Badajoz recuerda a Humberto Delgado, “el general sin miedo”
El general portugués Humberto Delgado y su secretaria, la brasileña Arajaryr Campos entraron en España desde Marruecos el 11 de febrero de 1965 y al día siguiente iniciaban camino hacia Badajoz, donde se alojaron en el Hotel Simancas “modesto, pero de lo mejor que hay en la ciudad”, que estaba situado en la estrecha calle Muñoz Torrero, muy cerca de la Plaza de España. Una jornada después, ambos habían sido asesinados, aunque sus cuerpos no serían descubiertos hasta dos meses después, el 24 de abril, enterrados cerca de la frontera portuguesa, en Villanueva del Fresno.
Los apuntes anteriores sobre la llegada a Badajoz de ambas víctimas figuran en la monumental y exhaustiva biografía que sobre el general Humberto Delgado escribió su nieto, Frederico Delgado Rosa, que constituye un relato definitivo sobre la vida y la muerte de este militar que aglutinó las esperanzas de las fuerzas opositoras al régimen de Oliveira Salazar.
Humberto Delgado y Arajaryr Campos cayeron en una celada de un comando de la PIDE, los servicios secretos del régimen portugués, que simularon una reunión en Badajoz con otros militares opositores a Salazar.
El nombre del que es conocido por los portugueses como “el general sin miedo” figura desde entonces íntimamente unido a Extremadura. Ahora que se cumplen los 50 años de ese doble asesinato político que concitó el rechazo internacional, se ha convocado en la capital pacense un congreso que del 19 al 21 de marzo repasará las consecuencias históricas de este hecho, que causó un auténtico trauma social en Portugal. El encuentro está patrocinado por la Diputación Provincial de Badajoz.
El propio Frederico Delgado Rosa, profesor dela Facultad de ciencias Sociales y Humanas de la Universidad Nueva de Lisboa, estará presente en la clausura con una conferencia que lleva por título “¡No se hizo justicia! El Caso Delgado en Portugal”. Otros historiadores tanto españoles como portugueses estudiarán otras ópticas para el análisis de aquel asesinato, como el desarrollo del juicio que se celebró en España o la colaboración de las oposiciones ibéricas durante las dictaduras de ambos países.
Moisés Cayetano Rosado, miembro del comité organizador, admite la posibilidad de que en el transcurso del congreso surja algún nuevo dato sobre la muerte de Humberto Delgado, puesto que hubo aspectos que siempre suscitaron dudas, en lo que respecta al hallazgo de los cadáveres, por ejemplo; si bien reconoce que la biografía escrita por el nieto del general constituye un testimonio esencial sobre lo ocurrido.
El simposio terminará el sábado 21 de marzo, con una visita guiada del último recorrido que realizaron las víctimas por las comarcas de Badajoz y Olivenza, donde aún viven algunos de los testigos directos de este caso.