Solo el 14% de los jóvenes extremeños se logró emancipar el año pasado

La emancipación de los jóvenes extremeños empeoró en el segundo semestre del 2022, pues sólo el 14,1 % logró residir fuera del hogar familiar, cinco puntos porcentuales menos con respecto al año anterior, y uno de cada tres estaba en riesgo de pobreza y exclusión social.

Extremadura, que cerró 2021 como una de las mejores regiones en este aspecto, ha empeorado. La emancipación cayó tanto entre las mujeres (3,3 puntos porcentuales, hasta el 17,3 %) como entre los hombres (6,7 puntos porcentuales de caída, hasta el 11,1 %). Así, a finales de 2022 las mujeres jóvenes extremeñas eran más proclives a emanciparse que los hombres, según refleja el último informe del Observatorio de Emancipación en Extremadura.

La respuesta puede estar, según se recoge, por una disminución del 2,4 % de la población joven en Extremadura, por la emigración a otras comunidades o países y por el hecho de que aquellas personas ya emancipadas que habían cumplido 30 años en 2022 y ya no se consideran como jóvenes a efectos estadísticos.

En concreto, el 28,5 % de la población joven que se encontraba emancipada en Extremadura lo hacía compartiendo la vivienda con otras personas diferentes a sus parejas o familiares.

Estudios

En términos generales, emanciparse en Extremadura mientras se cursaban estudios era especialmente difícil para las personas jóvenes en el segundo semestre, pues si la tasa de emancipación general se situaba en el 14,1 %, esta cifra bajaba al 5,9 % entre aquellas personas que seguían cursando estudios.

Por su parte, la tasa de emancipación ascendía al 27,7 % entre quienes ya no se encontraban estudiando. Estas cifras son inferiores a las del resto del estado, que marcó un 7,3 % de emancipación entre quiénes cursaban estudios y un 28,4 % entre quienes ya habían completado su formación.

La juventud extremeña, comparada con la del conjunto de España, registraba niveles inferiores de personas con estudios superiores (universitarios, ciclos formativos de grado superior o equivalente). Un 26,8 % habían alcanzado este nivel de estudios frente al 29,1 % que se daba en el conjunto del país.

Mientras que una de cada tres mujeres jóvenes tenía estudios superiores, solo uno de cada cinco hombres jóvenes había alcanzado ese nivel de formación. Por otro lado, el 24,2 % de las mujeres jóvenes había completado tan solo estudios secundarios, cifra que se disparaba al 31,6 % en el caso de los hombres jóvenes.

Empleo

La tasa de actividad de los jóvenes extremeños rozó el 50 % como consecuencia de un aumento del 2,7 % en el número de personas jóvenes ocupadas. Además, la tasa de paro femenino era casi diez puntos porcentuales superior al de los hombres jóvenes.

En 2022, el 92,9 % de la población joven que se encontraba ocupada lo hacía de manera asalariada, mientras que el resto eran autónomos, empresarios o trabajaban en el negocio familiar. El 46,7 % llevaba en su trabajo menos de un año, el 29,5 % entre uno y tres años y el 23,8 % restante más de tres años en su puesto de trabajo actual.

No obstante, el 67,5 del empleo parcial en la juventud extremeña era involuntario -20 puntos por encima de la media nacional-, es decir trabajaban a tiempo parcial ante la imposibilidad de encontrar empleo a tiempo completo.

La principal razón por la que la gente joven de Extremadura no estaba trabajando ni buscando activamente empleo, según se recoge en el citado informe, era que se encontraban estudiando, un 89,2 %; la segunda razón más alegada era por realizar labores de cuidados en su hogar.