El Servicio Vasco de Salud y la Ertzaintza retiran por prevención un modelo de mascarillas con grafeno hasta que se aclare si son tóxicas
El Servicio Vasco de Salud (Osakidetza) y la Ertzaintza han decidido este miércoles la retirada “provisional” y “hasta nuevo aviso” de un tipo concreto de mascarillas FFP2 que contienen o grafeno o biomasa de grafeno. La Sanidad vasca ha tenido también tapabocas de tipo quirúrgico del mismo material pero ya no quedaban en 'stock'. En el caso de las que sí estaban disponibles, ni serán distribuidas más ni podrán seguir siendo utilizadas en el caso de que ya hubieran sido integradas. Serán sustituidas por modelos equivalentes o incluso por protecciones FFP3. La medida tiene su origen en una alerta de Health Canada sobre posibles efectos nocivos de la inhalación de partículas de ese producto y, en España, el Ministerio de Sanidad ha rebotado el aviso a las comunidades autónomas.
La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) está analizando con más detalle estos productos. Canadá, en su aviso nacional e internacional, interpreta que el grafeno tiene “cierto potencial para causar toxicidad pulmonar temprana en animales” y que es preciso conocer si ocurre lo mismo con seres humanos, aunque asume que depende del tiempo de uso o del tipo de grafeno y su cantidad. Allí se habían distribuido entre adultos y niños, también en escuelas y guarderías.
El modelo concreto es NR SNN70369B, de tipo FFP2 y del fabricante Shandong Shengquan New Materiales CO. La responsable de Prevención del hospital de Basurto de Bilbao, Ana Collazos, puntualiza que “sobre este material no hay evidencias ni estudios científicos claros que demuestren su peligrosidad ni tampoco si existe riesgo para la salud”. No obstante, Osakidetza ha entendido que “hasta que se complete una evaluación científica exhaustiva y haya establecido la seguridad y eficacia de las mascarillas faciales que contienen dicho componente” se ha optado por extremar la “precaución”. En la red de Bizkaia, por ejemplo, había algunas unidades disponibles en centros de atención primaria. En el caso de la Ertzaintza, donde también se habían distribuido, se ha optado por “seguir la pauta adoptada por la autoridad sanitaria de Euskadi, que es Osakidetza”. Todos los materiales están siendo recogidos para su custodia en el almacén central del Servicio Vasco de Salud en Boroa.
Varios sindicatos habían solicitado ya en jornadas anteriores la retirada provisional de estas mascarillas. Según explican desde el sindicato Satse de Osakidetza, el modelo quirúrgico tenía una capa de grafeno en el lado que entra en contacto con la cara, mientras que la FPP2 tiene cinco capas y la que pudiera acarrear problemas es justamente la de medio, sin contacto con la piel en ningún momento. Las delegadas de esta organización presentó solicitudes en todas las organizaciones del Servicio Vasco de Salud y entienden como “una buena noticia” que se haya actuado con celeridad a falta de que se completen los estudios. En la Ertzaintza, el principal sindicato policial, Erne, había demandado también por escrito que “ante la duda que suscita el uso de este elemento filtrante y ante la posible toxicidad” lo prudente es preservar la “salud de los trabajadores”.
Según han informado fuentes municipales a este periódico, también en algunos ayuntamientos se habían recibido estas mascarillas fruto de un convenio entre la asociación Eudel y el Gobierno vasco. Los sindicatos de esas localidades también se han hecho eco de las quejas y, al menos en un caso en Gipuzkoa, se ha optado por la retirada preventiva, aunque en este municipio se quejan de falta de información por parte de Osakidetza o incluso de la propia Eudel.
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