El puente de la Mesta, en Villarta de los Montes, en la provincia de Badajoz, se ha incorporado a la lista roja que elabora Hispania Nostra, asociación sin ánimo de lucro de utilidad pública que tiene como fin la defensa, salvaguarda y puesta en valor del patrimonio cultural y natural de España.
De este modo, pasa a formar parte de una relación de cerca de 1.200 monumentos españoles que se encuentran sometidos a riesgo de desaparición, destrucción o alteración esencial de sus valores, según ha informado la entidad.
Desde 1956 queda oculto a temporadas bajo las aguas del río Guadiana del embalse de Cíjara, lo que ha llevado a la “ruina” a esta construcción de finales del siglo XIV, de 225 metros de longitud y 16 arcos principales -27 en total- “que se encuentra en un muy mal estado de conservación”.
Según ha lamentado Hispania Nostra, la bóveda de arranque principal está deteriorándose de forma avanzada, así como las barandillas y el empedrado.
El puente de la Mesta tomaría como nombre propio el de la institución que, fundada en 1273 por mandato del rey Alfonso X el Sabio, reuniría bajo el título de Honrado Concejo de la Mesta a pastores y ganaderos castellanos y leoneses en pro de defender sus negocios y, con ellos, la explotación y mercado de la lana que tan generosos beneficios generaba a la Corona.
Entre las medidas dictaminadas como protección de las actividades económicas del mencionado concejo, se defendería la tradicional trashumancia ejercida año tras año y centrada en el traslado de los ganados, básicamente ovinos, desde sus puntos de origen localizados fundamentalmente en la Meseta castellana, hacia Extremadura y tierras del sur peninsular.
En 1563, el puente se hallaba ya en un estado ruinoso y su tránsito era peligroso para el ganado.
Además, una petición anterior de los vecinos de Villarta para repararlo no llegó a materializarse.
Fue en 1573 cuando a instancia del Consejo de la Mesta y a través del corregidor de Toledo, se promovió la autorización real y el sufragio económico para el desarrollo de unas obras de reparación.
Estas se terminaron adjudicando al maestro de albañilería y cantería toledano Jerónimo de Espinosa el 30 de marzo de 1574 por la cantidad de 4.500 ducados.
Los cinco arcos más meridionales del puente de la Mesta están confraternizados con los otros cuatro contiguos más septentrionales en su estilo artístico, cuyo diseño en arco apuntado, constituidos por ladrillo y enmarcados en alfiz, presenta una simbiosis entre lo gótico y el mudéjar.
Estuvo destinado al paso de ganado trashumante desde el norte de la Península, hacia Extremadura, a través de la Cañada Real Segoviana.