Vecinos de Eibar alzan la voz frente a un pacto del PSE-EE y EH Bildu que “enterrará” viviendas para cubrir las vías
En una ciudad en la que el urbanismo es un encaje de bolillos, un proyecto para cubrir las vías del tren que data de cuando el actual consejero de Planificación Territorial, Vivienda y Transportes, Iñaki Arriola (PSE-EE), ejercía de alcalde en su localidad natal, Eibar, entre 1993 y 2008, ha causado una oleada de quejas entre los vecinos. Hasta hace un par de semanas, todos los grupos de la oposición (PNV —con el que los socialistas gobiernan en Euskadi—, EH Bildu y Elkarrekin Podemos-IU-Equo Berdeak) mantenían una postura contraria al desarrollo del proyecto. Sin embargo, justo antes del puente de El Pilar, el Ayuntamiento de la localidad anunció que había llegado a un acuerdo con el grupo municipal EH Bildu, lo que ha pillado de improviso a los vecinos afectados.
El proyecto en cuestión plantea un paseo de algo más de un kilómetro entre la estación de Euskotren de Eibar y la zona este de la localidad. El paseo irá por encima de las vías y la catenaria del tren y creará un nuevo tramo de bidegorri para la zona del paseo Urkizu y las calles Asua Erreka, Barakaldo, Barrena y Eguzki Begi, pero lo hará pasando entre edificios de viviendas. Según menciona el alcalde de la lodalidad, Jon Iraola (PSE-EE), este paseo generará “miles de metros cuadrados de zonas de paseo y esparcimiento, tan demandados por la ciudadanía hoy en día”. En algunos casos, a su paso por la calle Barakaldo, la estructura del nuevo paseo llegará hasta el sexto piso de los edificios, y tapará de pleno todas las viviendas que se encuentran por debajo. Al otro lado de las vías del tren, donde antiguamente se encontraba la fábrica Electrociclos, ahora hay un edificio de viviendas de protección oficial que dan techo a alrededor de 75 familias eibarresas que también se verán afectadas. En total, los residentes calculan que afectará a cerca de 16 bloques de viviendas.
Los vecinos de la calle Barakaldo llevan años protestando para que el Ayuntamiento deje de lado el proyecto, pues, alegan, va a “enterrar” a los vecinos de la zona. Además, parte del objetivo del proyecto, según el Consistorio, es “regenerar la calle Barrena” y “mejorar la conexión de la zona este de la ciudad con el centro y mejorar la accesibilidad de viviendas del entorno del paseo”. Los vecinos, al contrario, no ven cómo esa estructura de hormigón que no estará a la altura de la calle, sino “hasta seis pisos” más arriba, ayudará a revitalizar la zona. Recalcan, además, que ellos se encuentran “totalmente a favor” de la regeneración de la calle. Por esa razón, aducen que, si bien el Ayuntamiento habla de un solo proyecto, se trata de dos completamente diferentes: el cubrimiento de las vías del tren y el consiguiente paseo por un lado, y la revitalización de las calles aledañas por el otro.
Las quejas de los vecinos de la calle Barakaldo no solo están dirigidas al proyecto en sí mismo, sino que también denuncian el “oscurantismo” con el que han tratado desde el Ayuntamiento el desarrollo y las negociaciones. Tras el acuerdo con el grupo municipal de EH Bildu, el Consistorio presentó de nuevo el proyecto, con algunos “cambios menores”, con los que, apuntan los vecinos, “creen que cumple con las exigencias”. Se trata de la distancia entre el paseo y los bloques de viviendas, que ahora será de entre ocho y 15 metros y “en algún tramo se desviará para que no afecte”, como indica la concejala de EH Bildu Igone Lamarain. Sin embargo, los vecinos no han tenido la oportunidad de verlo, a diferencia de lo que expresa el gobierno municipal, que asegura que ha contado con la participación ciudadana. “No han enseñado nada en concreto. ¿Por qué nos tenemos que tragar todo esto?”, lamenta un grupo de vecinos de la calle Barakaldo mientras sostiene un cartel en el que se lee “No al paseo que nos entierra” en castellano y euskera y que muestra una señal que prohíbe el paso. El alcadel de la localidad defiende que “muchos vecinos” están de acuerdo con la realización del paseo, si bien los residentes afectados creen que se debe a la “desinformación”.
También el PNV manifiesta la “falta de transparencia” y el “portazo” del Ayuntamiento en relación a la negociación. “Con nosotros no se han querido sentar a hablar. Hace 11 meses le mandé un 'email' a la portavoz del grupo socialista y estamos esperando. Nosotros, que tenemos un pacto con el PSE-EE en el Gobierno vasco, les dijimos que había dos proyectos en los que era imposible que entráramos si no nos sentábamos a hablar, porque no estábamos de acuerdo con su planteamiento”, advierte el concejal 'jeltzale' Josu Mendicute. Sin embargo, lamenta que el alcalde, quien tampoco ha respondido a este periódico a las cuestiones relacionadas con la falta de disposición para negociar con el grupo, no haya querido negociar con ellos porque es “inflexible” y “ha preferido buscarse a alguien que aceptara el proyecto entero”.
Además, cuando llegó el acuerdo con parte de la oposición, el Ayuntamiento llamó a una reunión a algunos de los administradores de los portales que se verán afectados, pero no a todos. “El alcalde nos explicó el proyecto a varios administradores; yo, por ejemplo, fui porque me enteré, no porque me llamara. Delegó en nosotros la responsabilidad de explicarles a nuestros vecinos el proyecto cuando debería habérselo explicado él mismo a todos”, denuncia uno de los vecinos, a pesar de que el alcalde asegura que han sido “totalmente transparentes”. Asimismo, no entienden el cambio de postura de EH Bildu. “Hasta ahora la oposición completa se mostraba en contra y, de repente, justo antes del puente del Pilar, hace un par de semanas, el Ayuntamiento anuncia un acuerdo con el grupo. Ha llegado sin que nos lo esperáramos”, relatan. Tampoco lo hace el PNV. “Se han dedicado a decir que iba a ser el PNV quien lo iba a aprobar y ahora han sido ellos. Es un sopetón para los vecinos”, señala Mendicute.
Ahora, los vecinos de la zona este de Eibar estudian la manera de constituirse como plataforma y presentar alegaciones al proyecto, pero no ven nada claro cuándo lo podrán hacer. “¿Lo podremos hacer cuando presenten el convenio o cuando anuncien el proyecto definitivo? Lo que está claro es que tendremos que buscar nosotros, no nos avisarán”, apunta Enrique Montero, uno de los vecinos de la zona. El Gobierno vasco puso en marcha este proyecto —que antes fue asumido por el Ayuntamiento— en 2018-2019, apunta Iraola. En diciembre de 2020 el Ejecutivo presentó el proyecto en los fondos europeos 'Next Generation EU', por el que el Ayuntamiento reducirá los costes más del 90%. Si en un principio el presupuesto del Ayuntamiento para la infraestructura era de entre 18 y 19 millones de euros, con las subvenciones del Gobierno vasco y las ayudas de Euskal Trenbide Sarea solo tendrá que aportar cerca de 367.000 euros.
Es por eso mismo por lo que EH Bildu, grupo de la oposición, cambió de postura respecto al paseo. Durante los dos últimos años, la coalición abertzale argumentó que los 19 millones de euros que se tendrían que destinar al proyecto “no podían ser”, sobre todo, porque la zona este de Eibar está “muy degradada” y porque los vecinos se iban a ver afectados. Para el grupo, lo más importante era regenerar la zona, en la que habían convivido durante años industria y viviendas. Así, EH Bildu, “teniendo en cuenta que el proyecto se va a hacer”, ha llegado a un acuerdo con el PSE-EE de Eibar por el que esos 19 millones iniciales se invertirán ahora en la regeneración del este de la localidad, donde quieren “recuperar el río que pasa por debajo de pabellones industriales en desuso, crear una zona urbana más atractiva o ampliar las aceras”, señala Lamarain. Para Iraola, este proyecto “constituye globalmente una apuesta estratégica” para la mejora de la ciudad y la calidad de vida de los vecinos. Tras el acuerdo, subraya Lamarain, se crearán mesas de trabajo entre el Ayuntamiento, Euskal Trenbide Sarea y los vecinos de la localidad guipuzcoana.
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