El fin de semana deja cinco fallecidos más en las residencias vascas y un nuevo foco en Bilbao
Las notificaciones de datos realizadas este sábado, domingo y lunes por las diputaciones reflejan que este fin de semana se han producido cinco fallecimientos más de ancianos con COVID-19 en las residencias vascas. Son ya 237 las defunciones ocurridas desde agosto, en la segunda ola. Por territorios, son 109 en Bizkaia, 98 en Gipuzkoa y 30 en Álava. Sumadas a las 619 registradas en la primera ola, 856 mayores han perdido la vida durante la pandemia en estos recursos, prácticamente un tercio del total de fallecidos.
Ha habido un fallecido en residencias de Bizkaia, pero la Diputación vizcaína no concreta dónde estaba internada esta personas. Los otros cuatro eran guipuzcoanos, todos de centros de Donostia. Dos procedían del complejo Hermano Garate-San Ignacio (46 positivos y 6 muertos desde agosto), uno era de Sanitas Miramón (23 casos y 4 fallecidos en apenas dos semanas) y el último, notificado este mismo lunes, de Julián Rezola. Este centro, actualmente, es el más castigado de Euskadi, ya que acumula 78 casos en esta segunda ola (48 de ellos todavía activos) y 11 defunciones.
Los casos activos en las residencias vascas son 419, seis menos que el pasado viernes. La pandemia no desciende aquí como en el resto de la sociedad. Hay más de 30 focos activos. El último son los tres casos aparecidos en la residencia Txurdinagaberri de Bilbao. En Gipuzkoa, ha crecido con fuerza el brote de Hermano Garate-San Ignacio, con 13 positivos de una tacada comunicados este lunes.
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