La magistrada Yolanda Paredes supo que quería ser jueza en segundo de carrera, animada por su profesor de Derecho Penal. Actualmente trabaja en el Juzgado de Instrucción nº 3 de Bilbao y entre los casos a los que se dedica hace hincapié en los relacionados con menores y redes sociales. “Es una cuestión que realmente nos tiene que preocupara como sociedad. Es un verdadero problema de salud pública, porque los menores ahora mismo en los entornos digitales están en un escenario de desprotección absoluta”, lamenta la jueza que insiste en que una de las asisgnaturas pendientes del sistema judicial es “lograr una agilización de los procesos judiciales”
¿Qué supuso para usted el proceso para ingresar en la carrera judicial?
Tan pronto me licencié, preparé inmediatamente las oposiciones para ingresar en la carrera judicial. Fue algo vocacional, yo tenía claro que quería ejercer como juez y además desde ese momento me atrajo el Derecho Penal, que es mi especialidad. Soy una penalista convencida. Me licencié en la Universidad de Deusto con matrícula de honor e inmediatamente después empecé a preparar las oposiciones. Tras estudiar tres años me presenté a las oposiciones y aprobé. Fue un trabajo duro, porque la oposición requiere una disciplina, requiere un método. Hay que tomárselo como si de un trabajo se tratara. En mi caso, tuvo un final feliz.
Está trabajando sobre menores y delitos informáticos y en redes sociales. ¿Cómo está actualmente esta situación?
Es una cuestión que realmente nos tiene que preocupara como sociedad. Es un verdadero problema de salud pública, porque los menores ahora mismo en los entornos digitales están en un escenario de desprotección absoluta. Las nuevas tecnologías, que ya no son tan nuevas, las denominadas TIC, se han convertido en un instrumento para la comisión de delitos en los que los menores, que se encuentran en especial vulnerabilidad, están mayormente expuestos. Existen figuras como el grooming y en Instagram o TikTok los menores están expuestos a un sistema en el que su consumo digital es objeto de manipulación.
Este lunes 25N es el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres y desde las instituciones han puesto el foco en los jóvenes y las redes sociales. ¿Considera hay una banalización de las agresiones sexuales y la violencia machista en los más jóvenes por culpa de las redes sociales? ¿Eso se refleja en los delitos que se recogen?
Sí y es realmente prepcupante. Ahí es donde tenemos que trabajar todas las instituciones unidas a través de campañas de sensibilización. Hay un incremento de conductas machistas subsumibles en el ámbito de la violencia de género entre adolescentes y muchos son producidos en los entornos digitales. La Fiscalía alerta sobre el incremento del acoso a través de las redes sociales y del ciberbullying. Se ha producido un retroceso en las relaciones entre adolescentes con una reproducción de patrones machistas en el ámbito de los entornos digitales, dando lugar a figuras o conductas preocupanetes como la difusión no autorizada de material íntimo.
La carrera judicial es eminentemente femenina, pero se invierte en la cúpula judicial, en los altos cargos
¿De qué manera afectan los sesgos machistas o estereotipos sexistas a la Justicia?
La carrera judicial es predominantemente femenina. Las mujeres ocupamos el 57% de la carrera judicial, el 62% en el caso de Euskadi. En el caso de los miembros con edad inferior a 30 años las mujeres ascendemos hasta el 70%. Yo diría que los sesgos machistas no afectan, sin perjuicio de que, como servidores públicos que somos, evidentemente tenemos que poner el acento y tenemos que preocuparnos de mejorar sobre todo en el ámbito de la violencia sobre la mujer y de la protección de los menores. Debemos mejorar en la protección de la víctima evitando la doble victimización.
En ocasiones algunas víctimas de violencia machista evitan denunciar a su agresor por temor a una revictimización o porque creen que no servirá de nada. ¿Cómo hacer que confíen en el sistema y denuncien?
El proceso penal siempre tiene que ir acompañado y contar con una serie de garantías de los derechos fundamentales de todas las personas intervinientes. Lógicamente a la víctima hay que protegerla pero en nuestro sistema penal rige el principio de presunción de inocencia. Las actuaciones procesales como la llamada prueba preconstituida que se basa en tomar declaración a la víctima en un solo momento en la fase de instrucción y que luego esa diligencia pueda servir en el juicio oral, es un paso adelante para evitar esa doble victimización. Todo eso es mejorable y es cierto que todos los protocolos deben mejorar.
¿Cómo afecta el techo de cristal en la carrera judicial?
La carrera judicial es eminentemente femenina, pero se invierte en la cúpula judicial, en los altos cargos. El Consejo General del Poder Judicial nombra a los presidentes de los Tribunales Superiores de Justicia, de las salas del Tribunal Supremo, a los presidentes de las Audiencias provinciales y esa elección está basada en un principio de mérito y de capacidad. Esto no significa que las mujeres tengamos menos méritos o capaciades, claramente no.
El 94% de las excedencias para cuidados de hijos y familiares en el sistema judicial son solicitadas por mujeres
¿Por qué no eligen tanto a las mujeres para esa cúpula judicial si son la mayoría?
Hay más de una razón y varios parámetros, pero daré un dato objetivo: el 94% de las excedencias para cuidados de hijos y familiares son solicitadas por mujeres. Esto quiere decir que todavía vivimos en una sociedad donde cultural y socialmente las mujeres nos dedicamos en mayor porcentaje al cuidado de la familia. Tenemos que avanzar en esa deseada, ansiada y lógica corresponsabilidad en las obligaciones familiares y domésticas entre hombres y mujeres, y para eso, la educación es la base.
El TSJPV ha puesto en marcha un proyecto piloto para celebrar juicios en euskera. ¿Cómo ve esta medida?
La veo bien. El euskera es un idioma cooficial junto con el castellano y lógicamente el justiciable tiene perfecto derecho a que el juicio se celebre en euskera. Eso supone un esfuerzo por parte de todos los operadores jurídicos para poder llegar a ese escenario que en principio debería ser tan natural como el escenario de un juicio que se desarrolle en castellano.
¿Cuáles cree que son las asignaturas pendientes del sistema judicial a día de hoy?
La asignatura pendiente del sistema judicial español es lograr una agilización de los procesos judiciales. Una justicia lo es en cuanto que para las personas que tienen el conflicto y que someten el conflicto al a los órganos judiciales a que sea dirimido por los órganos judiciales, lo que quieren es una respuesta que llegue en un plazo relativamente razonable, o sea, que no llegue en un futuro en el que ya incluso ese conflicto quizá ya no tenga razón de ser.
¿Por qué ocurre?
Porque hay poca ratio de juez por población, tenemos de las ratios más bajas de la Unión Europea y lógicamente eso exige un esfuerzo por parte de las instituciones y de los gobiernos de querer tener una respuesta judicial más ágil. Es un tema de aportación presupuestaria. Es un problema que no es de ahora, lo arrastramos. En este caso, en el español y el vasco, la solución pasa por la creación de nuevos órganos judiciales.
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