de hora. El malestar por la calidad del Servicio Vasco de Salud sigue en aumento. De enero a septiembre de 2024 ha habido 41.881 incidencias, un 16% más que las del mismo período de 2023 y un 28% más que en 2022.
Según consta en dos cuadros con datos facilitados al Parlamento Vasco por el consejero de Salud, Alberto Martínez, como respuesta a una iniciativa de Rebeka Ubera de EH Bildu, en los últimos doce meses -de octubre de 2023 a septiembre de 2024- ha habido 10.870 quejas y 45.919 reclamaciones, 56.789 en total y 41.881 teniendo en cuenta únicamente los datos de este año, desde enero. Esa cifra supera con creces los 36.060 de 2023 y los 32.691 de 2022. Es más, es claramente mayor a los datos de 2017 a 2021 incluso teniendo en cuenta los años completos. En todo 2021, por ejemplo, se registraron 34.956 casos de este tipo. En lo que va de 2024, enero y mayo han sido los meses con más quejas, más de un millar. En enero, mayo y junio se han superado también las 4.000 reclamaciones mensuales, algo que también sucedió en noviembre y diciembre de 2023.
El análisis de los datos muestra que ahora hay 152 quejas o reclamaciones diarias. El máximo antes de la COVID-19 eran las 98 de 2018. Desde 2022 el dato ya está por encima de la barrera de 100. La otra cara de la moneda son las felicitaciones. Cada día cinco personas agradecen el trato dispensado por los profesionales de la Sanidad pública vasca. Constan 1.770 comunicaciones de este tipo entre octubre de 2023 y septiembre de 2024, siempre según los datos oficiales. Los datos muestran que este indicador no está en máximos, aunque también ha crecido desde antes de la pandemia.
En un encuentro con medios de comunicación celebrado en octubre en Bilbao, el nuevo consejero de Salud, Alberto Martínez, hizo algunos comentarios sobre la percepción que la ciudadanía tiene de Osakidetza. Señaló, por ejemplo, que los vascos tienen “alta frecuentación”, es decir, que acuden mucho más que la media a un centro de salud o al hospital y que lo hacen con “grandes expectativas y grandes niveles de exigencia”.
En un contexto en que todas las encuestas han elevado el estado de salud de la Sanidad pública a uno de los principales problemas de Euskadi junto con la vivienda, el lehendakari, Imanol Pradales, ha emprendido también un camino para buscar un pacto con oposición, sindicatos y otros agentes para devolver el prestigio a Osakidetza. “Tenemos un objetivo, que la sociedad vasca sienta orgullo cada vez que cruza la puerta de un centro de salud”, solemnizó en el debate de investidura.
Desde EH Bildu, por el contrario, entienden que “los datos oficiales sobre quejas y reclamaciones vienen a ser un reflejo del deterioro que ha experimentado Osakidetza en estos últimos años”. “En 2023 el número de reclamaciones fue mayor que nunca, 40.000, y este año, vistos los datos hasta septiembre, va a ser todavía peor en este sentido porque, a falta de contabilizar los datos de octubre, noviembre y diciembre, todo indica que se va a superar ese umbral de las 40.000 reclamaciones”, remarca Ubera, portavoz en materia sanitaria.
Y agrega: “El elevado número de quejas y reclamaciones de las personas usuarias de Osakidetza es la confirmación de que en el sistema público de salud es necesaria la transformación que desde EH Bildu venimos reclamando desde hace tiempo para mejorar la calidad de la atención. Y para eso, para llevar a cabo esa transformación y esa mejora de los servicios sanitarios, es fundamental que se tenga en cuenta la opinión, las experiencias y las demandas de las y los usuarios del sistema”.