Juan Barjola: el recuento de las heridas
Juan Barjola (Torre de Miguel Sesmero, 1919-Madrid, 2004) fraguó una obra que va desde lo descarnado a la ternura y fue considerado un renovador de la plástica española. El Meiac (Museo Extremeño Iberoamericano de Arte Contemporáneo) de Badajoz presenta, cuando se cumplen diez años del fallecimiento del pintor, la exposición ‘Juan Barjola: desde la memoria’, fruto de la colaboración entre la Consejería de Educación y Cultura de Extremadura y la Fundación Mercedes Calles-Carlos Ballesteros.
Esta exposición, que ya estuvo instalada en la sede cacereña de dicha fundación, presenta no sólo los cuadros de gran formato característicos de Barjola sino también una colección de dibujos capaces de explicar por sí mismos no sólo el proceso de composición de sus obras, sino de ilustrar momentos de reflexión en los que el pintor dejaba ir su mano al hilo de lo que le sugerían las cosas del entorno.
“Simbiosis entre lo bello y lo terrible” es la impresión que esta obra causó en el poeta Antonio Gamoneda, que éste dejó plasmada en un poema que abre la muestra (“Ten piedad, Juan, de las heridas blancas”). También ocupa un lugar de privilegio en la misma el retrato de Juan Barjola realizado en 1973 por su amigo Álvaro Delgado, un pintor ya nonagenario que en la inauguración de la exposición fue representado por su hijo del mismo nombre.
Álvaro Delgado, hijo, dijo que su padre admiraba el talento del pintor extremeño para componer en grandes superficies y relacionó su pintura con los trazos de las pinturas de Goya.
Este cuadro pertenece a la colección del Banco de España cuyo gobernador, Luis María Linde, estuvo presente en el acto de apertura junto a la Consejera de Educación y Cultura de Extremadura, Trinidad Nogales.