'Upon entry', un thriller para enfrentarse al eterno cuestionamiento que sufren los migrantes al cruzar una frontera
Diego, un urbanista venezolano y Elena, una bailarina de Barcelona, se mudan a Estados Unidos con sus visados aprobados para empezar una nueva vida. Sin embargo, sus sueños se quedan truncados cuando al entrar en la zona de inmigración del aeropuerto de Nueva York son conducidos a la sala de inspección secundaria, donde los someten a un desagradable proceso de inspección por los agentes de aduanas y a un interrogatorio psicológicamente extenuante, en un intento de descubrir si la pareja puede tener algo que ocultar.
Se trata del argumento de una película de ficción, 'Upon entry' ('La llegada') de los venezolanos Alejandro Rojas y Juan Sebastián Vásquez, pero el guion podría ser perfectamente real, puesto que el trato diferente por ser migrante a la llegada de un nuevo país es algo que viven miles de personas a diario y por lo que también han pasado los directores de la película. “A veces nos preguntan cómo hemos hecho la investigación previa de esta película y la respuesta es viviéndolo. Son hechos que nos han pasado a nosotros. Somos de Venezuela, llevamos ya un tiempo viviendo en Barcelona. Es lo que vivimos ciertas personas con cierto origen con un pasaporte ”malo“ cuando cruzamos una frontera. Todo lo que tenemos que justificar. Luego, también te das cuenta de que no te enfrentas solo a los policías de la aduana, sino también a gente de a pie que te cuestiona y te pregunta por qué estás aquí”, reconoce Juan Sebastián Vásquez, que junto a Alejandro Rojas ha presentado este martes en Bilbao su película en 'Zinexit topaketak', la antesala de la XIII Muestra de Cine y Derechos Humanos que se celebra en Bilbao.
“Cada quien vive su propio proceso migratorio según el pasaporte que tenga”, asegura Rojas tras la proyección de la película a los medios de comunicación y antes de mostrarla al público bilbaíno. Durante la presentación también ha estado presente la actriz Laura Gómez, que participa en la película junto a los protagonistas Alberto Ammann y Bruna Cusí. “Aunque el punto de partida es una pareja que viaja de Barcelona a Estados Unidos es algo que se está viviendo a nivel mundial. Un migrante está sujeto a recibir prejuicios y a ser oprimido en cierto modo, aunque parta de cierto privilegio, como el hecho de tener papeles o bien sea una persona indocumentada”, señala la actriz.
Latinoamérica recibió a Europa en los momentos de crisis y ahora a nosotros no se nos recibe igual
Preguntados por el proceso de hacer cine sobre la vulneración de los derechos humanos y en este caso, de las personas migrantes, Rojas y Vásquez coinciden en que “está bien hacer cine que concientice, pero el punto de partida es algo personal y a partir de ahí sale el tema”. “Si estás poniendo el mensaje o el tema por delante, a lo mejor no conectas tanto con la película. Partimos de experiencias muy personales e íntimas y a partir de ahí construimos la historia. Funciona en parte por eso, porque de algo pequeño, de una vivencia de una sola persona, se puede conectar a nivel social y político con mucha gente”, señala Vásquez.
Para mostrar la complejidad y a la vez el terror que supone enfrentarse a un interrogatorio de agentes de aduanas cuando se está a punto de cruzar una frontera siendo inmigrante, los cineastas han optado por el thriller. “Las experiencias que hemos vivido en este sentido han sido muy tensas. Nosotros escribimos la película con la sensación de transmitir lo más tensos que podíamos estar durante ese tiempo y de alguna manera eso se acercó al thriller. No teníamos en la cabeza hacer un thriller, pero ha sido un acierto acercarlo a eso porque hace que la historia termine atrapándote”, explica Rojas.
A pesar de llevar varios años residiendo en Barcelona, los cineastas reconocen que como venezolanos en España sufren racismo de forma cotidiana, una situación que “va a peor”. “Recuerdo que cuando llegué aquí con una visa de estudiantes y fui a inscribirme en un sitio tuve que decir mi identificación. Dije la letra comenzaba por Y y la persona que trabaja ahí me dijo '¿Ya vamos por la Y? ¡A dónde vamos a llegar!' En esos momentos no tienes la fuerza para quejarte, te sientes vulnerable y no sabes que puedes reclamar tus derechos. Latinoamérica recibió a Europa en los momentos de crisis y ahora a nosotros no se nos recibe igual. Como sociedad debemos dar muchos pasos para que las personas migrantes sean y se sientan acogidas”, critica Vásquez.
Nosotros llegamos en avión y nuestra película trata de dos personas que pueden viajar en avión. Somos unos privilegiados, porque hay muchas formas más duras de vivir la migración
Aún así, ellos son conscientes de que, dentro de todo lo que conlleva ser migrante, son unos “privilegiados”. “Nosotros llegamos en avión y nuestra película trata de dos personas que pueden viajar en avión. Somos unos privilegiados, porque hay muchas formas más duras de vivir la migración, nosotros tenemos una colonia, un idioma impuesto, pero lo tenemos. Sin embargo, hay gran cantidad de realidades que sufren otras personas y no podemos dejar de lado el terror que suscitan las aduanas”, lamenta Vásquez.
'Upon entry' formará parte del la XIII Muestra de Cine y Derechos Humanos 'Zinexit', que tendrá lugar en Bilbao entre el 20 y el 24 de noviembre. A pesar de que aún no se han dado detalles sobre las películas que se mostrarán, los organizadores sí que han podido adelantar que las temáticas principales que abordarán serán la inmigración y la violencia de género. Noemí Ostolaza, directora de Derechos Humanos, Víctimas y Diversidad del Gobierno vasco, cuyo Departamento organiza esta muestra de cine, afirma que en un momento en el que los derechos humanos “enfrentan desafíos sin precedentes en todo el mundo”, 'Zinexit' es “una oportunidad inigualable para sensibilizar, reflexionar y, sobre todo, actuar”.
“Esta muestra de cine se ha convertido en un referente en el ámbito de la reflexión sobre la convivencia y los derechos humanos. Representa un faro de esperanza en un mundo que enfrenta desafíos cada vez más complejos y convulsos. Es un espacio donde la magia del cine se fusiona con la profunda reflexión sobre los temas más apremiantes de nuestra sociedad. Es un lugar donde la diversidad de perspectivas y la pluralidad de voces se unen para tejer un tapiz de compresión y solidaridad”, reconoce Ostolaza tras asegurar que a su Departamento le “preocupa” cualquier cuestión que afecta a los derechos humanos.
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