Las mujeres se reivindican en el cierre del ciclo teatral de Cáparra

Humor y reivindicación se dieron anoche la mano en el yacimiento romano de Cáparra con “Las asambleístas (Las que tropiezan)”, una comedia que busca “sacudir” al patriarcado y que lo apuesta todo a un humor popular y lleno de referencias a nuestra época actual.

Cuarta y última cita de la extensión cacereña del Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida, la obra, dirigida por José Troncoso, lleva a escena la historia de un grupo de mujeres que llevan siglos tropezando una y otra vez con los mismos errores, causados por las leyes creadas por los hombres, y que trata de revelarse ante ello, eso sí, a golpe de risa.

Para ello, Troncoso ha rescatado el texto “Las Asambleístas” de Aristófanes y lo ha hecho vigente aprovechando una elipsis de la historia para ubicar la trama en un bosque.

El elenco está formado por seis mujeres, Silvia Abril (Praxágora), Gabriela Flores (Geométrica), Olga Hueso (Serviciala), Pepa Rus (Lanzada), Maribel Salas (Némesis) y Pepa Zaragoza (Lacia), que conducen al público a reflexionar sobre la situación de las mujeres.

Lideradas por Praxágora, juntas deberán robar la ropa de los hombres y colarse en la asamblea para conseguir así cambiar las leyes establecidas por otras más justas e igualitarias.

Pero solo tendrán el tiempo de una noche para atravesar el gran bosque que lleva hasta la colina donde se celebra la asamblea al despuntar el día.

Y la oscuridad del camino está llena de peligros y espejos en los que ven reflejadas sus propias vidas.

Enfrentándose a ellas y a sus miedos, deben resolver qué leyes son las que realmente harán que todo cambie por fin, de una vez por todas y para siempre.

Las asambleístas nos hacen reflexionar a golpe de risa sobre nuestro papel en la sociedad, obligándonos a implicarnos y tomar partido queramos o no.

La extensión en Cáparra del Festival de Mérida, el primer escenario del certamen que vio la luz en la provincia de Cáceres, ha vuelto a contar, por octavo año consecutivo, con el apoyo unánime de un público entregado a la magia que desprende la visión nocturna de un yacimiento romano todavía desconocido para muchos.

“Ha sido una experiencia enriquecedora, que espero se pueda repetir durante muchos años más. Si es así, no tengo ninguna duda de que volveré”, ha señalado a Efe Mónica Fernández, entusiasta del teatro que ha asistido a las cuatro funciones programadas este año en Cáparra: “El regalo de Zeus”, “Los titanes. La furia de los dioses”, “La comedia de los errores” y “Las asambleístas (Las que tropiezan)”.

Este ha sido el sentimiento general del público que se ha sentado durante cuatro noches en el graderío, colocado frente a un escenario que ha vuelto a integrar, de manera muy acertada, el gran arco tetrápilo de Cáparra como telón de fondo.