Puede que le guste más o le agrade menos; pero que el fútbol nos marca la vida, decide nuestros horarios y formatea los sentimientos no hay duda. Se nos ha calado tanto en nuestro diario que usamos sus términos y su jerga en nuestra comunicación diaria: desde el “a bote pronto” para una solución rápida o “casarse de penalti” para una solución tardía. Ahora le toca el turno a la normativa comunitaria: El comisario europeo quiere utilizar las tarjetas amarillas de modo similar al futbolístico
Nuevamente, y siguiendo una ley no escrita, la Comisión Europea casi no deja secarse la tinta con la que se han impreso los reglamentos de la nueva PAC para presentar una reforma de la reforma, dirigida a la simplificación de la normativa agraria (en esta ocasión, especialmente tempranera, porque continúa los procesos de modificación que ya se iniciaron el año pasado, primer año de aplicación de esta fase de la PAC)
Además de las tarjetas amarillas para dar una llamada de atención a los primeros infractores, la propuesta del comisario también incluye un control preliminar sobre las solicitudes de ayuda y un sistema simplificado de sanciones administrativas.
Con los controles preliminares se permitiría corregir los errores en las solicitudes hasta 35 días después de la fecha final de presentación. Mediante el sistema simplificado de sanciones administrativas, se persigue no hacer excesivamente gravoso los errores no intencionados, mediante una reducción de los niveles en las sanciones (también el Comité Económico y Social europeo, en su informe sobre la simplificación de la PAC, coincide con este argumento, al que le suma la posibilidad de ligar las penalizaciones al volumen de ayudas recibido por el agricultor). Y con las tarjetas amarillas se identificará a productores que tienen errores pero que suponen un porcentaje pequeño respecto a la superficie declarada, reduciendo la sanción a la mitad y quedarían registrados (de ahí lo de la tarjeta) para una inspección al año siguiente.
La complejidad de la nueva PAC ya se intuía desde los primero borradores, algo que se ha demostrado en su primer año de aplicación, por lo que cualquier medida destinada a hacerla más sencilla, fácil y comprensible será bienvenida: Esperemos que el comisario no nos “meta un gol”.
Puede que le guste más o le agrade menos; pero que el fútbol nos marca la vida, decide nuestros horarios y formatea los sentimientos no hay duda. Se nos ha calado tanto en nuestro diario que usamos sus términos y su jerga en nuestra comunicación diaria: desde el “a bote pronto” para una solución rápida o “casarse de penalti” para una solución tardía. Ahora le toca el turno a la normativa comunitaria: El comisario europeo quiere utilizar las tarjetas amarillas de modo similar al futbolístico
Nuevamente, y siguiendo una ley no escrita, la Comisión Europea casi no deja secarse la tinta con la que se han impreso los reglamentos de la nueva PAC para presentar una reforma de la reforma, dirigida a la simplificación de la normativa agraria (en esta ocasión, especialmente tempranera, porque continúa los procesos de modificación que ya se iniciaron el año pasado, primer año de aplicación de esta fase de la PAC)